Salamina y Ordesa son dos lugares separados por 3.201,6 kilómetros y que este martes por la noche el premio Planeta ha hermanado en su 68ª edición premiando a dos de los autores españoles más queridos y leídos por el público. Los coetáneos Javier Cercas (Ibahernando, 1962) y Manuel Vilas (Barbastro, 1962) han sido proclamados respectivamente ganador y finalista del galardón más popular de las letras españolas, en una gala celebrada en la sala oval del MNAC con el rumor de fondo de las protestas contra la sentencia del procés.
El ganador del Planeta, que está dotado con 601.000 euros, había ocultado su nombre tras el seudónimo de Melchor Marín y el título ficticio de su obra era “Cristales rotos”, mientras que el finalista de este destacado premio ha sido Manuel Vilas, que se presentó con el seudónimo de Viveca Lindfors, por la novela “Alegría”, que llevaba el título ficticio de “Tal como éramos”.
Terra Alta, la novela de Cercas, tiene aroma de thriller y está protagonizada por Melchor Marín, ex delincuente convicto y mosso d’esquadra destinado en Gandesa, un héroe de los atentados yihadistas del 2017 que se enfrenta a la resolución de un asesinato que le hará pagar un precio muy alto. “Es la primera vez en mi vida que me presento a un premio literario”, afirmó el autor, quien prosiguió: “Cada año, mis vecinos y la portera me dicen ‘no se preocupe, algún día ganará el Planeta’. Es, para mí, un libro especial y la mejor manera de darlo a conocer era este premio. El peligro de los escritores es repetirnos, y este libro es un intento de cambiar, de convertirme en otro escritor, es radicalmente distinto de todo lo que he hecho. Hasta ahora, mis libros los concebía como policíacos en que el culpable se conocía al principio. En este caso, hay que llegar a la última página para saberlo”. En la comarca de la Terra Alta, “una mañana, aparecen asesinados en su masía los propietarios de la mayor empresa del lugar”. Por otro lado, “se revela el pasado oscuro del
policía”. Aborda temas como “el valor de la ley, la posibilidad de la justicia, la posibilidad de la venganza”.
La historia del policía discurre paralela a la narración de la crisis de un matrimonio de clase alta. El jurado ha destacado la “profundidad psicológica” de la trama.
El jurado ha destacado la “profundidad psicológica” de la trama de Cercas
Cercas es uno de los autores españoles más vendidos. Su salto a la fama le llegó con la novela Soldados de Salamina (2001), un fenómeno editorial inspirado en el fusilamiento frustrado de Rafael Sánchez Mazas. Otros de sus títulos son La velocidad de la luz (2005), Anatomía de un instante (2009), donde reconstruye el intento de golpe de estado del 23-F, Las leyes de la frontera (2012), El impostor (2014), su aproximación al caso de Enric Marco, el falso superviviente de los campos de concentración nazis, o El monarca de las sombras (2017), un viaje a la guerra civil a través del caso real de un familiar suyo.
Por su parte, la novela finalista, Alegría, de Manuel Vilas, presenta tintes autobiográficos y generacionales . En ella, vemos a “un hombre en la madurez de su vida –explicó el ganador– que se da cuenta de que la alegría es el sentimiento más importante de la vida, más que la felicidad, y se da cuenta de que memoria y alegría son la misma cosa. Es una novela sobre los sentimientos familiares, los afectos profundos y la relación entre padres e hijos. Es una obra de búsqueda de sentimientos puros en un mundo en crisis. El protagonista viaja mucho, hay muchos hoteles”. La novela asimismo “trata el presente social y político de España y del mundo”. “Es una invitación humilde al lector para recordarle que la alegría es un derecho de todos los seres humanos”, concluyó. El jurado ha apuntado que además se realiza una disección muy aguda de la sociedad española contemporánea.
Cercas es uno de los autores españoles más vendidos. Su salto a la fama le llegó con la novela ‘Soldados de Salamina’
Vilas, muy conocido como poeta (recientemente Visor ha publicado su Poesía completa), se ha labrado una carrera como narrador a lo largo de los años que no estalló comercialmente a gran escala hasta que, el año pasado, publicó Ordesa, su estremecedora y vital confesión autobiográfica que incluye desde la muerte de sus padres a sus problemas con adicciones pasando por todo tipo de afectos, inseguridades, pasiones, opiniones, ideas, alegrías y miedos. Otros libros suyos son España (2008), Aire nuestro (2009), Los inmortales (2012), El luminoso regalo (2013) o Lou Reed era español (2016).
La gala, a la que han asistido la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el presidente del Senado, Manuel Cruz, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, el ministro de Cultura José Guirao, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pero ningún representante destacado del Govern de la Generalitat, se ha celebrado en el contexto de las protestas por la sentencia del procés, que se convocaron ya desde la tarde en la plaza Espanya, a pocos metros del evento.
Desde el año 2007 –con J.J.Millás y Boris Izaguirre– no se daba la situación de que ganador y finalista fueran dos hombres
Desde el año 2007 –con J.J.Millás y Boris Izaguirre– no se daba la situación de que ganador y finalista fueran dos hombres. Tampoco es la primera vez que gana el Planeta un autor de otro grupo editorial aunque hay que remontarse a los años 90 (casos de Camilo José Cela o Mario Vargas Llosa) para encontrar ejemplos de impacto similar.
Los dos autores premiados publicaban últimamente en el grupo rival de Planeta, Penguin Random House. La decisión de Cercas de presentarse al premio fue tomada hace aproximadamente un año y alcanzó a comunicársela en vida a su editor en Literatura Random House, Claudio López de Lamadrid, fallecido el pasado enero. Otro dato es que la agencia Balcells representa a Cercas (como al ganador del año pasado, Santiago Posteguillo) mientras que Vilas es un autor de Casanovas Lynch.
La expectación que despiertan, este año, los dos títulos del premio Planeta es superior a la de otras ediciones recientes. La editorial informa que los libros saldrán a la venta a principios de noviembre.
Fuente: La Vanguardia