El álbum personal de Beatriz Sarlo: de niña obediente a modelo de campaña y mujer reflexiva

“No entender”, las memorias que publicó la editorial Siglo XXI este mes, incluye una selección de imágenes de la infancia, juventud y madurez de la intelectual argentina

Detalle de una fotografía de Beatriz Sarlo en una campaña de lectura – Gentileza siglo XXI

Las fotografías que acompañan los textos de No entenderel libro de memorias (Siglo XXI, $22.000) de una de las intelectuales más importantes de la Argentina, Beatriz Sarlo (1942-2024), recorren en una introducción y cinco capítulos el relato que va de la novela familiar y los momentos iniciáticos a los episodios que marcaron la vida de la autora, que murió hace dos meses, el 17 de diciembre, a los 82 años.

Una versión de la pequeña Beatriz hawaiana
Una versión de la pequeña Beatriz hawaianaGentileza siglo XXI

Hay escenas blanco y negro de la infancia, con sus tías, o en Deán Funes, Córdoba, donde solía pasar los veranos. Están los retratos de juventud, posando de perfil para una campaña publicitaria cultural, de la madurez, varios de ellos, con un cigarrillo en la mano.

Montando a caballo, pasaba los veranos en Deán Funes, cuando -como escribe- era un cruce ferroviario e importante centro comercial del norte de Córdoba
Montando a caballo, pasaba los veranos en Deán Funes, cuando -como escribe- era un cruce ferroviario e importante centro comercial del norte de Córdoba Gentileza siglo XXI

“A los 11 años, en un cuaderno, dibujé una mujer en la mitad de un camino delimitado por compases, escuadras, pinceles, lápices y libros. La traducción del deseo resultaba sencilla entonces, cuando todavía no me había entrenado en desconfiar e interpretar mis ocurrencias. Yo era esa silueta estilizada y prolija, cuyo camino estaba trazado en un espacio llamado ‘cultura’, que oscilaba entre las ciencias y las artes”, escribe sobre aquello que no se atreve a llamar “vocación”, pero que asomaba en la infancia.

Con una de sus tías, y una prima o una amiga
Con una de sus tías, y una prima o una amigaGentileza siglo XXI

Sarlo (fila superior, la tercera desde la izquierda), con sus compañeras de la Belgrano Girls School, una escuela que ocupaba una vieja casona en Melián y La Pampa, que no se correspondía con el nivel económico y social de su familia
Sarlo (fila superior, la tercera desde la izquierda), con sus compañeras de la Belgrano Girls School, una escuela que ocupaba una vieja casona en Melián y La Pampa, que no se correspondía con el nivel económico y social de su familiaGentileza siglo XXI

En otro pasaje sobre su etapa escolar que define su temperamento, confiesa: “En la escuela repetía esta conducta bipolar: obediente y desobediente, en una síntesis de opuestos irreductibles según la ley. Era prolija y obsesiva dentro del aula y en mi cuaderno de clase, pero antipática y rebelde en cuanto le ponía punto a un problema matemático o a la ortografía de un dictado. Como si ese final me autorizara a convertir una conducta gregaria y disciplinada en un ejercicio continuo de desobediencia. Una cosa compensaba la otra y, por lo tanto, los otros debían hacer las cuentas y aceptar el resultado”.

Las tías maternas ocuparon un lugar importante en la vida de la joven Sarlo
Las tías maternas ocuparon un lugar importante en la vida de la joven Sarlo Gentileza siglo XXI

Con su pareja, el cineasta Rafael Filippelli en Estados Unidos, en los años ochenta
Con su pareja, el cineasta Rafael Filippelli en Estados Unidos, en los años ochenta Gentileza siglo XXI

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“En los años 80 todo cambió, como si, algo tarde, me hubiera llegado una oportunidad que en verdad no busqué durante la dictadura, cuando preferí quedarme en Buenos Aires, la única ciudad que me resultaba familiar, la única que conocía. De golpe, en 1985, viví cuatro meses en Nueva York; al año siguiente, cuatro en Mineápolis, y al siguiente otros cuatro en Washington. De repente, sin que yo hiciera un gesto, más bien sorprendida por la oferta, me invitaban, como profesora visitante, a dar clases en alguna universidad estadounidense.

Como modelo de una campaña de lectura organizada por Boris Spivacow para el Centro Editor de América Latina
Como modelo de una campaña de lectura organizada por Boris Spivacow para el Centro Editor de América Latina Gentileza siglo XXI

Retrato en blanco y negro de Beatriz Sarlo
Retrato en blanco y negro de Beatriz Sarlo Gentileza siglo XXI

Junto a la última fotografía, con marco y paspartú, Sarlo escribió una reflexión sobre el final, ya no del libro, sino de la vida. “Las oportunidades son un capo fértil para el pensamiento retrospectivo: si hubiera actuado de tal modo, habría… Y los puntos suspensivos que siguen al verbo en potencial prometen un hipotético blando y engañoso. ¿Qué habría hecho que no hice? No lo sé, porque, como el verbo indica, pertenece al borroso dominio de las posibilidades, muchas de ellas infundadas, muchas desconocidas, muchas de difícil cumplimiento, más difícil que la condición misma. De repente, me viene a la memoria una frase de Thomas Bernhard: ‘La muerte es la meta’. ¿Y si esa reiteración hipnótica estuviera acercándome a una idea de la muerte?»

Fotografía de portada del libro póstumo "No entender" (Siglo XXI, $22.000)
Fotografía de portada del libro póstumo «No entender» (Siglo XXI, $22.000)Sebastián Freire. Gentileza Siglo XXI Editores
Fotografía de portada del libro póstumo «No entender» (Siglo XXI, $22.000)Sebastián Freire. Gentileza Siglo XXI Editores

Fuente: La Nacion