En consecuencia, Mariana del Socorro, Martín Nicolás, María Victoria, Matías y María Belén, devienen sucesores del legado del autor de «El Aleph» que estuvo en guarda de la docente, traductora y escritora hasta que murió a los 86 años.
La decisión la tomó el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil número 11, el mismo que en 1986 se encargó de la sucesión de sus bienes en favor de María Kodama, su viuda y albacea, y fue confirmada a Télam por María Victoria Kodama y Massini, quien es abogada y representa a la familia en la demanda.
De esta manera, a través de la resolución 21583/2023, el juzgado resolvió «declarar, en cuanto hubiere lugar por derecho, que, por el fallecimiento de Kodama suceden, en su carácter de universales herederos sus sobrinos» y agrega: «estas han sido las únicas personas presentadas en autos invocando derechos hereditarios».
Para Fernando Soto, quien representó judicialmente a la escritora y traductora, la noticia es «un alivio», y dijo a Télam que se trata de «la culminación de un proceso donde los derechos de Kodama y de Borges no van a quedar en el Estado», lo que consideró que «hubiera sido catastrófico».
«Ellos heredan toda la obra de Borges y heredan todo el patrimonio cultural, físico, objetos y propiedad intelectual, absolutamente todo», indicó quien hoy es miembro del Consejo de Administración de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges que presidía Kodama y que ahora tiene una presidencia interina, donde contó que se van a renovar autoridades en julio, «dentro de muy poco».
Esta novedad tiene un capítulo previo y se remite a cuando Soto, a días de la muerte de su representada, anunció que no había testamento ni herederos conocidos y entonces se inició una causa por «herencia vacante» y los cinco sobrinos de Kodama, Mariana del Socorro, Martín Nicolás, Matías, María Belén y María Victoria hicieron una presentación judicial reclamando la herencia.
Quienes demandaron ser los legítimos legatarios de la obra de Borges y legítimos sucesores del patrimonio que hasta ahora había administrado Kodama son hijos de su hermano Jorge, fallecido el 30 de julio de 2017, representados por María Victoria, en su carácter de abogada.
Cautelosa y atenta a que estuviera la declaratoria de herederos dictada, la abogada confirmó a Télam que con sus hermanos la decisión era continuar «en el mismo camino que María durante tantos años, con el mismo agente literario y en contacto con los miembros de la fundación para iniciar esta nueva etapa cuando seamos declarados herederos. Continuaremos asesorándonos y escuchando a los expertos en miras a difundir la obra de la mejor manera como entendemos lo hizo ella en vida».
El agente es Andrew Wylie, quien también es representante de los derechos de las obras de autores como Roberto Bolaño, Vladimir Nabokov, Emmanuel Carrère, Alice Munro, John Cheever, Alessandro Baricco, Karl Ove Knausgard, Yasunari Kawabata, Orhan Pamuk y Susan Sontag.
«Ellos claramente tienen decidido apoyar a la Fundación para difundir la obra de Borges en el mundo. Así que, cuando digo que es una nueva etapa que se abre, es una nueva etapa con alivio y alegría que se abre, con tristeza por la pérdida de María y por alegría por la continuación de la producción de la obra», destacó hoy Soto.
Si bien Kodama había manifestado en sus últimos años que tenía «todo resuelto» en torno al legado de Borges así como su desconfianza sobre las instituciones argentinas y la intención de que fuera custodiado por alguna universidad extranjera, a los ocho días de su muerte Soto, su representante legal por casi 20 años, afirmó que no había testamento.
Pero la presentación de los hijos de Jorge Kodama y María Luisa Massini, primero ante el Juzgado Civil número 94 y luego «por razones de conexidad» a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil número 11, modificó la escena en torno a esta herencia y este legado.
La solicitud de los hermanos Kodama era ser reconocidos como «únicos herederos» según la «vocación hereditaria» que surge del artículo 2439 del Código Civil y Comercial de la Nación, debido a que «María falleció siendo de estado civil viuda de sus primeras nupcias de Jorge Luis Borges y sin haber dejado descendencia», se lee en la presentación, y habiendo fallecido también su hermano Jorge, padre de ellos.
En el escrito, declararon desconocer si existe una «última voluntad» de su tía, algo sobre lo que Soto había encendido las alertas, cuando en rueda de prensa aseguró que quien durante los últimos 37 años custodió la obra del autor de «Historia universal de la infamia», no había dejado testamento con indicaciones sobre el legado literario que pasará a dominio público en 2056, cuando se cumplan 70 años de la muerte de Borges.
De esta manera, en el escrito presentado el 4 de abril habían pedido inventariar y secuestrar «con carácter urgente» los «bienes muebles» «determinar el contenido del acervo sucesorio» y «salvaguardar» la «herencia» de «gran valor literario e histórico», compuesta entre otras cosas por «importantes obras literarias, premios y condecoraciones», «manuscritos, fotografías, material periodístico» y «títulos de propiedad».
Los cinco sobrinos de Kodama solicitaron «facultar» a la justicia a «allanar domicilio, hacer uso de la fuerza pública y contratar los servicios de un cerrajero para violentar las puertas de ingreso y/o cajas de seguridad que pudiera haber en los inmuebles», en caso de ser necesario; y que se «designe depositaria de los bienes» a María Victoria, quien los representa incluida en la demanda.
Al tiempo que solicitaron se «decrete» la «inhibición general de bienes de la causante», su tía fallecida, y se les informe sobre «cuentas corrientes, cajas de ahorro» y de «seguridad», así como «créditos» o «valores que se hallen a su orden»; y se «ordene librar oficio al registro de la Propiedad Intelectual a los fines de que informe la totalidad de las obras de propiedad intelectual bajo la titularidad de la Sra. María Kodama y el Sr. Jorge Luis Borges».
Después de dos meses de la presentación del escrito, hoy el juzgado a cargo de la jueza Alejandra Abrevaya emitió su declaración en la que declara en cuanto hubiere lugar por derecho, que, por el fallecimiento de María Kodama le suceden en su carácter de universales herederos sus sobrinos Mariana del Socorro Kodama y Massini, Martín Nicolás Kodama y Massini, María Victoria Kodama y Massini, Matías Kodama y Massini y María Belén Kodama y Massini. Estas han sido las únicas personas presentadas en autos invocando derechos hereditarios».