La luz que entra por la ventana ilumina el piso de madera de la sala donde cuelgan obras de Juan José Cambre, Gachi Hasper, Martín Reyna y Beto De Volder. Del otro lado de la ventana del amplio espacio de exhibición, que reúne un centenar de piezas de más de treinta artistas argentinos, asoma una escultura de gran formato de Mariano Giraud, instalada en un patio rodeado de árboles.
Bienvenidos al mundo «híbrido«: una nueva forma de ver y comprar arte que integra lo virtual y lo real, concepto potenciado por la pandemia que promete haber llegado para quedarse. A partir del viernes próximo, con un show que unirá imágenes y música, Diderot Digital Exhibition puede recorrerse en 360º y de forma interactiva en el sitio exhibition.diderot.art.
La sensación de estar recorriendo un espacio físico, con la libertad de detenerse a contemplar las obras todo el tiempo que se desee y a solas, es similar a la que ofreció a fines de julio la feria Untitled. Gracias a la avanzada tecnología de la plataforma artland.com recreó en la nube la carpa que suele montar en diciembre sobre la playa en Miami -con vista hacia el mar incluida- para combinar la ilusión de viajar con la posibilidad de comprar desde cualquier punto del planeta, a través de la computadora o el teléfono.
«Con la cuarentena la gente tuvo más tiempo y se animó más a comprar online. Las ventas en Diderot subieron cinco veces», señala Lucrecia Cornejo, cofundadora de Diderot.art junto con Angie Braun. Un equipo que se completa con la joven Stefy Jaugust, curadora de la muestra que inaugura esta semana y de otras anteriores que vincularon el arte y la tecnología.
La mayoría de los artistas seleccionados para Diderot Digital Exhibition integran el staff de Diderot, y hay cuatro invitados de las galerías Vasari y Del Infinito. «Con la idea de abrir el mercado, esta propuesta aspira a complementarse con las galerías, a la vez que le da continuidad a Diderot Art Tech», recuerda Cornejo en referencia al programa de muestras que impulsan desde hace tres años, y que ya se alojó en el Museo de Arquitectura y en Colección Fortabat.
De esa manera se adelantaron a una fórmula clave de la era pospandemia: la que suma virtualidad, flexibilidad y alianzas. Los principales sponsors, Samsung y American Express, aportan la tecnología necesaria para exhibir las obras (con audioguías y videos que muestran su producción y entrevistas con los artistas) y la posibilidad de pagar hasta en doce cuotas.
Adelanto de la muestra Diderot Digital Exhibition
«El futuro será híbrido: una interacción entre el mundo digital y presencial que será muy beneficiosa», había anticipado en junio sobre las ferias de arte Noah Horowitz, director para las Américas y miembro del Comité Ejecutivo de Art Basel, la más importante del mundo. Por la crisis global provocada por el coronavirus, este motor del mercado con sede en Suiza se vio obligado a reemplazar por ediciones virtuales sus ediciones de Hong Kong, Basilea y Miami. Este viernes abrirá al público en artbasel.com una de sus Online Viewing Rooms (OVR), dedicada a obras realizadas durante el siglo XX.
«Lo veníamos esperando, esto era lo que tenía que pasar. Los recorridos virtuales funcionan desde hace décadas en museos de países como Francia», dice Alfio Demestre, artista del grupo Oligatega que participa de Diderot Digital Exhibition con obras creadas con un robot: formas geométricas dibujadas con lápiz por un brazo mecánico, sobre un papel montado en una base giratoria.
«Los espacios virtuales son necesarios y no van a reemplazar nada. Son más accesibles y democráticos», agrega Demestre, que además trabaja en el Ministerio de Educación diseñando un «espacio de recreación» virtual para que los chicos puedan jugar con sus amigos sin los riesgos que implica la pandemia. «El teletrabajo es muy necesario en la sociedad contemporánea -opina-. Pronto va a haber maquinarias que se van a poder operar desde la propia casa, es más económico y menos contaminante. Hay algo que no va más».
Estar o no estar, ésa es la cuestión
Otra posibilidad que permiten estas plataformas es presentar en gran escala esculturas como la de Giraud, esa suerte de «cinta de Moebius orgánica» que el artista puede llevar luego al espacio físico en distintos tamaños, colores y terminaciones. «La virtualidad te permite jugar más, aunque después puede representar un problema a la hora de materializar la obra», reconoce este joven habituado a crear con realidad virtual e impresoras 3D en el límite entre ambos mundos. Tras haber participado de una muestra colectiva en el CCK que exploraba el vínculo entre el ser humano y el ambiente, ahora está dedicado a crear «un proyecto híbrido, que está entre el videoarte y el videojuego» gracias a una residencia impulsada por Fundación Andreani.
La sensación de «estar en un videojuego» al recorrer la muestra es justamente lo que describen Cambre y Hasper, artistas consagrados de distintas generaciones. «Hay un abismo entre la experiencia de ver esas obras en la pantalla y verlas en vivo, pero es mejor que nada», opina Hasper, en momentos en que los museos porteños recién inician el proceso de reapertura tras siete meses a puertas cerradas.
«Es una muy buena carta de presentación», apunta Cambre desde Los Cocos, donde quedó varado por la cuarentena. Con la experiencia de haber participado hace más de una década en una muestra virtual en RED Galería, proyecto híbrido pionero impulsado por Santiago Bengolea, participa ahora de Diderot Digital Exhibition con obras que mantienen una guía de colores única: la que utilizó para crear la escenografía de Edipo Rey, el año pasado en el Teatro Cervantes.
Mientras los teatros aguardan también con impaciencia su reapertura y los museos porteños comienzan a ver la luz al final del túnel, este fin de semana impulsaron un festival virtual que incluyó una maratónica posta de presentaciones por Instagram Live. «Estuve en las inauguraciones de las muestras de @FundacionPROA y @modernoba sin moverme de mi casa: ¿realmente estuve?», escribió en Twitter la periodista especializada María Paula Zacharías. Una de las preguntas que quedan abiertas ante este futuro «híbrido» del arte, que permite visitar muestras online, comprar obras en un clic y disfrutarlas en casa en vivo y en directo.
Para agendar:
- Desde el 30 de octubre hasta el 15 de noviembre, Diderot Digital Exhibition reunirá en www.exhibition.diderot.art un centenar de obras de más de 40 artistas argentinos jóvenes y consagrados, de distintas disciplinas. Artistas invitados: Juan José Cambre y Gachi Hasper (Galería Vasari), y Beto De Volder y Martín Reyna (Galería del Infinito).
- La apertura al público, el 30 de octubre a las 20, incluirá un show de imágenes y música a cargo de Francisca Oyhanarte y Richie Hell.
- Las obras se podrán pagar en doce cuotas sin interés con American Express.
Fuente: La Nación