El Museo Nacional del Prado, que en sus dos siglos de historia se ha convertido en una de las pinacotecas más importantes, reconocidas y visitadas del mundo, ha sido galardonado este martes con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2019.
La ejemplaridad de su contribución al “desarrollo humanístico de la sociedad pasada, presente y futura” ha sido destacada por el jurado que este mediodía ha hecho público su fallo desde el Hotel de La Reconquista de Oviedo.
Museo del Prado. Detrás, Las Meninas, la gran obra de Velázquez.
El jurado, presidido por el filólogo Víctor García de la Concha, ha reconocido también al Prado como “símbolo de nuestra herencia común” y la “labor de conservación y divulgación” que ha hecho de “uno de los más ricos patrimonios artísticos del mundo”, que cada año es visitado por unos tres millones de personas.
Ubicado en el paseo madrileño que le da el nombre, El Prado abrió al público en noviembre de 1819 con 311 pinturas de la Colección Real de la escuela española y 200 años después cuenta con 7.600 pinturas, mil esculturas y miles de estampas, dibujos documentos históricos y objetos decorativos.
La maja vestida y La maja desnuda de Goya. Dos siglos del Museo del Prado.
De todo ello, exhibe en su sede algo menos de 1.000 obras y unas 3.100 se encuentran -el Prado disperso- depositadas en museos e instituciones oficiales, y el resto se conservan en sus almacenes.
Fue Fernando VII quien ordenó en 1818 la reconstrucción del edificio que Villanueva había proyectado como Gabinete de Ciencias Naturales y el que, a instancias de su esposa, María Isabel de Braganza, tomó la decisión de crear en él Real Museo de Pinturas y Esculturas.
Un símbolo. Los reyes de España posan a la entrada del Museo del Prado, en 2018. /EFE
En 1840 fue calificado ya como una de las mejores pinacotecas de Europa, tras haber enriquecido sus fondos con obras de las escuelas de pintura alemana, francesa o italiana y de haber colgado de sus paredes obras procedentes de los palacios reales de Madrid, El Escorial o Aranjuez.
Entre sus joyas, El jardín de las Delicias de El Bosco, El caballero con la mano en el pecho de El Greco, El tránsito de la Virgen de Mantegna, La Sagrada Familia conocida como La Perla de Rafael, Carlos V a caballo en Mühlberg de Tiziano, El Lavatorio de Tintoretto, el Autorretrato de Durero, Las Meninas de Velázquez, Las tres Gracias de Rubens o La familia de Carlos IV de Goya.
Al natural. En 2017 los performers Adrián Pino y Jet Brühl se desnudan delante de Adán y Eva en El Prado /
Tras sucesivas ampliaciones, en 2007 se culminó la reforma más ambiciosa, y también polémica, del arquitecto Rafael Moneo, que incorporó al edificio original el claustro y atrio de los Jerónimos, espacio que se ha completado con el Casón del Buen Retiro y el Salón de los Reinos que albergó el Museo del Ejército.
Huyendo de la crítica (1874), de Pere Borrell i del Caso.
El Museo del Prado acoge, además de su colección permanentemente, exposiciones monográficas que reciben decenas de miles de visitantes, como las dedicadas a Velázquez y Goya en la década de los 90 del pasado siglo, las de Tiziano y Manet de 2003 y otras posteriores de El Greco, Picasso o Sorolla.
La candidatura del Prado, propuesta conjuntamente por Mario Vargas Llosa y Antonio Muñoz Molina, fue una de las 29 de 14 nacionalidades que optaban a este galardón, que el pasado año recayó en la periodista mexicana Alma Guillermopietro.
El jardín de las delicias (1515). La impactante obra de El Bosco.
Éste es el segundo de los galardones convocados por la Fundación Princesa de Asturias en fallarse, después de que el pasado miércoles se concediera el de las Artes al dramaturgo inglés Peter Brook, considerado el mejor director teatral del siglo XX.
El Premio de Comunicación y Humanidades, al igual que el resto de los que concede anualmente la Fundación Princesa de Asturias, está dotado con 50.000 euros -algo no muy significativo para su presupuesto, que ronda los 50 millones de euros– y una escultura diseñada por Joan Miró, y será entregado en octubre en una ceremonia que tradicionalmente presiden los reyes en el teatro Campoamor de Oviedo.
Fuentes: La Vanguardia y Clarín.