Algunos expedientes avanzan con velocidad en la Justicia argentina. A una semana de la declaratoria de herederos de la sucesión de María Kodama, que tres meses después de su muerte convirtió a los cinco hijos del señor Jorge Kodama (hermano de la escritora) y de la señora María Luisa Massini en “herederos universales” del legado Kodama-Borges, comenzó esta mañana el inventario en la sede de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges (Anchorena 1660), que sigue cerrada al público.
Asistieron al inventario los cinco sobrinos (de mayor a menor: Mariana del Socorro, Martín Nicolás, María Victoria, Matías y María Belén), el abogado Fernando Soto (en representación de la Fundación), la secretaria de la institución, Sara Sartore, y un especialista en la obra de Borges, el doctor en Letras e investigador del Conicet Lucas Adur. Acaso cabalísticamente, también participaron cinco oficiales de Justicia. El inventario llevará varios días.
En un inventario judicial se determinan los bienes que pertenecían a una persona y que se encuentran en un lugar; en este caso, se debe discriminar cuáles eran los bienes de Kodama y cuáles los de la Fundación creada por la viuda de Borges en 1988. Como varios allegados sintetizaron a LA NACION, “la Fundación era María Kodama”. No obstante, no todos los bienes de la Fundación eran de ella; la hemeroteca, con una colección de publicaciones que va de 1870 a 1970 y que incluye las primeras colaboraciones de los grandes escritores del siglo XX, fue donada por Sergio Provenzano.
Respecto del inmueble, Kodama contó que para comprarlo había tenido que sacar una hipoteca sobre su departamento, “pero no tenía dinero para hacer las reparaciones que la casa necesitaba y los arreglos para adaptarla a su nueva función”, agregó. También reveló que el empresario Eduardo Costantini la había alentado a abrir la Fundación Borges.
Como se informa en la página web de la institución, la Fundación alberga objetos que pertenecieron a Borges: su biblioteca, las primeras ediciones de sus libros y algunos manuscritos; su colección de bastones, cuadros, talismanes; los premios, condecoraciones y diplomas recibidos. La biblioteca de Borges, cuya restauración financiaron el Banco Ciudad y LA NACION, pertenecía a Kodama. Se presume que los herederos la conservarán en la Fundación.
Consultada por este diario, la letrada María Victoria Kodama, que fue nombrada administradora de los bienes de su tía por la Justicia, dijo que ella y sus hermanos preparan un documento para enviar a la prensa referido al destino del legado de Borges.
Fuente: La Nación