La virtualidad es uno de los rasgos particulares de la época y se ha fortalecido hasta ocupar casi todos los aspectos de la comunicación y la vida social durante la pandemia: en este contexto no es extraño que la Feria de Editores 2020 se realice a través de las redes sociales, lo que tiene aspectos positivos pero también negativos, como coinciden cuatro editores que forman parte de las 160 editoriales de Argentina y América Latina que participarán de este hito cultural.
La nueva edición de la Feria de Editores se realiza desde el viernes 7 hasta el domingo 9 de agosto. Las entrevistas a la escritora mexicana Margó Glantz y al pensador francés Roger Chartier son dos de las actividades que se destacan dentro del amplio programa, que incluye también un encuentro especial sobre la autora brasileña Clarice Lispector a 100 años de su nacimiento.
En esta oportunidad, cada editorial seleccionó previamente una librería para que concrete las ventas y también participe con sugerencias. Los organizadores resaltan que «el envío de los libros vendidos durante la FED será sin cargo en CABA por un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y se efectivizará entre el miércoles 12 y el viernes 21 de agosto».
Cuatro editores destacados de los numerosos que participarán en la FED (como Mardulce, Alto Pogo, Adriana Hidalgo, Pípala, Gog y Magog, Sigilo, La Bestia equilátera, Mansalva, Compañía Naviera Ilimitada, Caja Negra, Pequeño editor, Rosa Iceberg, Marea, El hilo de Ariadna, Entropía y Claridad, por nombrar algunas) opinan para Télam sobre esta nueva y singular edición.
Víctor Malumián es uno de los artífices junto a Hernán López Winne de Ediciones Godot, pero además ambos están a cargo de la organización de la iniciativa. «El cambio forzado a una instancia digital trajo aspectos positivos y negativos. Por un lado, cierta amplitud en el acceso geográfico de contenidos que evidenciamos en los talleres profesionales, los cuales pasaron de inscripciones promedio de 150 personas a 600», explica.
«Como también cierta percepción de cercanía que palpamos en invitadas/os que hubiera sido imposible traer por costos de pasajes y hospedaje: hoy se prestan a una videollamada sin mayor problema. Por otra parte, perdemos niveles más profundos de relacionamiento, de profundidad de charla entre las personas que se daba en la FED presencial. Ya sea entre colegas o con el público», señala.
Manuel Rud, uno de los editores de Limonero, destaca el entusiasmo que junto a su socia Luciana «Lulu» Kirschenbaum sienten frente a esta nueva versión. «Por supuesto, será una edición diferente -aclara-. Por el contexto sanitario, por la virtualidad, por la presencia de distribuidoras y librerías. Sin embargo, será uno de los pocos eventos relacionados con el libro y la industria editorial que apueste, en este contexto de aplanamiento y retracción, a mantener la dinámica y la energía que tienen ‘en vivo’ las ferias».
Por su parte Diego Erlan, el editor del sello Ampersand, también remarca que la virtualidad nunca podrá compararse con lo que genera la FED en vivo: «La interacción personal con los lectores, las recomendaciones, los encuentros, los descubrimientos, esa energía en un mismo espacio es difícil de superar».
«Pero ante la coyuntura que estamos atravesando, encontrar alternativas para que, aún en la distancia, podamos encontrarnos y conseguir espacios de reunión y de intercambio, siempre es bienvenido. Y sobre esa cuestión creo que es muy importante la incorporación en este esquema de las librerías: la certeza de que la única manera de que todos crezcamos es fortaleciendo el ecosistema del libro», apunta.
En esa misma dirección, Santiago La Rosa, de Chai Editora, agrega que «en un año de emergencia e incertidumbre cada eslabón de la cadena del libro ensayó soluciones y estrategias según sus necesidades: vimos aparecer iniciativas desde las librerías y lectores que evitaron que la situación se tornara aún más crítica para muchas editoriales pequeñas e independientes como la nuestra».
«Nosotros decidimos no frenar la producción: sacamos ‘¿Quién está ahí?’, el texto de Peter Orner, en un mes complejo como junio, buscamos proponer a los lectores un libro que creíamos especial en el contexto de aislamiento. Creemos que el resultado fue bueno, la respuesta de lectores y libreros fue muy generosa», acota.
Rud destaca que en el programa hay «numerosas charlas y gran nivel de invitados» y especifica que mientras tanto «los editores atenderemos en vivo desde nuestra «mesa virtual» (en el caso de Limonero, será vía un live de Instagram).
El editor de Limonero destaca uno de las particularidades de esta edición de la Feria. «Este año se suma también una apuesta más de índole política y estratégica: la FED, que suele estar muy marcada por el encuentro directo entre editores y lectores, este año tendrá también a los libreros como participantes, ya que serán ellos los que canalizarán las ventas y el envío de los ejemplares vendidos», dice.
«Esta inclusión del sector librero es, creo, una decisión solidaria de los organizadores, que entienden que la única salida posible de una crisis como la actual es de dimensión colectiva, en acciones en las que los distintos sectores de la industria (editoriales, distribuidores, librerías) converjan en acciones comunes», apunta.
«La dinámica de la FED -destaca La Rosa- en especial con la cancelación de otros eventos como la Feria del libro, permite unir muchos de esos esfuerzos individuales y sostener en el calendario la oportunidad de contactarse con lectores, visibilizar el catálogo y cuidar a las librerías, un formato excepcional que hace lo mejor con los medios disponibles».
«Nosotros, en el primer aniversario de la editorial, vamos a presentar un libro fundamental, ‘Taj Mahal’ de Deborah Eisenberg. La FED es una oportunidad de comunicarlo y acercarlo a todos los visitantes. Creo que lo más valioso es el sostener una fecha para comprar libros en condiciones más sencillas y económicas y poner la lectura en el centro de la escena por un fin de semana», sostiene.
Por su parte, Erlan piensa que lo mejor que nos dejó la pandemia son «estos formatos que sin duda llegaron para quedarse como sucedió este año con todas las ferias del libro en el mundo. En un futuro sospecho que convivirán, como de a poco ya sucedía, pero esta vez con más fuerza porque los espacios tendrán una capacidad limitada pero a través del streaming podremos expandir el contenido de lo que suceda», adelanta.
Por último, Rud supone que «el comercio electrónico de libros se ha intensificado con esta circunstancia y creo que los editores tenemos que entender y atender a esta nueva realidad, aun después del final de la cuarentena. Sin embargo, creo que la FED solo está haciendo un impasse en su modalidad regular, y seguramente vuelva con más fuerza en 2021, con su activa y vibrante edición ‘presencial’ y completa», se entusiasma.
Para hacer un recorrido por las editoriales, los interesados podrán ingresar en http://www.feriadeeditores.com.ar/fedvirtual/, sitio donde cada sello tendrá un botón de acceso a su propio espacio. Este año, las charlas con autores y temáticas sobre la actualidad cultural se podrán durante estos tres días en el canal de YouTube de la FED, de 13.30 a 23.