La escritora polaca Olga Tokarczuk se quedó con el Nobel correspondiente a 20018(Beata ZAWREL / REPORTER / AFP)
Minutos pasada las ocho de la mañana —en Suecia la una de la tarde—, la Academia dio los nombres de los ganadores. Esta vez, como el año pasado el Premio Nobel no se entregó por un escándalo que incluyó filtración de nombres, abuso sexual, un encarcelamiento y renuncia masiva de los académicos, el galardón venía por partida doble: 2018 y 2019. ¿Los ganadores? Olga Tokarczuk y Peter Handke, respectivamente . Al escritor austríaco los lectores de América Latina lo conocen mejor, ya casi todos sus libros están traducidos al español. ¿Pero de la autora polaca? ¿Quién es?
Olga Tokarczuk nació en 1962 en Sulechów, Polonia. Estudió psicología en la Universidad de Varsovia y trabajó durante muchos años en el sistema de salud: primero como voluntaria en la atención de enfermos mentales, luego como psicoterapeuta en la clínica de Walbrzych. Entró en la literatura con timidez: en 1979 publicó sus primeros cuentos en la revista juvenil Na przełaj bajo el seudónimo de Natasza Borodin. Su primer libro (El viaje de los hombres del Libro) vio la luz en 1993, pero su mayor éxito y reconocimiento llegó en 1996 con la saga familiar Un lugar llamado antaño, a través de la cual retrató la historia de Polonia en el siglo XX.
Tras la popularidad de sus novelas una escritora reconocida, decidió mudarse a Nowa Ruda, una ciudad pequeña en el sudoeste de Polonia, cerca de la frontera con la República Checa, al borde de la cordillera central de los Sudetes. Allí se refugia con un sólo objetivo: escribir.
Entonces produjo y produjo sin cesar. Escribió libros de relatos: El ropero, Concierto de varios tambores y Casa diurna, casa nocturna (dos de los relatos de este libro fueron adaptados al cine). Uno de ensayos: La muñeca y la perla. Y novelas, el género que más trabajó: Anna Inn en los sepulcros del mundo, Los corredores, Historias últimas, Ara a través de los huesos de los difuntos (el libro fue adaptado al cine por Agnieszka Holland y Katarzyna Adamik en el 2017 bajo el título El trofeo).
“Ella es una escritora tan especial, tiene un rango increíble. También es activista política y disidente, y una figura decorativa para una política ambiental más progresista, feminista. Es una intelectual pública y no rehúye eso», dijoa The Guardian Jacques Testard, editor en Fitzcarraldo, su sello en el Reino Unido.
Por ejemplo, en 2014, su sello editorial natal debió contratar guardaespaldas para protegerla. En aquella oportunidad, había comentado que Polonia había cometido “actos horrendos” de colonización en el pasado, lo que indignó al derecha de su país y recibió amenazas de muerte. Tokarczuk es una figura pública en Polonia, reconocida activista, intelectual y crítica de la ultra derecha y la política polaca, además de bestseller.
Sin dudas, su título donde ahoda más en su pensamiento feminista es la novela Anna In in the Tombs of the Tombs of the World, no traducida aún al español, donde emplea estrategias como la modernización de la historia, ahora ambientada en un mundo distópico, de alta tecnología y futurista para reinterpretar el mito sumerio de la diosa Inanna a través de un enfoque feminista y junguiano. La obra se presenta como una voz crítica en el contexto de la reacción antifeminista que tomó forma en ese momento en la política polaca y puso en peligro las conquistas feministas ganadas.
Con Flights se posicionó en el mundo entero: ganó el prestigioso premio Man Booker International —que distingue a los mejores libros traducidos al inglés—, publicada por el sello Fitzcarraldo Editions con traducción de Jennifer Croft. Además, fue galardonada con premios como el Brueckepreis o el Nike, el más prestigioso de los que se conceden en su país. Sus obras se han traducido a treinta idiomas. Para la crítica, se trata de “una de las mejores y más celebradas escritoras polacas actuales”.
“Escribir novelas es como contarse cuentos uno mismo en la madurez, como hacen los niños antes de dormir, que utilizan el lenguaje que se encuentra en la frontera entre el sueño y la conciencia, describiendo y creando”, dijo una vez. Pero su trabajo no es sólo la escritura. También colabora en la organización del Festiwal Opowiadania (festival de relatos), da clases de escritura creativa en la Universidad de Opole y desde 2004 es miembro del partido Los Verdes.
El Nobel de Literatura no sólo la pone en boca de todos una vez más, sino que la confirma como una de las voces más fuertes de la actualidad. Según detalló el comité organizador de la Academia Sueca, ganó el Nobel 2018 “por una imaginación narrativa que con pasión enciclopédica representa el cruce de fronteras como una forma de vivir».
Fuente: Infobae