Cuando se piensa en el verano, la iconología que se nos presenta se vincula a la luz, el verde, el amarillo, lo abundante, lo sereno. Sin embargo, para el espectáculo argentino, el verano no siempre estuvo signado por lo plácido sino por situaciones que generaron un shock enorme, desde la muerte de un ídolo nacional hasta la de una periodista que ingresaba a un sanatorio para hacerse un estudio de rutina del que salió sin vida.
se piensa en el verano, la iconología que se nos presenta se vincula a la luz, el verde, el amarillo, lo abundante, lo sereno. Sin embargo, para el espectáculo argentino, el verano no siempre estuvo signado por lo plácido sino por situaciones que generaron un shock enorme, desde la muerte de un ídolo nacional hasta la de una periodista que ingresaba a un sanatorio para hacerse un estudio de rutina del que salió sin vida.
Claudio Levrino y un juego que terminó en tragedia
El actor Claudio Levrino gozaba, a los 35 años, de una enorme popularidad. El artista, casado con la actriz Cristina del Valle, con quien tuvo un hijo, el ahora reconocido productor Federico Levrino, se había ganado el mote de galán gracias a la exitosa telenovela Un mundo de veinte asientosen la que interpretó a Juan Arregui, un adorable colectivero concebido por la pluma de Delia González Márquez. En el verano de 1980, Levrino se encontraba trabajando en el Teatro Provincial con gran repercusión y oscilaba entre el disfrute de Mar del Plata por las noches y las jornadas de playa en Miramar, siempre acompañado de su esposa, de Federico, y de Patricio, hijo de la actriz fruto de un matrimonio anterior.
El 19 de enero por la tarde esa felicidad compartida se vio interrumpida cuando Claudio, quien portaba un arma a contramano de lo que quería su esposa, comenzó a jugar con ella considerando que estaba descargada. El episodio se produjo dentro de un auto, en el que Levrino quiso demostrarle a Del Valle que sus miedos eran infundados, pero una bala había permanecido en la recámara e impactó en su cabeza. Si bien el médico Raúl Matera intentó salvarle la vida, la muerte cerebral del actor era irreversible, y el 20 de enero se anunciaba su muerte.
“A los 17 años, Nora Cárpena, que es íntima amiga de la familia, me llevó a trabajar a la tele. Ahí comienzan a contarme sobre mi viejo”, le dijo Federico Levrino a la prensa sobre el momento en que tomó dimensión de la figura de su padre. “Cuando decía mi apellido aparecía el famoso: ‘¿Algo que ver con Claudio?’. Cuando alguien deja el mundo tan temprano, tan joven, siempre los comentarios son a favor. Todo lo que me dicen de él es extraordinario”, expresó.
Por su parte, Del Valle, en una entrevista en el programa de América Incorrectas, recordó la muerte accidental con mucha tristeza. “Me dijo: ‘Esta noche me faltó el postre’. Me miró y me dio un beso. Me dijo: ‘Te voy a hacer caso, dame eso’. Agarré la bolsita de la guantera y se la di. Le sacó el cargador y lo tiró al suelo. Me dijo: ‘¿Ves que no sirve para nada?’ [Levrino puso el arma en la oreja] Y ahí salió una bala que estaba en la recámara”, contó la actriz sobre el trágico hecho.
”La alegría si se va”: la muerte de Alberto Olmedo
“Las voy a extrañar”, les dijo Alberto Olmedo a sus compañeras de elenco de la obra Éramos tan pobres, con guion y dirección de Hugo Sofovich. La frase se recibió como una despedida de temporada, que estaba a pocas semanas de concluir, por lo cual lo que se sentía era un clima de fraternidad. Sin embargo, horas más tarde, en la madrugada del 5 de marzo de 1988 en Mar del Plata, cobró otro significado y, al mismo tiempo, nunca pudo comprenderse cabalmente. ¿Cuánto había de melancolía en sus palabras y cuánto de decisión tomada? Las conjeturas persisten hasta el día de hoy, cuando al comediante se lo recuerda como solo se hace con quienes siempre estuvieron destinados a la trascendencia.
Olmedo cayó del undécimo piso del edificio Maral 39, frente a la bahía de la playa Varese. Tenía 54 años. Junto a él se encontraba su novia, la actriz Nancy Herrera, quien estaba embarazada en el momento de la tragedia. Más allá de los interrogantes, de cuál era el estado del artista y de qué lo condujo a ese balcón, pocos sintetizaron lo que generó esa noche en futuras generaciones como Fito Páez en “Tema de Piluso”: “Nada nos deja más en soledad que la alegría si se va”. Ese lugar vacío destrozó a la madre del actor, Matilde, quien no soportó el dolor y murió a causa de un infarto en el Hospital Fernández de Buenos Aires un día después.
En diálogo con LA NACION, Adriana Brodsky aludió al carisma arrollador de Olmedo y a cualidades para las cuales parecen no existir las palabras. “Era algo energético, no racional. Yo conocí a otros capocómicos con una comicidad maravillosa, grosos de verdad, pero ‘El negro’ tenía todo; porque además de un artista impecable tenía un tremendo ángel. Un carisma, una dulzura, una ternura… Una fórmula infernal. Por eso es que después de tantos años en esta sociedad en donde surgen cada dos minutos cantantes, humoristas y bailarines se lo sigue recordando. Nadie le puede hacer sombra”, expresó la actriz. No parece casual que la muerte de Olmedo haya marcado al espectáculo argentino de modo tal que el fin del verano parece estar ligado a esa fatídica noche.
“Tu vida transformó la mía”, canta también Fito en su himno de Circo Beat, haciéndose eco de todo un país que lloraba (y llora), como la propia Mar del Plata que ese sábado se había despertado con nubarrones y tormentas, a un artista inigualable.
“Tu vida transformó la mía”, canta también Fito en su himno de Circo Beat, haciéndose eco de todo un país que lloraba (y llora), como la propia Mar del Plata que ese sábado se había despertado con nubarrones y tormentas, a un artista inigualable.
El femicidio de Alicia Muñiz a manos de Carlos Monzón
Alicia Muñiz fue asesinada por quien era su pareja, el excampeón el mundo Carlos Monzón, el 14 de febrero de 1988 en una Mar del Plata que ese verano estuvo atravesada por la tragedia.
La pareja se hospedaba en la casa que había alquilado el actor Adrián “Facha” Martel y fue en ese lugar en donde se produjo el femicidio (aunque en esa época no existía tal figura). Esa noche, Monzón y Muñiz discutieron. No era la primera vez que sucedía. La modelo y vedette, quien se encontraba abocada a la crianza del hijo que tenían en común, Maximiliano Roque, ya había denunciado a su pareja en 1986 y en 1987 por violencia verbal y física. Esa noche, en la que el pequeño Maxi dormía en uno de los cuartos, Monzón golpeó a Muñiz al punto tal de dejarla inconsciente antes de arrojarla desde el balcón del primer piso del chalet ubicado en la calle Pedro Zanni 1567.
Tras declarar que su esposa se había suicidado, la investigación (que duró un poco más de un año) notó las incongruencias en su testimonio y Monzón fue condenado a once años de prisión efectiva en un penal de Santa Fe. En otro verano, más precisamente el 8 de enero de 1995, en una salida transitoria, el boxeador moría en un accidente automovilístico.
En 2019 se estrenó en Space Monzón, la serie producida por Disney y Pampa Films, cuya historia gira alrededor de la investigación del femicidio de Muñiz. “No queremos emitir juicio, sino que la audiencia saque las conclusiones que quiera. Habrá quienes se aferren al gran campeón y quienes se quedarán con el femicida”, le había dicho su director, Jesús Braceras, a LA NACION.
Por su parte, Carla Quevedo, quien personificó a Muñiz, también habló con este medio sobre el foco de la ficción. “Desde que se supo que yo iba a hacer el personaje de Alicia me llegaron muchísimos comentarios. Incluso sobre el afiche, que dice: ‘Campeón. Ídolo. Femicida’. Muchos me escribían y me decían: ‘Ni campeón ni ídolo, femicida’. Entiendo ese enojo, pero me parece que contar la historia de Monzón es fundamental porque no lo podemos pensar ni a él ni a cualquier femicida solamente como un monstruo, como una excepción. El femicida no es un paria de la sociedad, es el hijo ejemplar, ‘el hijo 10′ del patriarcado. Y lo que hace es llevar hasta las últimas consecuencias el poder del hombre por sobre la mujer porque nunca nos tenemos que olvidar que el femicidio es un crimen de poder”, manifestaba la actriz.
Jazmín De Grazia y el peor final
La modelo y periodista oriunda de Temperley, Jazmín de Grazia, quien había saltado a la fama con el reality SuperM 20-02, murió el 5 de febrero de 2012 con tan solo 27 años. La joven fue encontrada en su domicilio de Recoleta y su fallecimiento causó un gran impacto. De Grazia, carismática y con deseos de ejercer el periodismo, tuvo un final trágico.
Ese fatídico domingo, alrededor de las 17, la modelo decidió tomar un baño de inmersión. Minutos más tarde, comenzó a sentirse mal. Como su familia vivía en el sur del conurbano, le mandó un mensaje a su pareja, Leandro Cabo Guillot, quien vivía más cerca. El joven acudió al domicilio y, luego de destrabar la puerta con ayuda de un cerrajero y del encargado del edificio, se encontró con el peor escenario: De Grazia había muerto en la bañera.
La autopsia arrojó como resultado “asfixia por inmersión”. En ese momento, se dijo que la joven se habría desvanecido por consumir drogas y ansiolíticos. En las horas previas a su muerte, Jazmín había escrito un mensaje revelador en el espejo del baño: “Vos no tenés la culpa de que el mundo sea tan feo”.
Una de sus grandes amigas, Paula Chaves, la recuerda permanentemente. De hecho, Filipa, una de las hijas de Chaves, nació el mismo día que Jazmín. “La extraño mucho y sigo en contacto con su familia. Sueño con ella todo el tiempo, se me aparece, como que viene a decirme cosas, me dice que está bien, no sé si será real o si será mi deseo, o si me querrá decir eso en los sueños. Pero cuando sueño con ella llamo a su padre siempre”, contaba la modelo y conductora en el programa de Telefe, ¿Quién quiere ser millonario?, donde se la notó muy conmovida.
Débora Pérez Volpin y una muerte que causó un gran shock
“¡Arriba, remolones!”. Dos palabras que conectaban a la periodista y diputada porteña Débora Pérez Volpin con la audiencia que la miraba todas las mañanas en el noticiero de eltrece, Arriba argentinos. Dos palabras que aludían a una complicidad, a una compañía mutua. El 6 de febrero de 2018, Pérez Volpin fallecía a los 50 años luego de someterse a una endoscopía (procedimiento de rutina) en el Sanatorio La Trinidad, del barrio de Palermo.
Cuando a la entonces conductora de Telenoche, María Laura Santillán, le tocó dar la triste noticia, el shock era tan grande que el estudio estaba sumido en un silencio ensordecedor. Días más tarde, quien fuera pareja de la periodista, Enrique Sacco, dijo unas sentidas palabras en la puerta de la Legislatura porteña al finalizar el velatorio público.“Quiero decir que en la familia de Débora no tenemos rencor ni deseos de venganza, solo queremos saber la verdad”, expresó ante los medios y con los hijos de Pérez Volpin y su expareja Marcelo Funes, Agustín y Luna, a su lado.
En ese momento comenzaba una larga investigación de la causa de muerte de la periodista y legisladora porteña. En la autopsia encontraron que el estómago y el esófago tenían perforaciones. Tras un largo camino, en agosto de 2019 el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 8, dio a conocer su fallo por homicidio culposo. Declaró una pena de tres años de prisión en suspenso para el endoscopista Diego Bialolenkier y absolvió a la anestesióloga Nélida Puente. La Justicia, además, dispuso que el endoscopista no pueda ejercer la medicina por siete años y seis meses.
En febrero de 2020, con motivo del segundo aniversario de la muerte de Débora, sus hijos quisieron homenajearla haciéndose un tatuaje en su honor. Su papá compartió el emotivo gesto a través de su cuenta de Instagram. “El deseo de Agustín y Luna”, escribió el hombre al publicar dos videos, en donde se puede ver la letra D tatuada en los tobillos de sus hijos, quienes también siguen en contacto permanente con Sacco, como la propia periodista hubiese querido.
Fuente: La Nacion