Desde el 30 de agosto hasta el 1° de septiembre, la feria arteBA abrirá sus puertas al público, por tercera vez en el Centro Costa Salguero. Durante las inauguraciones previas, los miércoles 28 y jueves 29 de agosto, dedicadas a los invitados especiales, mayormente coleccionistas y representantes de instituciones, se esperan las mayores compras.
La feria pondrá a prueba el mercado del arte. La experiencia indica que, por dura que sea la crisis que atraviesa la Argentina, cuando aparecen las obras cumbre, la situación financiera puede pasar a un segundo plano. De este modo, el arte que presenten los expositores tendrá su peso a la hora de definir el éxito de la Feria. La responsabilidad de seleccionar las galerías, los espacios y un arte con suficiente atractivo y calidad, estuvo este año a cargo de las curadoras Carla Barbero y Florencia Malbrán, además de los galeristas Mora Bacal (Ruth Benzacar), Amparo Díscoli (Cosmocosa) y Ricardo Ocampo (W-Galería).
Si bien la economía argentina no es la mejor, la presencia de 400 artistas y 65 galerías de 15 ciudades distintas, se mantiene desde 2023 con escasas variaciones. El espacio Costa Salguero ubicado en la Costanera Rafael Obligado es muy amplio y permite grandes despliegues, pero tiene una arquitectura desangelada. Su aspecto y la comodidad de los visitantes, dependerá de la gracia del diseño, a cargo de Horacio Torcello, autor del Master Plan Arquitectónico que presentará junto a dos jóvenes colegas.
Los galeristas de la sección principal afrontan en esta edición un costo que ronda los 50 millones de pesos por un stand de alrededor de 100 metros cuadrados. El gasto les resulta excesivo y no lo ocultan. Se trata exactamente de 331.500 pesos por metro cuadrado, a lo que debe sumarse –para llegar a ese monto– el IVA y algunos detalles de acabado final.
Consultados acerca de los números que según aseguran, duplican los del año pasado, los gestores de arteBA responden que aumentaron según el índice de inflación. No obstante, todos los galeristas consideran inevitable invertir ese dinero, más aún, dicen que es imprescindible. “Para no caernos del mapa”, señalan. ArteBA es el lugar donde sienten que tienen que estar.
Se suele comparar el costo del stand porteño con el de la feria madrileña ARCO, emprendimiento que paga el gobierno español. En la Argentina, durante algunos años, el gobierno financió los viajes y la estadía de los compradores de varios museos del mundo, para que vinieran a realizar sus compras. Pero hoy es necesario salir en busca del patrocinio privado.
La importancia de la Feria de 2024 reside en la gran visibilidad que aporta, sobre todo en el medio local. Hay compradores que surgieron con arteBA y esperan esta fecha para mirar el horizonte del arte moderno y contemporáneo. Y recién entonces eligen una obra. Es el público con el gusto y el ojo educados por arteBA.
Los galeristas sienten que por grande que sea el esfuerzo, no pueden dejar que se derrumbe el prestigio ganado por la feria hasta el 2020, durante casi 30 años de trayectoria. Fundada en 1991, arteba, llegó a ser la mayor feria de Latinoamérica y hoy, después de una catástrofe institucional que significó la renuncia en bloque de todos sus fundadores y de Ama Amoedo a la presidencia, emprendió el camino para recuperar el terreno perdido. A Larisa Andreani, la presidenta de la Fundación, le cabe esa enorme responsabilidad, bien secundada por Lucrecia Palacios Hidalgo y Maia Güemes que ocupa este cargo desde hace décadas.
La gestión actual de arteBA tiene sus propios méritos, entre ellos está la ayuda financiera para los galeristas jóvenes que deben dar el gran salto a la sección de las galerías consagradas. Y, a veces, se quedan en el camino. Stage es un nuevo programa de subsidios escalonados. Hay que conocer el ambiente para entender la dificultad de dar este paso. Los galeristas más avezados deberían tener siempre presente que con los pagos de sus stands, contribuyen a sustentar el ingreso de los jóvenes.
Como todos los años, la Sección Utopía, dedicada al arte joven y las producciones más recientes, reunirá galerías gestionadas por artistas, organizaciones con y sin fines de lucro y otras plataformas experimentales de comercialización. Es el lugar que visitan los coleccionistas con ojo avezado para descubrir artistas que pueden llegar a brillar en el futuro, además de buenas obras a bajo precio.
El Espacio Principal albergará las galerías con trayectoria. Allí estarán, entre otras, Aldo de Sousa, Calvaresi, Alejandro Faggioni, Barro, Constitución; Cott, Palatina, Herlitzka, Sendrós, Ruth Benzacar, Sur de Punta del Este; Isla Flotante, Miranda Bosch, María Calcaterra, Mite y Roldán Moderno; Diego Obligado y Subsuelo de Rosario; Nora Fisch, Rubbers, Piedras, María Casado, Jorge Mara – La Ruche, Pasto, Revolver, Van Riel y Rolf. En Utopía figuran, entre otras, Atocha, Aura, El Mirador, Fulana, Grasa, Komuna, Gascón; Jamaica, NN, Intemperie, OHNO, La mesa, La Arte; La Copia, POPA, Satélite, Pionera y Salón Comunal de Bogotá.
Fuente: Ámbito