Rockeras y fuertes: Las bandas femeninas deciden abrir sus propios caminos

«Si yo tuviera que poner el 30%, tal vez no podría llenarlo con artistas talentosas. Esas artistas no estarían a la altura del festival y tendría que dejar afuera a otro tipo de talentos». «Hay muchísimos más artistas hombres en el mundo. El festival muestra que hay lugar para todos, pero no hay tantas mujeres».

«Nosotros tenemos un montón de artistas mujeres en el festival y te diría que queríamos traer más, pero, si me preguntás a mí, yo voy detrás del talento». Estas frases dichas por José Palazzo, organizador del Cosquín Rock; Perry Farrell, creador del Lollapalooza, y Diego Finkelstein, productor de la edición local, fueron sus respuestas en lo que va del año al ser consultados por la ley de cupo femenino en festivales y por la escasez de mujeres en sus programaciones, especialmente en el clásico cordobés. ¿Las artistas mujeres son una rareza casi inexistente? ¿Las que hay no son tan talentosas como un varón promedio? ¿O las músicas no cortan tickets ni llevan público? Como sea: las mujeres empezaron a abrir su propio sendero.

En septiembre del año pasado fue presentado el proyecto de ley en el Senado, a través de la senadora Fernández Sagasti (FPV-JP), y cuenta con la firma de 17 senadores de diversos bloques. El cupo femenino establecería que en los eventos de música en vivo, públicos o privados, con fines de lucro o no, que convoquen al menos a tres artistas, deben tener un mínimo de participación femenina del 30%, que puede cumplirse por la presencia de solistas o bandas femeninas, o bandas mixtas en las que haya un mínimo de 30% de mujeres en su formación. «Desde antes de que una mujer piense en tener un proyecto artístico hay un montón de trabas al habernos criado en una cultura machista de desigualdades. Que no se puede, que no es para las mujeres, que no va a ser fácil. Esa es la máxima limitación y algo que se está acabando. Por otro lado, las limitaciones económicas. Seguimos cobrando menos que los varones, siguen habiendo tratos diferenciales», explica Lucía Amarilla, una de las programadoras del GRL PWR que tuvo lugar en Córdoba y en Rosario durante Semana Santa y que contó con una grilla compuesta 100% por mujeres.

Altas Wachas, Urban fest
Altas Wachas, Urban fest

El año pasado fue la primera edición de este festival. En esta edición contaron con Anita Tijoux, Miss Bolivia, Sara Hebe, Bertoldi, She Devils, Kumbia Queers y Ms Nina, entre muchas otras artistas, además de presentar a las rusas Pussy Riot en su apertura cordobesa. Este año la propuesta de un festival protagonizado por mujeres tuvo el apoyo de medios, managers, bandas y hasta de marcas, como Skyy Vodka, según explica Amarilla. El evento se presenta como feminista, y lejos de convertirlo en algo de nicho, recibió a miles de personas en Rosario y en Córdoba, durante el último fin de semana. Mientras tanto, este movimiento hace eco en la gestión cultural pública. A la vez que se llevaba adelante el GRL PWR en el interior del país, Dakillah, Sofía Hervier, Apsy, Mila M, y Dj Mykka llegaban hace poco más de una semana a la Usina del Arte para el Urban Fest Fem, una jornada dedicada a la música urbana producida por mujeres. Desde la subsecretaría de gestión cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Viviana Cantoni enmarca esta propuesta dentro de una idea que toma transversalmente la programación de la Usina: «Visibilizar, iluminar, producir y distribuir la producción de las mujeres en todas las disciplinas que congrega; artes visuales, música, niños y gastronomía que son sus ejes principales.» Un antecedente local reciente fue la segunda edición del Festival Ahora en el Konex que se llevó adelante el 23 de septiembre, acompañando la presentación del proyecto de ley en el Senado con una grilla solo de mujeres, como Barbi Recanati, Potra, la uruguaya Alfonsina, y Violeta Castillo.

El movimiento dentro del ámbito musical repercute en el público y en la crítica: Juana Giaimo, colaboradora de Rolling Stone, arrancó hace pocas semanas Regodeo, un newsletter dedicado especialmente a lanzamientos musicales de mujeres, y se sorprendió con la cantidad de suscriptores que recolectó en los primeros días. Inscribiéndose en el espíritu de época y con la intención de hacer una selección personal dentro del bombardeo mediático, Juana destaca la diversidad de formas de darle visibilidad al trabajo emergente, y aporta desde su lugar de periodista. Su publicación semanal trata de dar a conocer a artistas nuevas o más indies, pero también se preocupa por cómo representar y comentar a «las que ya tienen suficiente atención». «¿Cuánto de lo que se haba sobre Madonna es efectivante sobre su música», se pregunta Giaimo.

LA PIBA BERRETA
LA PIBA BERRETA

Mientras las mujeres del medio musical se organizan y copan espacios públicos, el anuncio de la programación de Nuestro 2019 parece dejar en evidencia de la tendencia. La nueva edición del festival de Tecnópolis, este mes, estará encabezada por Nathy Peluso, y también presentará a Miss Bolivia, Silvina Moreno, Ainda Duo, Juana Molina y la chilena Francisca Valenzuela. El festival, que en años anteriores estuvo encabezado por La Beriso, Ratones Paranoicos, Las pastillas del abuelo, Las Pelotas y la Vela Puerca, este año no sólo tiene como headliner por primera vez a una mujer, sino que diversifica los géneros en sus propuestas principales.

Sin embargo, Eduardo Rocca, programador, sostiene que la inclusión y la diversidad estética y musical son dos factores que marcaron la propuesta desde su primera edición en 2015 . «Es un proyecto que va creciendo junto con el público a medida que se hace más permeable a estas propuestas», explica y señala que para quienes hacen Festival Nuestro la inclusión de género también va acompañada de una mirada más macro sobre la idea de inclusión, tomando tópicos como la inmigración.

Dakillah
Dakillah Fuente: LA NACION – Crédito: Daniel Pessah

La ley de cupo femenino en festivales todavía no es un hecho, pero ya comenzaron a generarse movimientos dentro del medio artístico. La inclusión de mujeres en las grillas festivaleras a través de un cupo no sólo es una ampliación de derechos laborales, sino una forma de ampliar la representación femenina y poner en evidencia que «ser pocas» en este ámbito o en cualquier otro a veces no sucede porque sí. Una mujer en un escenario alentando a otras a formar bandas (como hizo Marilina Bertoldi hace dos años) deja en claro que la construcción es colectiva, y que si hay una chica con talento, esa le podrá abrir las puertas a las talentosas que vengan detrás.

Datos que llevaron a la acción

Según los números presentados por Ruidosa Fest, un proyecto impulsado por Francisca Valenzuela en Chile, entre 2016 y 2018 hubo entre un 14 y un 20% de participación femenina en festivales argentinos, teniendo en cuenta las bandas mixtas, mientras que la representación exclusivamente femenina fue de entre un 7,4% y un 4,6% en el mismo período. Es decir que por cada catorce solistas masculinos o bandas de varones hay una sola mujer o banda de mujeres en cada grilla de programación, convirtiendo a nuestro país en el menos equitativo del estudio, que también incluyó a Chile, México y Colombia. En la Argentina, tampoco hay números oficiales, pero el año pasado la Mesa Por Más Músicas Mujeres En Vivo lanzó sus propias estadísticas. De las mil seiscientas agrupaciones que formaron parte de los 46 principales festivales del país en el lapso de un año solo 160, es decir, menos del 10%, tuvieron al menos una mujer en su formación y esta cifra llega a ser menor al 5% en el rock. Además, el Instituto Nacional de la Música, en su Registro Nacional Único de Músicos incluye a más de 37.000 miembros: 80% son varones y 20%, mujeres.

Goza, el sello que busca canalizar el fenómeno

Por Alejandro Lingenti

Una de las iniciativas más interesantes que aparecieron en este nuevo contexto de reivindicaciones de los derechos de la mujer y las nuevas identidades de género es la creación del sello Goza Records, creado por la radio online Futuröck y Barbi Recanati, la excantante y guitarrista de Utopians. «Yo tengo un estudio de grabación y Futuröck es una excelente plataforma de difusión. Trabajando juntos podemos darles un espacio a bandas buenísimas de mujeres y a personas en disidencia de género que tienen proyectos buenísimos que hasta ahora no habían tenido una oportunidad de hacerse más visibles. Nuestro objetivo no es ser el único sello que haga esto. Al contrario, no queremos monopolios, sino impulsar una movida distinta. Que haya 800 sellos independientes de este tipo. Nuestra selección está determinada por gustos personales, pero las artistas que están en Goza no son los únicas. Hay mucho y muy bueno dando vueltas por ahí».

Goza está subiendo material inédito de uno o dos artistas por mes. Ya son nueve los que tienen singles o discos completos en plataformas de streaming. El sello financia esos lanzamientos, pero no fabrica discos. En el catálogo, variado en términos de estilo (hay punk, garage, surf, sonido indie), figuran bandas como Las Vin Up, Las Ex, Olympia y Playa Nudista, y solistas como Luz Pereyra. «Goza es la respuesta a una demanda nueva, generada por un cambio de paradigma en la sociedad y en la escena musical -asegura Barbi-. Ya no se necesita sí o sí cumplir con la heteronorma para tener una banda de rock y grabar un disco».

Fuente: Tamara Talesnik, La Nación