Es que la viuda de Jorge Luis Borges perdió el pleito judicial y se trabó embargo sobre los derechos de autor de la obra más importante en lengua castellana del siglo XX.
La causa se remonta a 2009, cuando se publicó El Aleph engordado, un experimento literario de Katchadjian. El escritor tomó el célebre cuento de Borges y le agregó 5600 palabras. Él mismo se encargó de decir que era eso, un experimento. Pero Kodama, convertida ya en una celosa guardiana de la obra de Borges, entendió que había plagio en una tirada de 200 ejemplares que no representaban rédito económico para el escritor.
Seis años después de iniciada la querella, Katchadjian se vio beneficiado por la falta de mérito, pero casi inmediatamente lo volvieron a procesar, mientras buena parte de la intelectualidad argentina tomaba partido por el autor querellado. Por segunda vez le dictaron la falta de mérito y llegó la hora de las costas. El juzgado Civil Nº 1 estableció que Kodama debe abonar 888 mil pesos, de los cuales 200 mil son gastos de ejecución.
En Facebook, el abogado de Katchadjian, Ricardo Strafacce, compartió pasajes de la sentencia, que ordenó librar un oficio a los sellos editoriales Random House y Planeta para notificarlos de la situación. En rigor, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal había revocado el procesamiento en la causa por defraudación y dictado el sobreseimiento, dado que consideró que no había defraudado los derechos en poder de Kodama como heredera universal del autor de Ficciones. En la apelación de Kodama ante Casación, el recuerdo fue declarado desierto, con lo que quedó firme el sobreseimiento.
Ahora, a Kodama no le queda otra que pagar las costas. Hasta que no lo haga, no podrá sacar usufructo editorial de los derechos del hombre de quien fue secretaria y luego esposa.
Fuente: Página12