El tradicional GPS como dispositivo independiente fue reemplazado por el avance tecnológico. Ahora no es necesario comprar nada sino que alcanza con descargar una aplicación en el celular o mismo utilizar el sistema integrado de algunos vehículos para tener un servicio de navegación gratuito al alcance de la mano. Opciones como Google Maps o Waze se posicionan por encima de otros y al momento de optar por uno de ellos es que surgen los interrogantes. Ahora bien, no hay uno que sea mejor sino que se adaptan a modelos de viajero distinto.
En primer lugar, es importante destacar que ambos pertenecen a Google. Waze Mobile desarrolló su aplicación en 2007 y en 2013 se la vendió al gigante tecnológico por una suma cercana a los US$970 millones. En lo que respecta a Maps, existe desde 2005 y siempre fue una división de Google. Ahora bien, que las dos estén bajo la misma órbita no significa que sean lo mismo: funcionan de manera independiente, con equipos distintos e incluso funcionalidades distintas que se adaptan a diferentes tipos de viajeros.
Funcionamiento: quiénes pueden usar Google Maps y quiénes Waze
Aquí radica la primera y quizás más importante diferencia. Mientras que Google Maps es un servicio de navegación apto para cualquiera, Waze se limita a autos y/o motos. El primero permite trazar rutas en vehículos, transporte público, a pie e incluso en bicicleta mientras que su par no tiene opciones para viajeros que no vayan sobre un vehículo con ruedas. Por eso, al momento de medir cantidad de usuarios, es difícil hacer una comparación precisa. Maps tiene mil millones de usuarios en todo el mundo y Waze registra 150 millones activos mensuales; pero para tener una medición real habría que descontar a quienes usan un servicio para ver líneas de colectivo, por ejemplo.
Dejando eso de lado, el funcionamiento también es un tanto diferente. Pero primero, hay que resaltar las similitudes. Ambos trabajan con información en tiempo real, sus equipos conversan con Gobiernos y autoridades viales para la actualización de caminos y rutas y cuentan con la colaboración de usuarios y empleados. No obstante, uno se centra casi exclusivamente en la premisa de ser un “punto de encuentro colaborativo” mientras que el otro brinda información y punto.
Waze, con hincapié en los usuarios
Acorde a los datos provistos por la empresa a LA NACION, en la actualidad hay más de 500.000 editores en todo el mundo que reciben aproximadamente 12 millones de alertas mensuales y constatan su veracidad. En resumidas cuentas, Waze depende de la información brindada por los usuarios. Esto quiere decir que en zonas muy concurridas, las alertas serán en tiempo real y basadas en información reciente mientras que en lugares más alejados es probable que no sea del todo certero.
La aplicación premia que el usuario actualice el estado del camino que transita y tiene un sistema de niveles y personalización que crece conforme se envían datos verídicos y constatados por otros wazers. A su vez, el servicio “responde cada vez más a las necesidades de los wazers, preferencias y rutinas” por lo que entiende rutinas y caminos que generalmente toman quienes usan su aplicación, para facilitar su llegada a destino de la mejor manera.
Maps, con foco en el historial de tránsito
En el servicio original de Google también existe la colaboración de los usuarios, el sistema de alertas y avisos. Sin embargo, los reportes de tránsito en tiempo real se hacen a partir de historiales. ¿Cómo? La empresa le explicó a LA NACION que “para predecir cómo será el tráfico en un futuro cercano, Google Maps analiza los patrones de tránsito históricos de los caminos a lo largo del tiempo. Un patrón puede mostrar que la autopista 280 en el norte de California generalmente tiene vehículos que viajan a una velocidad de 100 kmph entre las 6 y las 7 a.m., pero solo a 25-30 kmph al final de la tarde. Luego combinamos esta base de datos de patrones de tráfico históricos con condiciones de tráfico en tiempo real, utilizando el aprendizaje automático para generar predicciones basadas en ambos conjuntos de datos”.
En otras palabras y para simplificar la explicación, toma datos de tránsito históricos de las rutas y caminos y los combina con las alertas en tiempo real que emiten los conductores. Por ejemplo, si cruzar la General Paz históricamente se hace en 50 minutos en hora pico pero varios conductores advierten la presencia de un accidente, el servicio combina ambos datos y actualiza la información para decirles a los usuarios que ese día y a esa hora van a tardar una hora y media en completar el viaje.
Rutas y caminos: cómo eligen Google Maps y Waze un trayecto
Otro punto de diferencia entre ambos servicios. Si bien los dos buscan la ruta más rápida, cada uno lo hace de manera distinta. Maps, por ejemplo, combina no solo los informes de tráfico en tiempo real e históricos sino el estado de los caminos. Prioriza, según explican en la web oficial, los trayectos con pocas paradas, arterias principales y viajes directos -es decir, evita calles pequeñas y suele mandar a sus conductores por avenidas o autopistas por más que estén muy concurridas-. Waze, por su parte, contempla casi de manera exclusiva la velocidad y cruza los datos enviados por sus usuarios con el distribuido por autoridades viales para diagramar el viaje más veloz; por lo que es más factible que elija calles menos transitadas, pese a que no sean arterias principales.
Ahora bien, la ventaja de Waze es que siempre mostrará la ruta más rápida; su desventaja, por otro lado, es que no funciona sin conexión. Maps, entre tanto, tiene la posibilidad de guardar mapas sin conexión y usarlos cuando el dispositivo no esté conectado a Internet. Por ejemplo, un usuario puede guardar la información de una ruta entera y activar la navegación aún sin señal. Lo único que ocurrirá es que no tendrá información de tránsito ni alertas sobre el camino pero sí podrá ver por qué lado tiene que ir.
En resumen, ambas aplicaciones tienen sus ventajas y desventajas y, tal como se aclaró al inicio, dependen del tipo de conductor que use cada servicio. Ambos son gratuitos y se pueden descargar desde la app store de los distintos dispositivos.
Fuente: Iván Mazorco, La Nación