«Esta foto parece haber desaparecido de mis tweets. Aquí está de nuevo, sólo para que conste» fue el tuit que publicó Rushdie junto a una imagen donde se lo ve con su nuevo aspecto luego del ataque por el cual perdió la visión de un ojo. En el retrato, informal, como una selfie, Rushdie sonríe levemente y levanta las cejas, asoman en su rostro las cicatrices, las lentes de sus anteojos reflejan la pérdida: la derecha es oscura. Es el ojo que quedó ciego.
La publicación de Rushdie había circulado horas antes pero luego despareció de su perfil, por lo que el escritor decidió volver a postearla. Antes también había compartido en su red social (@SalmanRushdie) la entrevista en exclusiva con The New Yorker, que significa su primera aparición pública luego del atentado que sufrió el pasado 12 de agosto en Nueva York, en el que recibió varias puñaladas en el cuello y el abdomen y tuvo que ser operado de urgencia.
Rushdie volvió ahora a la escena pública con la publicación de un nuevo libro, «Ciudad Victoria», que será lanzado mundialmente este viernes por el sello Penguin Random House. Además de la pérdida de visión de un ojo, el escritor, de 75 años tiene dificultades para escribir y a veces, también pesadillas, confesó en la entrevista realizada por el director de The New Yorker, David Remnick.
Consultado por su estado de salud, Rushdie responde: «Bueno, ya sabes, he estado mejor pero, considerando lo que pasó, no estoy tan mal. Como puedes ver, las heridas grandes se han curado, esencialmente. Tengo sensibilidad en el dedo pulgar y el índice y en la mitad inferior de la palma. Estoy haciendo mucha terapia de manos y me dicen que me va muy bien». Pregunta, entonces, el periodista «Puedes escribir?» -«No muy bien, por la falta de sensibilidad en estos dedos». Dirá luego: «Escribo más despacio. Pero lo estoy consiguiendo».
La entrevista va acompañada por una fotografía que tomó Richard Burbridge y también es impactante: en blanco y negro, Rusdhie sonríe como en mueca, en el cuello una costura de una herida, en el pómulo otra y uno de sus ojos también está tapado por una lente negra que oculta el ojo cuya visión perdió tras el ataque. Pero su rostro no pierde el tino, ni el tono. Aprendió a lidiar con la censura y la persecución hace muchos años, cuando publicó «Los versos satánicos» en la década del 80 y por el cual su país lanzó una «fatwa» para matar al escritor por considerar ese texto un acto de herejía.
Tras el ataque, su libro más famoso se disparó en ventas. Y Rushdie lo lamentó: «Ahora que casi me muero, todos me aman». Y conectó el pasado con el presente: «Ese fue mi error, en ese entonces. No solo viví sino que traté de vivir bien. Mal error. Recibir 15 puñaladas, mucho mejor».
«Me he esforzado mucho durante estos años para evitar las recriminaciones y la amargura (…) Una de las formas en que he lidiado con todo esto es mirar hacia adelante y no hacia atrás. Lo que sucede mañana es más importante que lo que sucedió ayer», dijo.
El próximo viernes saldrá a la venta, en todo el mundo, el nuevo libro «Ciudad Victoria», una novela realista que sella su renacimiento vital y literario con una historia en la que viaja hasta la India del siglo XIV para seguir a una niña de nueve años llamada Pampa Kampana.