Dos escuelas argentinas fueron seleccionadas en la lista de 50 finalistas a ganar uno de los cinco World’s Best School Prize 2023, un premio que reconoce con 50.000 dólares a las mejores instituciones del mundo en cinco categorías: colaboración con la comunidad, acción ambiental, innovación, superación de la adversidad y promoción de vidas saludables.
Los establecimientos distinguidos fueron la Escuela Secundaria Presidente Domingo F. Sarmiento, de gestión pública y dependiente de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (Unnoba), que funciona en Junín, y la Escuela Técnica Roberto Rocca, del Grupo Techint, con sede en Campana. La primera fue elegida por su impacto positivo en la comunidad a través de su programa de educación ambiental; la segunda, por su innovadora transformación de espacios y procesos de aprendizaje.
Ambas son relativamente jóvenes –la secundaria Sarmiento fue inaugurada en 2018, mientras que la técnica Rocca abrió en 2013–, de doble escolaridad, y trabajan con la modalidad de aprendizaje basado en proyectos (APB). Además, las dos tienen una visión de equidad e igualdad de oportunidades.
“Las escuelas preseleccionadas para los World’s Best School Prizes, sin importar dónde se encuentren o qué enseñen, tienen una cosa en común: todas tienen una fuerte cultura escolar. Sus líderes saben cómo atraer y motivar a educadores excepcionales, inspirar el cambio y construir entornos con excelentes condiciones para los procesos de enseñanza y aprendizaje”, dijo Vikas Pota, fundador y CEO de T4 Education, la organización que entrega los premios desde el año pasado, en colaboración con Accenture, American Express, Yayasan Hasanah y la Fundación Lemann.
La institución, a cargo del coordinador académico Fernando Balbi, desarrolló un proyecto llamado Ecoideas,que articula ideas de los alumnos con otras de organizaciones externas con el objetivo de implementar acciones concretas. Por ejemplo, desarrollaron cestos de colillas de cigarrillos con materiales reciclados y los repartieron en dependencias públicas de Junín. También utilizaron desechos plásticos para armar “ecocuchas” y fomentar la empatía y el apoyo hacia los animales domésticos y callejeros.
“Esta nominación es un halago, una alegría enorme y también una invitación a reforzar las ganas y trascender a otras escuelas. Lo que hacemos son acciones sencillas y factibles de hacer en cualquier escuela. No hicimos ningún descubrimiento mesiánico, sino que vimos que el cuidado del medio ambiente es un área prospera porque a los jóvenes les interesa mucho y decidimos trabajar con eso: planteando ideas fáciles y significativas para los chicos”, dijo Balbi a LA NACION.
Por su parte, el rector de la Unnoba, Guillermo Tamarit, sostuvo: “Desde la puesta en marcha de la escuela, en 2018, nos propusimos trabajar junto a toda la comunidad educativa en la promoción de prácticas multidisciplinarias e innovadoras para abordar los problemas de la sostenibilidad a nivel local, regional e internacional. Nos llena de orgullo, como expresión de la educación pública de nuestro país, que nuestra tarea sea reconocida y que las escuelas de todo el mundo, sin distinción de fronteras, puedan conocer y replicar las acciones que hemos emprendido”.
Paralelamente, la Escuela Técnica Roberto Rocca, que este año celebra su décimo aniversario, fue reconocida por el innovador proceso de transformación integral de sus espacios físicos y los procesos de aprendizaje.
Durante 2022 concretó un rediseño edilicio inspirado en la escuela High Tech-High, de California, Estados Unidos, y escuelas en Barcelona, España, poniendo al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje y fomentando su autonomía. Entre los conceptos con los que se trabajó la remodelación, aparece la “cima de la montaña”, donde el estudiante le transmite a un grupo lo aprendido, entrenando sus habilidades de comunicación. Para esto, existen lomas con distintas formas, texturas y alturas, gradas y desniveles. Otro lugar novedoso son las cuevas, espacios resguardados para lograr la concentración y momentos de soledad. Los patios externos son también posibles aulas a cielo abierto.
Con respecto a la metodología de trabajo, la escuela implementa el APB y creó nuevas formas de enseñanza que integran diferentes asignaturas basadas en problemas, preguntas y situaciones de la vida real. Este enfoque de asignaturas integradas ayuda a los estudiantes a aprender de manera más conectada. Además, la escuela ofrece un sistema de becas que garantiza la admisión a través del esfuerzo, dedicación, compromiso y mérito, independientemente de la situación socioeconómica de la familia, apostando una sociedad más equitativa.
“Luego de repensar la organización escolar, hubo un cambio de paradigma muy grande, no solo de los estudiantes, sino también de los docentes, empezando a trabajar de forma más colaborativa, en la integración de materias y la identificación de ejes transversales. Estamos dando pequeños pasos hacia la escuela del futuro, una que invite a los estudiantes a ser protagonistas de ese proceso”, afirmó Ludovico Grillo, director del establecimiento.
Erika Bienek, directora de relaciones con la comunidad del Grupo Techint, agregó: “El APB propone una enseñanza muy distinta y el edificio seguía siendo tradicional. Entonces sacamos el concepto de aula para pensar en momentos de aprendizaje: de introspección, de colaboración, de comunicación. Eso genera que el chico sea atravesado por los conocimientos en forma de red y no de forma aislada”. Como resultado de su enfoque innovador, los estudiantes obtienen hasta un 44% más en matemáticas que los estudiantes de otras escuelas y hasta un 37% más en comprensión de lectura.
Sobre el premio
En la primera edición de los World’s Best School Prizes, los ganadores fueron: Dunoon Grammar School, de Escocia, por su colaboración con la comunidad; Bonuan Buquig National High School, de Filipinas, por su acción ambiental; la Escuela Emilia Lascar, de Chile, por su innovación; Project Shelter Wakadogo, de Uganda, por la superación de la adversidad, y Curie Metropolitan High School, de Estados Unidos, por la promoción de vidas saludables.
En esa edición, la Argentina también contó con un reconocimiento: la Escuela Secundaria Técnica N°8 Paula Albarracín de Sarmiento, situada en el barrio porteño de Parque Avellaneda, estuvo entre las diez destacadas dentro de la categoría acción ambiental.
En septiembre de este año se anunciará una lista de finalistas reducida a 15 aspirantes, tres por categoría, y finalmente en octubre se publicarán las cinco escuelas ganadoras, que serán elegidas por un jurado compuesto por destacados líderes de todo el mundo, incluidos académicos, educadores, ONG, emprendedores sociales, gobiernos, sociedad civil y el sector privado. El premio total de 250.000 dólares se compartirá equitativamente, por lo que cada establecimiento recibirá cada uno un premio de 50.000 dólares.
Esteban Bullrich, exministro de Educación de la Argentina y miembro del jurado, dijo: “Felicitaciones a estas dos escuelas argentinas por haber sido preseleccionadas en el top 10 para los World’s Best School Prizes. Son dos escuelas ejemplares porque entienden y demuestran que su trabajo y su compromiso es con su comunidad. Si más escuelas observan y replican el trabajo de estas dos instituciones, seguramente estaremos dando un paso enorme hacia la reforma que nuestro sistema educativo necesita para verdaderamente poner a la educación en el siglo XXI”.
Fuente: Josefina Gil Moreira, La Nación