El bastón era de vanguardia a principios del Siglo XX: podía emitir luz. Los próximos 19 y el 20 de julio, en Newport, Rhode Island, EE.UU., la casa de subastas Guernsey lo sacará a remate con una base de 100.000 dólares. Quien se quede con él cuando se baje el martillo se estará llevando más que un pulido trozo de madera, se quedará con parte de la historia del hundimiento del Titanic, uno de los hechos más memorables del Siglo XX.
En aquella fatídica noche del 15 de abril de 1912, el bastón estaba en las manos de una pasajera de primera clase que había logrado un lugar en el bote salvavidas número 8. Según relata Walter Lord en su libro Una noche para recordar, la señora Ella White no ayudó a remar en su bote, si no que se autodesignó «señalera» y se dedicó, durante buena parte de la noche, a agitar su bastón luminoso para intentar llamar la atención de los barcos que se acercaban a la zona del desastre.
Tras tragedia, la señora White —neoyorquina nacida en 1856— participó como testigo en las audiencias judiciales sobre el naufragio, y los diarios de la época relataron la historia de su bastón luminoso.
Según resume el sitio Live Auctioneers —adonde ya se puede adelantar ofertas por el bastón—, Ella White abordó el Titanic como pasajera de primera clase en Cherbourg, Francia, el 10 de abril de 1912. Había estado viajando por Europa y regresaba a Nueva York en el viaje inaugural del Titanic. Durante su recorrido por el Viejo Continente se había lesionado un pie, por eso usaba un bastón para mantener el equilibrio; aunque posiblemente esa vara de casi 89 centímetros de largo terminó haciendo por ella mucho más que evitarle una caída.
Tras abordar el barco, la señora White se dirigió a un apartamento de primera clase en la cubierta C, de donde no salió hasta después de que el Titanic golpeara el iceberg fatal. En su recamara, Ella estuvo acompañada de Marie Grice Young, una profesora de piano que tuvo entre sus alumnos a los hijos del presidente Theodore Roosevelt y quien, según sugirió el historiador Jonathan Ned Katz, estaba íntimamente relacionada con su compañera de viaje.
El bastón luminosos que se subastará el 19 y el 20 de julio, en Newport, Rhode Island, EE.UU. (liveauctioneers).
OutSmart, una publicación estadounidense destinada a público LGBTQ, publicó en 2015 un artículo sobre los pasajeros gay y lesbianas del Titanic en el que se hace referencia a una relación que para la época resultaba «descarada», de 30 años de duración entre Ella White y la maestra de música Marie Grice Young. «La pareja viajó junta y compartió un hogar durante tres décadas antes de la muerte de White, momento en el que la mayor parte de su patrimonio quedó para Marie», puede leerse en la nota de OutSmart.
El Titanic deja Southampton en su viaje inaugural (AP/Frank O. Braynard Collection)-
En el Titanic, minutos después de haber sentido un ligero temblor, Ella White, junto a Young, su doncella Amelia Bissette y el sirviente Sante Ringhini (quien no sobreviviría) salieron sin demasiada urgencia hacia una de las cubiertas.
White —sigue el relato de Live Auctioneers—, junto a su doncella y a la señorita Young se embarcaron —con otras 19 mujeres y cuatro hombres— en el bote salvavidas número 8, el segundo que se desprendió del Titanic sobre las aguas del Atlántico Norte.
El bastón luminosos que se subastará el 19 y el 20 de julio, en Newport, Rhode Island, EE.UU. (liveauctioneers).
Durante los primeros 45 minutos de remo, los hombres a bordo del bote 8 intentaron mantener la embarcación orientada hacia una luz que se veía a lo lejos (la que irradiaba el buque Carpathia). Pero el desaliento les ganó al ver que sus esfuerzos no parecían acercarlos a aquel punto brillante. Entonces decidieron desandar el camino y tratar de juntarse con los demás botes cerca del Titanic. La tarea no resultaría sencilla, porque la oscuridad de la noche se tragaba la débil luz de los faroles de los botes, que eran casi invisibles. Sin embargo, el bastón de la señora White ayudó y el bote 8 encontrar el rumbo. Sus 26 pasajeros pudieron, entonces, presenciar a corta distancia el hundimiento del monumental transatlántico.
Tras la muerte de Ella White —ocurrida el 31 de enero de 1942, mientras vivía con Marie Young en el Hotel Plaza de Nueva York—, el bastón pasó a manos de una sobrina de ella, que lo legó a su hija, quien a su vez se lo dejó a su hijo, Brad Williams, un coleccionista de 59 años que lo mantuvo en un porta paraguas con otros 35 bastones. Williams dijo que ahora quiere que el objeto histórico vaya a un lugar donde se exhiba mejor y él usar las ganancias para sus hijos. Obviamente es el bastón más famoso de su colección.
El bastón luminosos que se subastará el 19 y el 20 de julio, en Newport, Rhode Island, EE.UU. (liveauctioneers).
Arlan Ettinger, presidente de la casa de subastas Guernsey, describió el bastón de Ella White como uno de los objetos más extraordinarios que sobrevivieron al hundimiento. «Es un artículo legendario del cual sin duda han escuchado hablar los entusiastas del Titanic», dijo. «La mayoría no saben que aún existe. La familia no hizo nada para publicitar su existencia, así que es un descubrimiento muy emocionante», agregó.
Los vendedores estiman que podrían a llegar a recibir hasta medio millón de dólares por el bastón, que todavía emite luz.
Fuente: Clarín