La temporada decuarentena en medio de la pandemia por coronavirus nos desafía a planear nuevas actividades con los chicos, poco acostumbrados a tantos días de encierro. Los juegos de mesa se agotan, las pantallas tienen un limitado tiempo de uso recomendable y no siempre hay espacio para movimientos más deportivos. La ciencia puede ser otra gran opción: con experimentos sencillos, los niños tienen la posibilidad de convertirse en científicos, al menos por un rato.
Valeria Edelsztein, doctora en química e investigadora del CONICET reconocida en Twitter como @ValeArvejita, recomendó a Entremujeres Clarín dos opciones para que cada casa se transforme en un laboratorio.
Tinta de repollo
Este experimento tiene que ver con los indicadores ácido base.
Se necesitan hojas de repollo colorado, un poco de vinagre o jugo de limón, bicarbonato de sodio, agua, cucharitas y vasos.
Hay que romper las hojas de repollo colorado (puede ser con la mano) y ponerlas en un recipiente. Una persona adulta vuelca agua bien caliente en ese recipiente. Lo que va a pasar es que el agua se va a empezar a teñir de violeta. Ahí lo que estamos haciendo es extraer los pigmentos, que son las sustancias que le dan color a la hoja de repollo. Esos pigmentos se llaman antocianinas y tienen una particularidad: cambian de color dependiendo de la acidez del medio. Entonces, si están en un medio ácido, se ponen de color fucsia brillante; y si están en un medio básico, se ponen de color verde o azul. Por eso los llamamos indicadores ácido base, porque nos sirven para saber si estamos en un medio ácido o básico.
Una vez que tenés el agua violeta, la colás y la ponés en vasos. Uno de esos vasos lo vas a dejar sin hacer nada, para compararlo y ver cómo era el color que tenía cuando hiciste la extracción. Después, a cada vaso le vas a ir agregando algo diferente. Con unas gotitas de vinagre o jugo de limón se va a poner fucsia brillante; con una cucharadita de bicarbonato se va a poner azul verdoso. Y pueden probar con otras cosas: gaseosa o jabón blanco disuelto.
Lo lindo es que si tienen una tela que no usen pueden teñirla con jugo de repollo y dejarla secar. Después pueden dibujar con un hisopo mojado en bicarbonato o en vinagre.
Inflar globos sin soplar
Otro posible experimento es el de inflar globos sin soplar. Lo que hay que hacer es poner en la botella un fondito de vinagre. Adentro del globo, unas cucharaditas de bicarbonato de sodio. Lo que hay que hacer es colocar la boca del globo en la boca de la botella, volcar el bicarbonato adentro del vinagre y sostener. Lo que va a pasar es que el vinagre tiene ácido acético y el bicarbonato es una base. Cuando reaccionan, se libera un gas. Ese gas inflará el globo.
Una vez que esté inflado, lo pueden atar y ese globo se porta diferente. Como no está lleno de aire, sino de dióxido de carbono, que es más denso, cae más rápido. ¡A jugar con la ciencia!
Fuente: Clarín