Isabel Preysler (Manila, Filipinas, 71 años) ha dado por finalizada su relación con el escritor Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 86 años) con una exclusiva. “Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”, ha declarado la socialité a la revista ¡Hola!.
Durante ocho años han formado una de las parejas más mediáticas y atípicas de la prensa del corazón.
Él, premio Nobel de literatura, político, columnista en EL PAÍS; ella, reina de la prensa rosa, protoinfluencer del papel couché, que convirtió las portadas de ¡Hola! en un álbum familiar. Ha sido en este medio afín donde Preysler ha confirmado la noticia, de forma escueta y tajante. “No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión”.
Su separación, explican fuentes de la revista, ha sido sencilla: el cese de su convivencia y la intención de continuar cada uno por un camino diferente. A mediados de diciembre, tras una escena de celos, el escritor habría abandonado la vivienda de su pareja, en la que ambos convivían. Se habría instalado entonces en su domicilio en el centro de Madrid. “La de diciembre no era la primera vez que Mario abandonaba la casa”, explica la periodista Mamen Sánchez en la pieza de ¡Hola!. “Ya había sucedido en una ocasión antes por la misma causa, y que esta actitud sea recurrente es lo que ha convencido a Isabel de que no merece la pena seguir apostando por una relación sin futuro que a los dos los hace infelices”.
Isabel Preysler llegó a España desde Filipinas con 17 años por orden de sus padres, que pretendían alejarla de un amor que consideraban inapropiado. Acabó en los brazos de Julio Iglesias. Además de con el cantante, Preysler se casó con un noble, Carlos Falcó, y con un ministro socialista, Miguel Boyer. A pesar de los incesantes rumores, no ha pasado por el altar con Vargas Llosa.
Ambos se conocieron en los años ochenta. “Vi por primera vez a Mario en San Luis, Misuri, cuando lo entrevisté en el año 1986 para ¡Hola!”, explicaba hace años la empresaria. Entonces, Preysler estaba casada con Boyer, mientras que Llosa compartía proyecto de vida con su mujer, Patricia Llosa. “A partir de entonces, Miguel y yo entablamos una buena amistad con Mario y su mujer, que se ha mantenido durante todos estos años”.
La relación entre ambos no pasó a ser sentimental hasta 2015, cuando coincidieron en un viaje organizado por Porcelanosa —marca de la que Preysler es cara visible desde hace años— para visitar al entonces príncipe Carlos de Inglaterra en el palacio de Buckingham. Preysler había enviudado el año anterior. Llosa acababa de celebrar las bodas de oro con su mujer. La noticia se insinuó y se confirmó, cómo no, en las portadas de ¡Hola!, que desde entonces ha ido glosando su relación al detalle. Hasta su ruptura.
Fuente: El País.