El 97% de los argentinos usa contraseñas consideradas débiles por no incluir números, caracteres especiales, letras mayúsculas y minúsculas, y por no tener al menos 10 caracteres de largo, reveló hoy una encuesta privada.
Asimismo, el 42% de los usuarios argentinos de Internet emplea la misma clave para proteger varias cuentas, lo que incrementa el riesgo de ser hackeadas, mostró un relevamiento realizado por la empresa checa Avast, al que accedió Télam.
Según el estudio -que incluyó encuestas a 1.575 personas, entre diciembre y enero pasados- el 88 por ciento de esas personas que emplean la misma contraseña para distintas cuentas es consciente del riesgo, pero lo subestima.
Consultados acerca de por qué persisten con ese hábito, casi la mitad (46%) respondió que sólo pueden memorizar un número limitado de contraseñas; el 32% afirmó que no considera que la información de sus cuentas sea valiosa; y el 11% dijo que es demasiado perezoso para cambiar su contraseña.
La información se conoce en el Día Mundial de la Contraseña, instaurado por un grupo de empresas tecnológicas para concientizar, cada primer jueves de mayo, sobre la importancia de mantener claves seguras.
Entre otros descubrimientos, el estudio encontró que muchos argentinos incluyen información personal en sus contraseñas, datos que al poder encontrarse en redes sociales o bases de datos públicas podrían ser potencialmente usados por ciberdelincuentes para descifrar claves.
Así, el 19 por ciento de los encuestados incluye en su contraseña su propio nombre o el de un miembro de su familia; el 11% usa términos relacionadas con su hobby; el 8% usa la fecha de su cumpleaños y el 10%, el nombre de su mascota.
Un 6% de los encuestados usa nombres de celebridades; el 5% emplea el nombre de su libro o película favorita; un 6%, parte de la dirección de su casa; y el 3% usa el nombre del sitio web (para el que crea la contraseña).
Dado que crear contraseñas seguras y únicas para cada cuenta online puede resultar engorroso, las personas suelen crean claves fáciles de recordar o reutilizar las mismas.
«Los delincuentes cibernéticos aprovechan este comportamiento para tratar de infiltrarse en las cuentas por la fuerza, intentando usar información personal para adivinar otras contraseñas o comprando credenciales filtradas en la darknet (red oscura) para iniciar sesión en otras cuentas», explicó Luis Corrons, especialista de Avast.
En el mismo sentido, el experto en seguridad de la información y director de Segu-Info, Cristian Borghello, recomendó tener «una contraseña compleja de al menos 15 caracteres», ya que «si tiene menos de 10 caracteres, usarla para un ataque de fuerza bruta se vuelve sencillo».
«Una clave sumamente compleja -quizás- es suficiente (para estar asegurado). Pero si tiene pocos caracteres, es muy importante usar un doble factor de autenticación, sobre todo para manejar cuentas bancarias», recomendó Borghello en diálogo con Télam.
El especialista, consultor en seguridad de la información, coincidió en su balance con los resultados de la encuesta de Avast, al señalar que en sus charlas y capacitaciones observa que «en general los argentinos tienen un poco de conciencia sobre la importancia de las contraseñas, pero usan claves fáciles porque dicen que se olvidan de las difíciles».
Para salvar ese problema aconsejó el uso de gestores de contraseñas, unas plataformas o aplicaciones que sirven para almacenar y gestionar las claves de forma segura.
El uso de contraseñas fáciles no es una potestad de los argentinos: los japoneses también usan claves débiles en un 97% de los casos, un número levemente peor que el de Brasil (95%) y el de Francia (93%), mientras que el país con el mejor resultado es Estados Unidos (83%), precisaron a Télam fuentes de Avast.
Más aún, a finales de abril el Centro de Ciberseguridad Nacional del Reino Unido analizó 100 contraseñas filtradas en diversos cibertataques y confirmó que la clave más usada en Internet es la secuencia numérica «123456», con más de 23 millones de usuarios.
Fuente: Télam