Nacido en Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco) en 1970, el escritor se hizo conocido por una breve pero sólida producción que arrancó con «Bajo este sol tremendo» y casi una década después años volvió al ruedo con «Magnetizado», que recorre a través de entrevistas la personalidad de un asesino serial que en setiembre de 1982 tuvo en vilo a los taxistas de Buenos Aires y saltó a los titulares de las páginas policiales.
Busqued era ingeniero metalúrgico, una profesión que comenzó a compartir con el oficio de escritor en 2009, cuando publicó la novela “Bajo este sol tremendo”, una parábola negra sobre la herencia de la dictadura, la decadencia y la anomia del interior derruido que contrasta el despliegue de violencia y sordidez con las intervenciones de un narrador austero y preciso.
La novela, que resultó finalista del Premio Herralde, fue llevada al cine en 2016 por el realizador Adrián Caetano, con guión conjunto del escritor y del director de «Un oso rojo» y «Bolivia». Filmada en la localidad chaqueña de Lapachito, el film que cuenta con las actuaciones de Daniel Hendler y Leonardo Sbaraglia narra el viaje de un joven al Chaco, luego de enterarse del asesinato a escopetazos de su madre y su hermano.
Nueve años después de «Bajo este sol tremendo», el escritor volvió a la escena literaria con «Magnetizado» (2018), un libro de no ficción que recupera lejanamente el registro de «A sangre fría», de Truman Capote, para narrar la vida de Ricardo Melogno, un asesino serial de taxistas que en los años ochenta, en plena dictadura, asesinó a cuatro hombres de un disparo en la cabeza desde el asiento de atrás.
El relato que disecciona la mente de un asesino fue resultado de las noventa horas de conversación que el escritor mantuvo con Melogno en el penal de Ezeiza, quien hoy sigue detenido por su «peligrosidad potencial», después de haber cumplido la condena y más de veinte años de encierro, en la Unidad 20 del Hospital Borda.
Ni novela negra, ni realismo sucio, ni crónica, ni reportaje, ni nonfiction: con «Magnetizado» el escritor inventó un género descoyuntado, crudo como la realidad descarnada que lo inspira, con el que revitalizar los protocolos vencidos del realismo.
Con la misma austeridad con que regulaba su escritura, Busqued no solía tener una presencia activa en eventos literarios, pero pese a su módica fama sus libros tuvieron siempre una gran circulación producto de las elogiosas reseñas que se le dedicaron.
«No sé si se venden tanto. Quiero decir, no puedo pretender vivir de vender libros. O podría pretender vivir de las ventas de mis libros sólo si no necesitara alimentarme o pudiera prescindir de un techo o agua potable. Si esto es el éxito, es alto embole. Éxito es ser hijo de padres ricos. El resto es cagarse de odio y ver cómo pelearla. Antes estaba más enojado, ahora no tanto. Pero sigue siendo el mundo de los otros, no el mío», señaló en una entrevista con Télam a propósito de la aparición de «Magnetizado».
Busqued colaboró también en la revista El Ojo con Dientes y produjo además los programas de radio Vidas Ejemplares, El otoño en Pekín y Prisionero del Planeta Infierno.