Llegó el día del anuncio de los ganadores del premio Internacional Booker 2020, que se realizó en Londres según los protocolos de la «nueva normalidad», esto es, en una celebración virtual como tantas otras en «un año atípico», como señaló la editora Fiammetta Rocco en la transmisión organizada por la BBC. El libro de ficción traducido al inglés elegido fue The Discomfort of Evening, de Marieke Lucas Rijneveld (1991), que pide que en inglés se refieran a su persona en plural (they y them, en un uso equivalente al del lenguaje inclusivo en español para las personas no binarias). Rijneveld es quizás la primera persona «no binaria», ni de género masculino ni femenino, en ganar un premio de la envergadura del Booker. Su novela debut fue traducida al inglés por Michele Hutchison y publicada por Faber & Faber, y en español lleva el título de La inquietud de la noche (Temas de Hoy), y la tradujo María Rosich Andreu. Narrada desde el punto de vista de una niña de diez años, e inspirada en la muerte del hermano de Rijneveld, cuenta la historia de amor entre dos chicas.
«Mi familia está demasiado asustada para leer mi novela», declaró Rijneveld, de veintiocho años. «De pequeño me sentía un niño, me vestía como un niño y me comportaba como un niño, pero los chicos de esa edad siguen siendo neutrales en su género -declaró en una entrevista-. En la adolescencia, me vestí de niña y me convertí en una chica; luego a los veinte volví a ser el chico que había sido en la escuela primaria». Su segundo nombre, Lucas, proviene de un novio imaginario que «tuvieron» cuando eran pequeños. Rijneveld y Hutchison compartirán en partes iguales el premio de 50.000 libras.
El presidente del jurado, Ted Hodgkinson, señaló que la novela de Rijneveld «reinventa sin descanso las narrativas recibidas, desde los mitos fundamentales hasta el folclore familiar, y sumerge a los lectores en encuentros inquietantes y placenteros, en estado de transición».
Las otras cinco novelas semifinalistas este año fueron Temporada de huracanes, sobre el femicidio de una bruja en un pueblo imaginario que puede identificarse con cualquiera de México y aun de América Latina, de la mexicana Fernanda Melchor; Tyll, del alemán Daniel Kehlmann, protagonizada por un personaje legendario del folclore germano que «viaja» en el tiempo hasta las primeras décadas del siglo XX; The Enlightenment of the Greengage Tree, una novela política y cómica en la estirpe de los libros de Salman Rushdie, de la iraní Shokoofeh Azar; The Memory Police, «distopía totalitaria» de la japonesa Yoko Ogawa, autora conocida por los lectores argentinos por el best seller internacional La fórmula preferida del profesor; y Las aventuras de la China Iron, de la argentina Gabriela Cabezón Cámara, publicada por Charco Press, sello que dirige la argentina Carolina Orloff, y traducida por Iona Macintyre y Fiona Mackintosh. Charco Press también lanzó la versión al inglés de La Virgen cabeza, primera novela de la autora, con traducción de Frances Riddle.
De 2005 a 2015, el Booker International se concedía a un autor por la totalidad de su obra literaria. Entre otros, lo recibieron el albanés Ismail Kadaré, la canadiense Alice Munro y el húngaro László Krasznahorkai. Desde 2016, el premio de 50.000 libras se otorga a un libro de ficción de un autor extranjero traducido al inglés y la suma de dinero se comparte entre autores y traductores. Los demás autores y traductores semifinalistas reciben mil libras. En esta nueva etapa ganaron La vegetariana, novela de la coreana Han Kang; A Horse Walks Into a Bar, del israelí David Grossman, Los errantes, de la polaca y premio Nobel de Literatura 2018 Olga Tokarczuk y, en 2019, Celestial Bodies, de la omaní Jokha Alharthi. Hasta hoy ningún autor en lengua española ganó el Booker International.
Argentina sigue en la espera
En esta segunda etapa del Booker International, nuevamente la novela de una autora argentina queda seleccionada como semifinalista en la shortlist. En 2017 había sido el turno de Distancia de rescate, de Samanta Schweblin; en 2018, Matate, amor, nouvelle de Ariana Harwicz figuró en la «lista larga» y, el año pasado, Schweblin estuvo en la primera ronda de seleccionados con la traducción al inglés de los cuentos de Pájaros en la boca.
El jurado del Booker, que se declaró «orgulloso» de la selección, estuvo presidido por el crítico y editor inglés Ted Hodgkinson, y lo integraron la traductora y escritora Jennifer Croft, la escritora mexicana Valeria Luiselli, el escritor y músico indio Jeet Thayil y Lucie Campos, directora de Villa Gillet en Francia. Los jurados leyeron 124 libros traducidos al inglés de 30 idiomas.
Fuente: La Nación