En el comienzo de la jornada de domingo de la Strudel Fest muchísimas manos colaboradoras establecieron un nuevo récord para Santa María: el Strudel más largo del país.
En la 8ª edición la marca fue de 66,31 metros y este año el objetivo era acercarse a los 70 metros que tras una ardua mañana de trabajo a las ordenes de los cuatro chefs organizadores, totalizó en 71,90 metros.
Sobre el mediodía el Strudel gigante partió rumbo a la panadería de Waispeck y a las 18 horas el mismo estuvo a disposición de los presentes para su degustación en el marco del acto oficial.
Los ingredientes están listos: 1700 manzanas, 160 kilos de harina, 44 kilos de azúcar, 14 docenas de huevos y 40 litros de crema. Los cocineros, también: un grupo de 70 colaboradores, guiados por tres chefs. El objetivo: elaborar el strudel más largo del país, que este año llegaría a los 70 metros. Todos los habitantes de Colonia Santa María, ubicada en Coronel Suárez, ya están preparados para la 9na edición del Strudel Fest, un festival que no para de crecer año a año y que se está transformando en un ícono de la colectividad germana en la Argentina.
El evento incluyó propuestas gastronómicas típicas, cervezas artesanales y artesanías, que se ofrecieron a lo largo de la Av. 11 de Mayo de este pequeño poblado bonaerense de apenas 1600 habitantes, la mayoría descendientes de alemanes del Volga que pelean, año a año, por sostener sus tradiciones. Así lo explica Cristián Rack, presidente del club El Progreso, y uno de los organizadores del festival: “Tratamos de mantener las tradiciones, es difícil por los tiempos que se viven, en especial por las nuevas tecnologías; por eso, con el Strudel Fest, la idea es revalorizar nuestra cultura, sobre todo lo gastronómico y lo musical”.
La fiesta comenzó con la apertura del patio cervecero y espectáculos musicales. Se realizó un torneo de Kosser mixto, juego tradicional de los descendientes de los alemanes del Volga, para continuar con la apertura del paseo de artesanos, comerciantes y de gastronomía, entre otros. Y, finalmente, llegó el plato fuerte: la elaboración del strudel gigante.
“El año pasado fue de 66,30 metros, ahora queríamos llegar a 70, pero lo superamos″, se entusiasma Cristián. “Es casi una cuadra de largo, que se extiende sobre la avenida central, mucha gente se prende y ayuda. Pero bueno, la idea es ir de a poco, siempre creciendo”, añade. Una vez elaborado sobre bandejas en plena calle, el mega strudel será trasladado a una panadería del pueblo, donde se cocinará durante cuatro o cinco horas. A las 17.30, el festín: el strudel fue desmoldado y servido al público.
La idea del StrudelFest nació hace unos años por iniciativa de los vecinos, con el objetivo de fomentar el turismo a través de una fiesta propia, más allá de la “Kerb”: las fiestas patronales por el día de la Virgen Santa María. En 2015, la Escuela Media Nº 2 propuso la idea y se contactaron con algunas personas que podrían materializarla, entre ellas Javier Graff, emprendedor gastronómico. “Fue el pionero, en la primera fiesta de 2016, se logró hacer un strudel de 15 metros”, recuerda Cristián.
Desde entonces, ininterrumpidamente, el StrudelFest -al igual que el propio strudel- no paró de agrandarse: este año esperan más de 25 mil personas. “Lo más lindo es que esto involucra a la mayoría de las instituciones del pueblo, no sólo el club que presido, también están las subcomisiones de patín y fútbol, la asociación de turismo comunitario, las cooperadoras de las escuelas, la unión de padres de familia, el taller protegido y el centro de jubilados… es una acción comunitaria 100%”, dice, orgulloso.
Para Cristián, “el récord es secundario”. “Lo que más disfruto es ver a mis hijos disfrutando de esto, a todos los jóvenes y a la gente grande que reviven anécdotas de las familias. Yo disfruto desde que arranca, nos llena el alma”, agrega.
Alemanes del Volga
Al igual que la mayoría de sus vecinos, Cristián es descendiente de alemanes del Volga que fundaron esta y otras dos colonias (San José y Santa Trinidad) alrededor de Coronel Suárez, allá por 1887. Llegaron a estas tierras provenientes de Colonia Hinojo, en el partido de Olavarría, de donde partieron unas 20 familias con sus carros. “Desde chico uno escucha todas las historias que se fueron transmitiendo de generación en generación, en especial, las recetas de las delicias que se comen por acá”, asegura.
Una de las especialidades de Santa María es el füllsen, una especie de budín de pan que se suele preparar para acompañar la carne. “En la cena anual que hacemos del club, sin no hay füllsen, nos matan”, dice entre risas. “También se hacen muy buenos wickelnudels, kleis, kreppels y por supuesto, todas las facturas de cerdo”, enumera.
“Este es mi lugar en el mundo, el que elijo para vivir con mi familia”, asegura Cristián. “Es un lugar muy lindo y muy tranquilo”, enfatiza, acerca de esta colonia que mantiene el trazado urbano que tenían en Rusia: una plazoleta central, rodeada de monumentos significativos y flanqueada por casas bien típicas.
Además del StrudelFest, en Pueblo Santa María se puede visitar la gruta Nuestra Señora de Fátima, con una imagen de la Virgen acompañada de pinturas de Salvador Scheneider, quien nació en el lugar. También la Iglesia Parroquial Natividad de María Santísima, que posee un altar totalmente de madera de 100 años de antigüedad donde se destacan sus vitrales multicolores, imágenes, pinturas de Scheneider y mayólicas representando la Virgen en la fachada exterior realizadas por la artista plástica Haydeé Klein.
Fuente: La Nación