El estudikoso, tras una investigación concluyó que el dibujo forma parte del estudio preparatorio de «Adoración de la serpiente de bronce», uno de los frescos de la Capilla Sixtina realizados por el pintor en el siglo XVI para el Vaticano, lo que representa todo un hallazgo dado los pocos estudios preliminares que se conervan sobre esa monumental obra.
El historiador del arte británico Paul Joannides afirma que el boceto de 15,7 por 19,3 cm realizado en sanguina (tiza roja) que muestra el cuerpo de un hombre desnudo de espalda, es uno de los estudios realizados -de los pocos que se conservan- por el escultor y pintor Miguel Ángel para la Capilla Sixtina (1508-1512).
Joannides, catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Cambridge y uno de los especialistas en el artista, publicará su investigación en la revista académica The Burlington Magazine, en la que expondrá los motivos por los cuales considera que el dibujo se relaciona con el conjunto de figuras que luchan contra serpientes en la sección del techo dedicada a «La adoración de la serpiente de bronce», según el medio británico The Observer.
Miguel Ángel Buonarroti (1475- 1564) conocido por la majestuosa escultura en mármol del David emplazada en Florencia, el «Moisés» o «La piedad» en Roma, así como los frescos de la Capilla que le demandaron muchos años de labor, trabajó en este boceto con la perspectiva escultórica, algo que parece manifestarse como detalle en la posición que adquiere el cuerpo.
Según el académico, si bien el boceto muestra la figura masculina desde un ángulo diferente al de la versión final, este se alinea con la pintura del techo cuando se la gira 90 grados en el sentido de las agujas del reloj.
«Para un artista de la talla de Miguel Ángel, y de su grandeza como dibujante, cualquier nuevo descubrimiento tiene cierto nivel de emoción. Pero éste es un dibujo de Miguel Ángel para una de las mayores obras maestras del arte occidental», cita a Joannides la revista The Observer.
El dibujo atribuido a Rosso Fiorentino, un seguidor de Miguel Ángel, fue facilitado para su estudio por un coleccionista europeo anónimo que lo adquirió de forma privada en 2014, quién le envió una fotografía al estudioso a través de un intermediario.
Y si bien el dibujo nunca se había reproducido, Joannides recordó haber visto una pobre fotografía en blanco y negro del mismo en la Biblioteca Witt del Instituto de Arte Courtauld de Londres, cita el medio.
Por otro lado, el boceto tiene inscripciones y marcas de coleccionistas del siglo XIX, como las manuscritas «JCR» en referencia a Sir John Charles Robinson, uno de los principales conocedores de los dibujos del artista florentino, entre otros, indica The Observer.
A su vez, existen otros estudios comparativos sobre bocetos realizados por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina que se encuentran en la colección del Museo Ashmolean de Oxford, indican.
La atribución de este dibujo a Miguel Angel representa todo un hallazgo teniendo en cuenta que pocos bocetos desarrollados para el techo de la Capilla Sixtina sobrevivieron, según el biógrafo del Renacimiento Giorgio Vasari.
Alrededor de unos 600 dibujos son los que se conservan del artista a pesar de su extensa trayectoria, quien destruyó al final de su vida unos cuantos de estos dibujos «para evitar que nadie viera los trabajos que soportaba o las formas en que ponía a prueba su genio, por miedo a que pudiera parecer menos que perfecto», según Vasari o bien para «no revelar su método de trabajo» según explicaba la curadora Emma Turner del Museo Británico en ocasión de la restauración del gran boceto en carbonilla negra «Epifanía» (1550 y 1554) a fines del año pasado.