En el principio fue Minotauro. Suena a discurso bíblico extraño, ¿no? Se podría decir: es que es la Biblia de las editoriales. Y ahí comenzaría la complicación porque: ¿qué vino primero, la biblia o la editorial? Claro que para explicar la cuestión del origen, se podría apelar a una galaxia muy lejana con leyes propias en un universo diferente. Y se tendría, entonces, un relato de ciencia ficción. ¡Y todo volvería a comenzar! Porque, como se sabe, la editorial histórica de la ciencia ficción en lengua española fue Minotauro. Y entonces: en el principio fue Minotauro. Que vuelve a estar.
Es decir: regresan a las bateas argentinas (y a los catálogos de ebook) los libros editados por Minotauro, la mítica editorial fundada en Buenos Aires por el español Francisco “Paco” Porrúa el mismo editor que, en aquellos tiempos legendarios de la industria editorial argentina, publicó por primera vez Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y Rayuela, de Julio Cortázar, entre otros, y fue el gran impulsor del “boom latinoamericano”. Si bien había llegado más temprano a la Argentina, se encontró luego de mudarse de Comodoro Rivadavia toda una diáspora del franquismo entre la que había intelectuales, escritores, poetas y editores.
En 1955, luego de dedicarse a la traducción, había leído en Les temps moderns, la revista de Jean Paul Sartre, acerca de un escritor de ciencia ficción llamado Ray Bradbury. Lo leyó. Lo leyó apasionadamente. Decidió publicarlo. Fundó Ediciones Minotauro y le pidió a Jorge Luis Borges, que también había caído bajo el hechizo de Bradbury, un prologo a las Crónicas marcianas, y así nació una editorial que sería mítica.
Publicó a Bradbury y a Brian W. Aldiss, J. G. Ballard, Alfred Bester, Angela Carter, Philip K. Dick, Ursula K. Le Guin, Cordwainer Smith, Olaf Stapledon, Theodore Sturgeon, J. R. R. Tolkien y Roger Zelazny, entre otros. Es la editorial que tiene todos los derechos de J.R. Tolkien y publicó por primera vez en 1977 El señor de los anillos. Ese año, Porrúa había regresado a España. Más tarde, vendió la editorial al grupo Planeta y hace una década fue discontinuada como colección en la Argentina. En la casa matriz, los libros se publicaban un tanto desordenadamente. Hasta que ahora regresó. Minotauro, como el ave Fénix, renace de sus cenizas. Y renace con todo.
Paola Lucantis es la editora de Tusquets y es ahora la nueva editora responsable de Minotauro en el país. “Se trata de una movida global que se hace en España con la intención de relanzar el sello que estaba funcionando a cuentagotas y en distintos formatos. Minotauro estaba un poco abandonado, por eso se decidió recuperar el fondo editorial y no sólo en las novedades, sino revalorizar y capitalizar ese fondo mediante la renovación y revisión de contratos, la revisión de traducciones y también la revisión de los contratos de las traducciones”, dice a Infobae Cultura.
—Originalmente, las traducciones se hacían en la Argentina. ¿Estas se realizan en España?
—Sí. Pero, por ejemplo, la edición deCrónicas marcianas sale con el prólogo de Borges.
—Es un paso editorial importante, ¿a qué obedece la decisión?
—Es que hay una demanda. Los libros estaban circulando en ediciones de bolsillo, pero las librerías y grandes cadenas tenían una constante demanda comercial de los clásicos de la ciencia ficción. Se trata de una colección de esenciales, pero esperamos sumarnos a la iniciativa española de bibliotecas de autor. Philip K Dick, Ursula K. Le Guin y Bradbury justifican sus propias bibliotecas, que tendrían una estética propia. Pero los “esenciales” plantean la publicación de los clásicos con tapas modernas.
—Tapas muy modernas. ¿Cuál sería la influencia estética de la decisión de publicar la colección y esas tapas?
—Tal vez haya algo del reflote del fenómeno de las series. Black Mirror o Years and Years son furor y los clásicos de la ciencia ficción ya planteaban escenarios tecnológicos y vinculares en un futuro poco conocido. Hay un regresor del género distópico, futurista. El diseño tiene como objetivo ampliar el universo de los lectores.
Infobae Cultura muestra las tapas del plan de publicación del regreso de Minotauro y se advierte que se trata de diseños muy potentes, algo que se asimila a las tapas de la colección original, que fueron icónicas y que se estudian en las universidades.
“Los argentinos tenemos mucha tradición de literatura —asegura Lucantis—. El origen de Minotauro es argentino. Supongo que el argentino es un buen lector. El costado negativo es que las editoriales han hecho el trabajo de perder algunos fondos editoriales y se focalizaron en la novedad. Pero la tradición literaria argentina implica que el lector no es sólo un lector de novedades: es un lector que demanda buena literatura. y lo confirman las editoriales independientes o nuestra colección Rara avis, que publica ediciones de libros que no son del hoy y el ahora. Eso va a pasar con Minotauro”.
Minotauro habla de futuro pero es presente: volvió. El primer libro del regreso es Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, con prólogo de Borges. Corra, lector, a comprarlo. Pueden ocurrir cosas misteriosas con la ciencia ficción.
Fuente: Infobae