El reconocido filósofo e historiador José Pablo Feinmann, de 78 años, murió este viernes en Buenos Aires. Autor de numerosos libros, traducidos a varios idiomas, fue uno de los más reconocidos pensadores argentinos de las últimas décadas, en las que paseó su mirada lúcida sobre la política argentina, además de laureados trabajos como guionista de cine y TV, que lo hicieron merecedor de un premio Konex de Platino.
Su pública afinidad con el kirchnerismo lo situó en los últimos años en muchas situaciones que ameritaron ásperos debates con la oposición, pero siempre mantuvo el respeto de todos, porque el valor de su larga obra intelectual lo ubicaba por encima de las coyunturas circunstanciales. En los últimos años Feinmann había sufrido un ACV que le había dejado secuelas, acelerando su deterioro físico, y sus allegados recordaban que cuando en junio de este año falleció Horacio Gonzalez, otro intelectual de enorme prestigio, Feinmann lo despidió con una frase que preanunciaba su certeza del final: «Esperame Horacio, no voy a demorar».
El peronismo siempre albergo su militancia y pasión política, tuvo un recordado paso por el canal oficial Encuentro, que incluyó el ciclo televisivo «Filosofía, aquí y ahora», que es el material didáctico en materia de filosofía más visto en Internet. Su cercanía con Néstor Kirchner se consolidó cuando escribió «El Flaco», la biografía del expresidente fallecido en octubre de 2010, que ya en el poder lo mantuvo siempre como uno de sus referentes de consulta.
La noticia del deceso de José Pablo Feinmann fue difundida este viernes 17 de diciembre por el grupo editorial Planeta, donde el filósofo había publicado buena parte de sus obras.
En una de sus últimas apariciones públicas, en septiembre de este año, Feinmann había criticado al Frente de Todos por su derrota en las PASO y hasta había elogiado al presidente Mauricio Macri por su remontada electoral en la elección general de 2019, donde luego de una amplia derrota en las primarias consiguió reducir sensiblemente ese margen en el comicio que terminó llevando a Alberto Fernández a la Casa Rosada.
Esas declaraciones las había hecho entrevistado en el programa Segunda dosis, por Radio 10, señalando que «cuando Macri pierde en la primera instancia se larga a una campaña tremenda donde pone el cuerpo. Va él, habla en todos lados y así ganó más de un millón y medio de votos. Eso fue admirable», remarcó.
Con Alberto Fernández, en tanto, su relación estaba lejos de mantener la cercanía que tuvo con Néstor Kirchner, y no dudó en criticarlo, como ejemplo, por el caso Vicentín, cuando precisó que «eso fue trágico realmente, vergonzoso, salieron 20, 30, 50 o 100 personas a la calle, los locos de siempre, y se retrocedió cuando se pensaba expropiar, palabra que usó Alberto y que tiene un tufo comunista stalinista evidente». Había cuestionado entonces las «vacilaciones y tibieza» del Jefe de Estado, cuestionando que «no se hayan podido hacer cosas tan efectivas como habría que haber hecho en frenar la inflación, distribuir la riqueza aunque sea mínimamente, que la gente no siga pasando hambre”.
Sobre Cristina había elogiado su permanente capacidad para «poder reinventarse en cualquier momento», recordando que mantenía su «alta opinión» sobre la exmandataria, a la que le reconocía un indudable «talento político».
José Pablo Feinmann había nacido en Buenos Aires, el 29 de marzo de 1943, su legado incluye una quincena de novelas, decenas de guiones cinematográficos, una treintena de ensayos, obras de teatro y de televisión, nouvelles, cuentos y relatos. Sus libros han sido traducidos al francés, alemán, holandés e italiano.
Históricamente ligado al diario Página/12, donde su firma fue un sello distintivo durante muchos años, Feinmann dejó entre sus títulos la novela «Últimos días de la víctima», luego llevada al cine por Adolfo Aristarain,«El ejército de ceniza», «La astucia de la razón» y «La crítica de las armas», entre otras, y ensayos como «Filosofía y Nación»; «La filosofía y el barro de la historia» y «Peronismo (Filosofía política de una persistencia argentina)». Su muerte significa una pérdida de enorme impacto para la cultura argentina y se multiplicaban en redes sociales los mensajes de congoja y admiración hacia pensador desaparecido.
Fuente: Perfil.