En medio de una enorme expectativa mundial –y de un profundo nerviosismo de la familia real británica— el renunciante príncipe Harry y su esposa Meghan Markle aparecieron en la noche del domingo en una entrevista con la estrella estadounidense Oprah Winfrey. Meghan denunció que hubo una campaña del palacio de Buckingham en su contra, que estaban preocupados por el color de piel que tendría su hijo y que ella llegó al punto de querer quitarse la vida. “No quería vivir más”, dijo.
En tanto, el hijo menor de la princesa Diana -que vivió acosada por el palacio de Buckingham, se divorció y murió perseguida en 1997 por los paparazzi-, justificó las razones que llevaron a la pareja a abandonar las obligaciones reales hace poco más de un año: “Mi mayor preocupación era que la historia se repitiera”, dijo.
Millones de personas sintonizaron el domingo a las 8 pm (las 22 de Argentina) en el primetime televisivo el show de Oprah, que tuvo el diálogo exclusivo de la pareja que abandonó hace poco más de un año los deberes de la realeza británica y, luego de un período en Canadá, se afincó en Montecito, una pequeña ciudad en el sur de California.
La entrevista comenzó con una recopilación del casamiento real y una voz en off que contaba que la boda había sido vista por 2.000 millones de personas. Y que, de pronto, ese personaje tan popular como Meghan se había convertido en una “villana” por una campaña de difamación de la Casa Real, que dejaba trascender a la prensa que era egoísta, ambiciosa y que hasta hizo llorar a la princesa Kate Middleton, su cuñada y esposa del príncipe William.
La entrevista fue en la casa de un vecino de los duques de Sussex, en un paisaje bucólico, en medio de un cuidado jardín. Comenzó primero con Meghan, que lucía un vestido negro largo con flores blancas en el pecho, que apenas disimulaba el embarazo de su segundo hijo. Luego se sumó Harry, con un saco gris claro y camisa blanca. A cada rato se veían otras partes de la entrevista grabadas previamente en la casa de los duques, donde se los veía en ropa más informal mientras resaltaban aspectos de su nueva vida. Tienen un gallinero, perros rescatados y un lugar donde la pareja, dijo Meghan, encontró “la paz”.
Meghan, una actriz estadounidense de 39 años de raza mixta (su madre es afroamericana), contó que había conocido a la Reina Isabel un día sin previo aviso, cuando ella llegaba al palacio de Windsor luego de una misa. Harry le dijo: «¿Sabés el protocolo, hacer una reverencia?» Ella dijo que pensaba que eso sucedía solo en público, pero entendió que también era para la familia y que no era una abuela como todas.
Meghan varias veces se refirió a la familia real como “la Firma” o “la Institución” un apodo interno que usó al acusarla de decir “falsedades” sobre la pareja. Por ejemplo, contó que salieron noticias de que ella había hecho llorar a Kate, su cuñada, por el vestido de flores de una de las damas de honor de su casamiento. “Fue al revés, ella me hizo llorar a mí”, dijo Meghan. “Fue muy difícil ser acusada por algo que no solo no hice, sino que me hicieron”, agregó. “Toda la Institución sabía y nadie hizo nada”. Eso, para ella, fue un punto de inflexión.
La actriz resaltó varias veces, sin embargo, que la reina se portó bien con ella y que disfrutaba mucho de su compañía. “Siempre me hizo sentir bienvenida”, dijo.
Pero contó que los funcionarios de la “Institución” no la dejaban almorzar con sus amigos. Le pedían que mantuviera un perfil bajo, aunque por momentos solo salió de la casa dos veces en cuatro meses. Eso la hacía sentir muy sola. “Sobre todo cuando venis de una vida tan plena, cuando venis de la libertad”. «Me silenciaron», dijo.
Además, Meghan denunció racismo en la corona, sobre todo cuando estaba por nacer Archie, el primer hijo de la pareja. “Hubo conversaciones sobre qué tan oscura sería la piel del bebé”, dijo Meghan y agregó que le habían advertido que el pequeño no recibiría el título de príncipe ni tampoco tendría seguridad.
Si bien la entrevistadora insistió en preguntar quién había hecho esas observaciones en el palacio, ella sostuvo que se las habían transmitido a Harry, pero que no iba a revelar quiénes porque sería muy dañino para la corona.
Todo lo expuesto en la entrevista hizo que ella se sintiera muy desgraciada y atormentada al punto de pensar en el suicidio. Hasta que –según relató- tomó coraje y habló con Harry. “No quería vivir más. Tenía ese miedo muy claro y ese pensamiento constante”, dijo. Agregó que le contó esa situación a alguien importante de la “Institución”. Pero que «ellos no hicieron nunca nada por encontrar una solución”.
Luego apareció Harry en la entrevista y dio una primicia: el bebé que esperan es una niña y nacerá “en el verano” del hemisferio norte. El duque explicó también a Oprah los motivos de la renuncia a las obligaciones reales: “Mi mayor preocupación era que la historia se repitiera”, dijo. El príncipe se refería al divorcio del príncipe Carlos y la princesa Diana, y al acoso que sufrió por parte de la familia real y de la prensa su madre. Lady Di murió junto a su entonces pareja Dodi al Fayed en un accidente de auto en París en 1997, cuando el conductor de su coche intentaba escapar de la persecución de los paparazzi.
“Estoy muy aliviado y feliz de estar sentado aquí, hablando contigo, con mi esposa a mi lado”, dijo Harry a Oprah. “Porque no puedo ni imaginar lo que debe haber sido la vida para ella (por Diana), pasando por este proceso sola, hace tantos años. Porque ha sido increíblemente difícil para nosotros dos, pero al menos nos teníamos el uno al otro”, agregó.
Harry reveló que hubo “falta de apoyo de la Casa Real”, pero no culpó a la Reina. Dijo que ella había sido buena con él. En cambio, dijo que su padre, el príncipe Carlos, dejó de contestarle las llamadas.
“Hubo muchas oportunidades para mi familia de mostrar apoyo. Sin embargo, nadie de mi familia dijo nada en tres años, eso dolió”, dijo Harry al admitir el miedo que la familia real tiene a los tabloides británicos.
Harry le reveló a Oprah que el punto de inflexión entre su mujer y la familia real ocurrió después de su gira por Australia, cuando los miembros de la corona se pusieron celosos por la manera en la que Meghan se conectaba con la gente.
Dijo, además, que nunca se habría ido si no se hubiera casado con Meghan, pero que ella le abrió los ojos a cómo estaba atrapado por la “Institución” en la que nació.
“Mi papá y mi hermano están atrapados. Y siento compasión por ellos”, dijo Harry, sobre su decisión de abandonar las funciones reales.
Los estadounidenses conocen bien a Meghan, compatriota y ex actriz de televisión que decidió abandonar su carrera cuando en 2018 se casó con Harry, que revolucionó al palacio al elegir a una plebeya y con madre afroamericana.
En Estados Unidos se siguió con atención la boda y luego la renuncia a los títulos y los beneficios reales el año pasado. Aquí se le dio la bienvenida a la pareja cuando decidió afincarse en este país, donde se sienten menos acosados por la prensa. De hecho, cuando muchos analistas de la familia real calificaron a la pareja de imprudente y egoísta, en Estados Unidos muchos vieron indicios de racismo hacia Meghan. Con la entrevista de anoche, ella confirmó esa impresión.
Desde que llegaron a este país, la pareja creó una fundación benéfica llamada Archewell y con Netflix producen documentales, largometrajes y otros contenidos. Para dar esta entrevista exclusiva, el matrimonio prefirió un terreno seguro: Oprah es amiga personal de ambos –fue invitada al casamiento real—y ahora también es vecina en Montecito. La conductora vendió la entrevista a CBS por una suma de entre 7 y 9 millones de dólares, según The Wall Street Journal, y se reservó los derechos internacionales.
El Palacio de Buckingham estuvo todo este tiempo en ascuas porque le fue negada una versión anticipada de la entrevista y temían que la pareja lanzara una bomba televisiva que les provocara un inmenso daño en su imagen. No es casualidad que hayan decidido anticiparse con un contraataque esta semana: Meghan enfrenta justo ahora una investigación interna del palacio sobre denuncias de que acosó al personal de la casa real durante su estadía en Gran Bretaña.
La entrevista va a conmocionar Buckingham y se espera con ansiedad la reacción del Palacio.
Fuente: Washington / Clarín