Durante un almuerzo, el presidente de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, Julio Crivelli, y el director de la institución, Andrés Duprat, celebraron la compra de la escultura “Marejada” de Noemí Gerstein (1908 -1996). Además de incrementar la colección del Museo, que ya posee dos excelentes obras de la artista, la pieza recién adquirida tiene las dimensiones (casi 3 metros por 1,5) que demanda el flamante Paseo de Esculturas al aire libre que se inaugurará en noviembre.
El proyecto de crear un parque escultórico en un espacio de más de 2.000 metros, ocupado hasta ayer por un ocasional depósito de materiales y una playa de estacionamiento clandestina, interesó de inmediato al Gobierno de la Ciudad, dueño del terreno que separa los fondos del Museo del restaurante. Pronto, el gobierno porteño realizó las obras y colocó las rejas que protegerán el arte del vandalismo. Entretanto, un jurado integrado por Marcelo Pacheco, Laura Malosetti Costa, Mariana Marchesi, María Teresa Constantin y Sebastián Vidal Mackinson, seleccionó cinco obras. Finalmente, frente al quinteto, Duprat y Crivelli, impusieron su criterio curatorial al elegir una obra histórica y dejar de lado las contemporáneas.
La escultura de Gerstein, artista consagrada con trayectoria internacional, proviene de la colección Federico Vogelius, y la galería Palatina ofreció la obra por alrededor de 30 millones de pesos. La Asociación Amigos pagó un adelanto y acaba de convocar a los donantes para reunir el dinero. Punto final para la inercia de un Museo que necesita ampliar con urgencia sus salas de exhibición. Los planes para conectar el Museo con el Paseo de Esculturas avanzan y son ambiciosos.
La “Marejada” de Gerstein, con el ritmo, la energía y la forma del oleaje, está realizada en brillante acero inoxidable que resiste las inclemencias del aire libre y, hoy, se encuentra en pleno proceso de restauración. Se espera que el Gobierno de la Ciudad sume algunas esculturas. No obstante, ¿cuál será el criterio de selección de las obras que van a montar junto a la de Gerstein? ¿La idea es mostrar la riqueza del patrimonio argentino de principios del siglo XX? ¿El talento de nuestra vanguardia o de la contemporaneidad?
Se recordó que el Bellas Artes incorporó varias esculturas de Rodin, antes que el Metropolitan de Nueva York. Luego, se mencionaron las obras de Le Parc, Bourdelle, Enio Iommi, María Juana Heras Velasco y Luis Arata, que se encuentran en el área del Bellas Artes. En los tiempos del Centenario, Buenos Aires se pobló de estatuas de autores sobre todo franceses, italianos y españoles que llegaron en un alegre montón. Pero el nuevo espacio ofrece la posibilidad de idear un plan. La Asociación, presente con Cecilia Remiro Valcárcel, Sofía Weil Speroni y Verónica Zoani de Nutting, anunció que el programa Bellas Artes Nuevas Adquisiciones, se renovará anualmente.
Fuente: Ámbito.