«Algún día hay que dejar de hacer lo que se puede, conviene o se adapta a las circunstancias socioeconómicas. Algún día tenemos que empezar a hacer lo que realmente queremos a pesar de todo eso», así abre el editorial de Historieta Revólver, firmado por Paula Varela, escritora, guionista especializada en televisión infantil, y editora de la revista junto a Néstor Barron, también escritor y guionista de historietas.
Esta nueva revista de historieta nacional salió a la calle en abril de 2019, y a finales de agosto ya llegó al cuarto número. Es mensual, se distribuye en kioscos de diarios y comiquerías y, según su casa editoral (la flamante Primavera Revólver, fundada por Varela y Barron), vino para quedarse. Son 96 páginas en papel ilustración, con excelente impresión. La publicación se plantea en tomos coleccionables, con historietas unitarias y series que concluyen cada cuatro números. De ese modo «logramos que el lector vaya confiando en nosotros”, dice Barron, “porque en los últimos años hubo varias experiencias frustradas, que a veces dejaban a los lectores con historias inconclusas”.
Historieta Revólver. La tapa del número 4, ahora en los kioscos.
En septiembre sale el número cinco, que da inicio a otra serie de cuatro números que formarán el tomo 2. Y, según prometen, viene recargado: contará con la participación de autores clásicos comoRobin Wood, Mandrafina, Alcatena, Lalia, Risso, Trillo... Más la siguiente generación de renombre internacional como Salvador Sanz, Sergio Ibáñez, Gustavo Schimpp, Taborda… Y también las generaciones más jóvenes como Sergio Carrera, Aleta Vidal, Manuela Mauregui, Tomás Aira, Diego Pogonza, Gonzalo Duarte, Ezequiel Rosingana, Osozeth… La idea de la revista es que convivan unos con otros, que Historieta Revólver sea el denominador común.
«Nadie creía que la opción de vender en kioscos fuera válida en estos tiempos, pero la realidad es que la mayoría de las revistas las vendemos a través de ese medio, además es la mejor forma de llegar al interior del país, desde donde más nos escriben pidiendo la revista», comenta Paula. “De todos modos”, acota Néstor, “para una editorial independiente no es simple el acceso a todos los kioscos; muchas veces nos escriben desde pequeños pueblos diciendo que la revista no llegó, y tenemos que enviársela en forma personal”.
Historieta Revólver. Viñeta de Marcelo Basile
El proyecto surgió a partir de la creación de la editorial Primavera Revólver, que pretende especializarse en «publicaciones impredecibles» como dicen Néstor y Paula. Entre sus proyectos incluyen literatura, textos académicos, libros infantiles y otras rarezas.
Los guiones son la piedra angular del criterio de selección del material que se publica en la revista. Buscan que haya peripecia y que siempre se cuente una historia que pueda resultar interesante para todo público, más allá del círculo de fans de los cómics. No hay una preferencia de temáticas o de épocas del relato: entre el material ya publicado se pueden encontrar historias fantásticas que suceden en Bolivia o en Nueva Orleans, relatos históricos que van del Buenos Aires colonial a la guerra de Malvinas, reelaboraciones de mitos japoneses o del rey Arturo, policiales, de suspenso, y hasta una comedia con una superheroína.
Historieta Revólver. La tapa del número 3.
“Es primordial que no sean solo anécdotas como excusa para el dibujo, como tantas veces sucede”, dicen. Aunque se basen en esta idea, por supuesto no descuidan el dibujo, al que consideran fundamental, y por eso eligen a los artistas que están en la revista.
Entre el material ya publicado se pueden encontrar historias fantásticas que suceden en Bolivia o en Nueva Orleans, relatos históricos que van del Buenos Aires colonial a la guerra de Malvinas, reelaboraciones de mitos japoneses o del rey Arturo, policiales, de suspenso, y hasta una comedia con una superheroína.
En los cuatro primeros números han intervenido 24 artistas, que crearon un total de 384 páginas para que los lectores disfruten. Cuenta Paula Varela: “Así uno de nuestros objetivos se va cumpliendo: generar un nuevo medio donde los artistas de la historieta argentina publican regularmente en su propio país, y donde los más jóvenes comparten esta experiencia con autores consagrados”. En ese sentido, completa Néstor Barron: “Confiamos en que Historieta Revólver se convertirá en un semillero de talentos y un espacio de experimentación que motive a los artistas a desarrollar nuevos trabajos, sabiendo que la periodicidad de la revista les permite un contacto fluido y una respuesta casi inmediata de los lectores”.
Historieta Revólver. Viñeta de Barron – Taborda
¿Por qué en papel en tiempos en los que lo digital parece dominar todo? «Porque creemos que la lectura en las redes tiene un gran valor para noticias de actualidad o búsqueda de información inmediata, pero el arte gráfico en papel no compite con internet ya que es otra experiencia de lectura: tiene que ver con el placer, que en gran medida es físico. Esa costumbre humana puede desaparecer en algún momento. Pero todavía ese momento no llegó», opina Néstor. Aunque «también es posible que estemos totalmente equivocados y estemos locos por financiar una revista en papel en estos tiempos…», agrega Paula, con un tono irónico.
Creemos que la lectura en las redes tiene un gran valor para noticias de actualidad o búsqueda de información inmediata, pero el arte gráfico en papel no compite con internet ya que es otra experiencia de lectura.
La publicación en papel implica costos mucho más altos que la web. Financiarla no es tarea fácil. “La editorial es un emprendimiento familiar”, dice Paula, “invertimos nuestros ahorros en un sueño, porque amamos el arte profundamente. Pero sobre todo invertimos tiempo y nos encargamos de todo: selección del material, contacto con los autores, diseño y maquetación de la revista, supervisión de imprenta, distribución, cobranzas, administración… Somos dos para todo. Por eso podemos sacarla a un precio muy económico”.
La apuesta al precio económico -120 pesos cada número- tiene que ver también con ayudar a que la lectura sea accesible para más gente. “Nos interesa la idea de lectura compartida, la presencia de la revista en la casa, por ejemplo, hay más de una familia que sigue la revista, y la leen padres e hijos, o amigos que viven juntos. Quisiéramos recuperar lo que sucedía antes con la historieta: uno leía y aprendía sobre historia, geografía, cultura general, de una manera lúdica, creativa”.
Fuente: Clarín