Uno de los acontecimientos astronómicos menos frecuentes es el llamado tránsito de Mercurio frente al Sol, donde el planeta cruzó por delante del disco solar. Para volver a verlo -algo que ocurre solo 13 veces en 100 años, según la NASA- tendremos que esperar a 2032, por lo que fue una oportunidad casi única. En la Argentina comenzó a las 9.30 y terminó a las 15 horas. Sólo se vio con telescopio.
Apreciar este evento a simple vista no era posible. Mercurio, el planeta más pequeño de nuestro sistema solar, fue solo un pequeño punto en el Sol. Hay que tener en cuenta que su tamaño aparente, visto desde la Tierra, es unas 160 veces menor que el del Sol. Por eso, a ojo desnudo, es complicado localizar el punto oscuro.
Mercurio se encuentra a casi 58 millones de kilómetros del Sol, es el planeta más cercano a nuestra estrella y tiene un diámetro muchísimo más pequeño. Se trata de 4.879 kilómetros frente a los casi 1.4 millones de kilómetros de diámetro del Sol De los planetas del Sistema Solar, únicamente Mercurio y Venus, por tener órbitas más cercas e internas al Sol que la Tierra, pueden transitar con cierta regularidad por enfrente del disco solar. Desde la Tierra sólo se pueden ver los tránsitos de los planetas más interiores: Mercurio (unos 13 por siglo) y Venus (unos trece por milenio).
Habían destacado que era muy importante aplicar protocolos de seguridad para observar el paso de Mercurio frente al astro rey. Estas fueron las mismas medidas de precaución que se necesitan para observar un eclipse parcial de Sol. Por lo que, para no dañar los ojos, debió utilizarse un telescopio o unos lentes especiales con filtros de protección.
Fuente: Clarín.