El soneto «Sangre de Toro» aparece mecanografiado y sería la versión preliminar del que luego se incluyó en el libro «Comiendo en Hungría» (1969), que Neruda escribió junto al poeta guatemalteco Miguel Ángel Asturias, cuando viajaron juntos por Budapest.
El poema fue hallado en la casa de una amiga del poeta, Perla Grinblatt, esposa del abogado Sergio Teiltelboim, luego de la muerte de la mujer, el pasado 14 de julio, a los 94 años, informó la Universidad de Chile, que conservará el soneto.
Según relató Marcia Teitelboim Grinblatt, la menor de las tres hijas de ese matrimonio, el manuscrito fue encontrado «en una caja plástica» donde había «un montón de recuerdos (…) y de pronto veo este papelito doblado que para mí fue muy sorprendente».
Neruda tuvo una estrecha amistad con el matrimonio, al que obsequió «montones de poemas» y al que lo unía una amistad cultural y política, ya que todos pertenecían al Partido Comunista, contó otra de las hijas, Patricia Teitelboim Grinblatt.
La casa de esa familia fue varias veces allanada por los militares, después del golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973 quienes destruyeron los poemas, según contó Patricia, quien pensaba que ya no quedaba ninguno.
Los versos del soneto hallado, según el diario ABC de España, hacen referencia a la pasión de Neruda por la comida y la bebida, a tal punto que tomó su nombre de un famoso vino tinto húngaro.
«Robusto vino, tu familia / no llevaba diademas ni diamantes / sangre y sudor pusieron en su frente / una rosa de púrpura fragante», se lee en el primer párrafo de los cuatro que componen el soneto.
«Es un soneto aparentemente modesto, pero lo cierto es que conservar cualquier manuscrito de Neruda es guardar una joya. El sigue siendo uno de las grandes voces líricas en el concierto de la literatura mundial, aunque a veces la estupidez chilena lo desconozca», sostuvo el ensayista Grínor Rojo, director del Centro Estudios Culturales Latinoamericanos (Cecla) de la Universidad de Chile.
«‘Sangre de toro’ tiene la gracia de que es evidencia original de la reunión de dos de los más grandes poetas de América Latina, Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias, a pocos años de que ambos ganaran el Nobel, el chileno en 1971 y el guatemalteco en 1967. En ese sentido tiene también una lectura de orden general, en el que insisten estar comiendo y bebiendo no solos, sino que con todo el pueblo latinoamericano», señaló Rojo, según el comunicado de prensa.
El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, agradeció esta donación, que se une al acervo de la obra de Neruda que el mismo poeta comenzó a donar en vida a inicios de los años 50 y que incluye libros, caracolas, discos y otros documentos hemerográficos.