En cambio, Justina, de dos años, se entretiene bañando a sus muñecos con espuma con Dana, su niñera, a través de Zoom. Su mamá, Inés Ramírez, kinesióloga, está cerca pero no puede participar: está entrenando o ultimando detalles de la carrera que coordina en la Unsam. «Antes de que esté mirando dibujitos como Peppa Pig prefiero mil veces que esté conectada con Dana. Que sea maestra jardinera es un plus: tiene muy en claro qué juegos funcionan y además la conoce porque tres veces por semana viene a casa (el cuidado de niños es una de las actividades esenciales) mientras mi marido, que también es kinesiólogo, y yo, salimos a trabajar», cuenta Inés.
Sin escapadas, sin teatros, sin cines ni actividades fuera de casa. Pero con niñeras virtuales, colonias por Zoom y shows vía streaming. Las atípicas vacaciones de invierno 2020 requieren soluciones también atípicas. Porque mientras los más pequeños descansan, los padres continúan a full con el teletrabajo y buscan la forma de mantener el delicado equilibrio entre trabajo, familia y esparcimiento.
María Moyal, de la agencia Cuídame Mucho, las niñeras virtuales comenzaron a demandarse al principio de la cuarentena, cuando todavía los colegios y los jardines estaban acomodándose a la nueva forma de educar. Después, la demanda cayó y ahora repuntó con las vacaciones: «Los padres no quieren que los hijos estén enchufados a la compu, porque no es solo el tiempo de exposición a las pantallas sino qué hace el chico con ellas. Si son solo espectadores, es una cosa, pero si le das un nivel de protagonismo es otra. Todas son propuestas interactivas, no es que están hipnotizados por la pantalla», sostiene Moyal. El servicio de niñera virtual se cobra entre 300 y 500 pesos por hora, y en general se arma un pack de horas para que la madre y el padre las usen según sus necesidades. El proceso de búsqueda de la niñera virtual es igual a la presencial, se hace en función de los intereses del niño y de los padres. Algunas niñeras tienen un perfil más musical, otras más artístico y otras más académico, porque también algunos demandan que sigan con la escolaridad o la refuercen. «Hay chicos que están media hora, otros una hora como máximo. Es un servicio que recomendamos para niños de 4 años para arriba, pero tenemos más chicos también», sostiene Moyal.
En el caso de Justina, que tiene 2 años, su mamá Inés cree que se enganchó virtualmente con Dana porque la conoce y también por su personalidad: «La edad de Justi es difícil. Va y viene, pero Dana es muy despierta, la entretiene y como Justi es súper activa y curiosa se queda. Por supuesto depende del momento y de la actividad -reconoce-. Para mi la edad ideal es a partir de los 3 años, que ya son más independientes, pero el de niñera virtual es un proyecto que se recontra se puede dar. Eso sí: lo ideal es forjar un vínculo antes, conocerse y pasar luego a la virtualidad».
Claudia Ortiz, directora de la agencia de búsqueda de niñeras pedagógicas El Nido, cree que el servicio de niñera virtual no es para todos los niños: «Es una modalidad que funciona con chicos más grandes. Los de 3 años van a requerir del adulto al lado. De 4 para arriba se quedan mejor y no necesitan tanto de la presencia materna o paterna -plantea-. Hay gente que es fanática del Zoom y otros que no, que los complica o directamente están agotados de usar la plataforma. Hay que elegir lo que va mejor con la familia y con su hijo», dice Ortiz, que ofrece, de manera diferenciada, tres opciones: niñera virtual, pack de actividades para hacer en casa con los niños y un mix: actividades con apoyo de una niñera virtual.
«Hay una demanda normal, no es que explotó -reconoce Ortiz-. Lo que sí se empezó a demandar y mucho, son las niñeras walking distance. Van a la casa y les arman actividades para entretenerlos mientras los padres trabajan. Incluso, me han pedido maestras para que estén con ellos en el Zoom y los ayude con la tarea», cuenta Ortiz y Moyal agrega: «La gente pide mucho la niñera que viva cerca de la casa. Hay muchas que antes trabajaban en instituciones y ahora les bajó el trabajo o directamente lo perdieron y están disponibles. Es un propuesta recreativa de medio día. Más allá de la virtualidad, los chicos necesitan jugar, que haya alguien disponible ciento por ciento para ellos. Muchos de los padres no están acostumbrados a estar con sus hijos y no saben qué hacer».
Colonias y Kids club
Pero las niñeras no son la única alternativa para padres estresados y niños aburridos. Las colonias de vacaciones por Zoom surgieron como una alternativa igual de válida a la hora de plantear una actividad recreativa. Verónica Mastrángelo, directora de Agua Viva (@agua_viva_zoom), una colonia con más de 20 años de historia, llevó su propuesta outdoors a indoors, y planteó un programa de dos semanas (se puede hacer solo una) para que los chicos se diviertan. Hay 3 niveles separados por edad: 4y5; 6,7 y 8 y 9 a 13 años.
«Nuestra propuesta es integradora, no son actividades sueltas. Todos los días hay desafíos como bailes de TikTok que van subiendo el nivel, a medida que avanza la colonia. Planteamos una actividad por la mañana para que los chicos la vayan haciendo relacionada a los Zoom de la tarde. Tenemos de todo: desde desafíos motrices para los más pequeños hasta clases de taekwondo y surf para los más grandes y juegos de ingenio y talleres de manualidades y cocina. Los viernes organizamos una pijamada donde cada uno arma su carpa y se prepara lo que va a comer y planteamos juegos».
Mastrángelo asegura que en su colonia no hay espacio para el aburrimiento: «Las actividades son realmente muy divertidas, elaboradas, tenemos propuestas para los siete días de la semana porque los sábados hay encuentros recreativos y los domingos organizamos bingos musicales y shows de magia -cuenta-. Los padres buscan que sus hijos no estén con los videojuegos todo el día en el caso de los más grandes y en el de los más chicos quieren algo de autonomía, que el nene pueda jugar solo porque a esta altura están cansados», dice.
La colonia de Educabot tiene un perfil cien por ciento techie y es lo que más le atrajo a Andy, de 9 años, para participar. «El ya la conocía porque hizo la colonia presencial de verano y además el colegio tiene un taller de robótica de Educabot. Así que cuando llegó la propuesta de la colonia virtual no dudamos un segundo en anotarlo», cuenta Micaela, la mamá. Además de Andy tiene a Ana, de 5 años, que por una cuestión de edad no puede participar: «A ella le armé un programa con actividades para hacer las dos. Se engancha mucho con las de Usina del Arte o con algún show online. Y también compré un kit de ciencia para hacer. La idea es que los dos tengan, en simultáneo, una actividad grande por día», dice Micaela.
Crear, transformar, expresar. En el caso de Tarantín Creativo (@eltarantincreativo1) la propuesta está orientada a las artes. La idea para pasar el invierno en casa fue armar un campamento creativo, con zumba, taller literario, cocina y música. «Está basado en diferentes expresiones artísticas. Hay talleres de literatura, de cocina creativa de la mano de una artista plástica… la idea es estimular la creatividad en diversas áreas a partir de los 3 años», explica Daliana Zambrano, directora de la colonia y docente del Campamento Creativo.
En otros casos, hay colonias organizadas por colegios, como el Beth, que propone actividades de una hora diaria para niños de 3 a 6 años. Lo destacable es que es gratuita y abierta para toda la comunidad (se requiere inscripción previa). Y también hay empresas como Globant que decidieron ponerse el entretenimiento de los hijos de sus más de 3000 empleados en Argentina al hombro y organizan un Kids Club donde hay desde clases de dibujo hasta shows en vivo, yoga y trivias con premios.
«Siempre estamos tratando de mejorar las experiencias de los empleados y en esa mejora nos dimos cuenta de que había que hacer algo adicional, con una pata muy fuerte en los papás y mamás para ayudarlos desde un abordaje lúdico, de disfrute. Me metí en la página de Magda Fleitas y así empecé, buscando qué cosas de calidad había para ofrecer. No es que lo tercerizamos con una empresa, fuimos buscando nosotros las actividades que queríamos dar», cuenta Agustina Alberto, Globant For You Manager.
El Kids Club ofrece propuestas que cubren desde la infancia temprana hasta la preadolescencia y se puso en marcha hace unos meses, pero ahora, en plenas vacaciones, las actividades se intensificaron. Hay shows en vivo, títeres, clases de yoga y de origami. Para los más grandes se organizan trivias online. «Los shows musicales son de los más pedidos y también a las clases de dibujo se re suman, ahora hay 40 chicos, pero hubo ochenta», dice Alberto. Pero también las actividades más simples son valoradas. «A veces es ponerse a jugar con lo que hay en casa, buscar un plato y hacer como si fuera un volante, o ir a buscar los juguetes y ver qué pasa. Lo bueno es que los padres pueden ponerse a jugar con sus hijos o compartir una clase de yoga o asistir a un show en el horario laboral. Dar ese espacio está buenísimo», sostiene.
Mientras intentamos volver a la «nueva normalidad», las vacaciones indoors vuelven a ponernos a prueba. ¿Será suficiente para pasarlas la ayuda de niñeras virtuales y colonias por Zoom?
Fuente: Laura Reina, La Nación