Con una sobria ceremonia se realizó la entrega de los Premios Nacionales de Cultura a la producción artística, literaria y de ciencias sociales que habían sido interrumpidos en 2015 y cuya reposición era reclamada por el campo cultural, principalmente, los escritores.Es que los galardones no sólo implican el reconocimiento por parte de un jurado especializado a la labor de un periodo determinado, sino que implican un reconocimiento económico a ese trabajo y, además, una pensión vitalicia para aquellas personas que reciban el primer premio. En el evento, realizado en el teatro Cervantes, se otorgaron los premios correspondientes a los periodos 2012-2015, 2013-2016 y 2014-2017. Un reconocimiento que, entre otros, recibiera Jorge Luis Borges en el pasado.
«No se trata de premios que entregue un gobierno o una administración, sino que entrega el Estado a los artistas que reciben un reconocimiento de todos los argentinos«, dijo el secretario de Cultura Pablo Avelluto que, en tanto ex editor, se quedó sobre el escenario para entregar los premios a novela, recibido por Daniel Guebel; cuento, que homenajeó a Liliana Heker y ensayo, cuyo beneficiario fue Juan José Sebrelli. Días atrás, Sebrelli había concurrido a la Casa Rosada para una reunión con el presidente Mauricio Macri y Avelluto. «Es mi editado», dijo Avelluto a Infobae, que también señaló que conocía a Guebeldesde hacía mucho tiempo. Los primeros puestos recibieron 100 mil pesos de premio; los segundos, 60 mil y los terceros, 34 mil. Además, la pensión vitalicia equivale a cinco haberes mínimos.
El evento, que fue conducido por Mariana Arias, transcurrió sin sorpresas, ya que los premios habían sido anunciados con anterioridad. En ese marco, en su discurso, Heker, además de dedicar el galardón recibido por sus Cuentos reunidos a su familia, lo hizo a sus compañeros de generación: Abelardo Castillo, Ricardo Piglia y otros, y que tuvo el gesto político de agradecer a la educación pública por su formación, gesto que fue festejado por la audiencia. Sebrelli, ganador por su ensayo El malestar de la política, señaló haber sido durante mucho tiempo un outsider cuyo reconocimiento llegaba en el último periodomediante su designación como ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires, el premio que le otorgara el Senado y este galardón. Daniel Guebel dedicó su premio, recibido por su novela El absoluto, a su docente de sexto grado, «ya que yo también caí en la educación pública», en una alusión irónica a un dicho del presidente Macri. Dedicó especialmente el premio a su hija Ana y a su sobrino Ramón.
El cordobés Gustavo Blázquez recibió el premio por Ensayo antropológico por su estudio sobre el cuarteto y lo dedicó a su maestra de primer grado, y reclamó mayor presupuesto para ciencia y educación. También levantó el puño que exhibía un pañuelo verde, símbolo de la lucha por la legalización del aborto. También lo exhibió Claudia Piñeiro, que recibió el tercer premio en novela por Un comunista en calzoncillos. En la categoría Guión Literario Cinematográfico se hizo con el primer premio Martín Rejtman, que también subió al escenario a recibir los diplomas del segundo premio, correspondiente a Lucía Puenzo, y a Celina Murga y Gabriel Medina, por el tercero.
Guionistas, ensayistas, académicos, escritores, cineastas y músicos fueron reconocidos con estos Premios Nacionales que volvieron a la escena del campo cultural. Luego de recibirlos, la concurrencia disfrutó de un brindis en el hall del teatro Cervantes que se llenó de festejos.
Fuente: Infobae