En 1961 el mítico cómico italiano Totó, en una comedia titulada TotóTruffa 62, le trataba de vender a un norteamericano la Fontana de Trevi. Hoy, con tecnología digital, podría hacerlo y no sería una “truffa”, una estafa.
Ya en junio pasado el Museo de los Uffizi se convirtió en el primero en vender una copia digital de una obra de arte, el conocido Tondo Doni, uno de los capolavori de Miguel Ángel. Y ahora un grupo italiano propuso hacer lo mismo con el Coliseo, el antiguo anfiteatro Flavio emblema de Roma, según reveló el diario La Repubblica. Y la noticia dio la vuelta al mundo. Lo harían “sin tocar una sola piedra y dejando su propiedad al Estado italiano”, aseguró un colectivo de artistas, filósofos, curadores y políticos, entre los cuales se encuentran Alex Braga, Federico Federico Clapis, Andrea Colamedici, Serena Tabacchi y Alessandro Fusacchia, que aseguró que su objetivo es divulgar e incentivar la hibridación entre arte y tecnología digital. “Estamos en el comienzo de una nueva era y como siempre el arte nos está abriendo un camino. Hagamos del gemelo digital del Coliseo el inicio de una nueva historia económica y cultural”, explicaron en una carta.
¿Cómo podría venderse el Coliseo en forma digital? A través de tecnología NFT, es decir, Non Fungible Token, que garantiza la unicidad de un archivo para “replicar” objetos, una obra o un monumento y que recientemente ha abierto nuevas perspectivas para el arte digital. De hecho, así ocurrió para la venta en este formato del famoso Tondo Doni, única pintura cierta sobre tabla del gran Miguel Ángel, que realizó una sagrada familia para el mercader florentino Agnolo Doni, eligiendo una forma redonda porque en esa época estaba de moda, que es una de las grandes atracciones de los Uffizi. Entonces, una start up florentina llamada Cinello realizó una copia digital de altísima definición, que luego fue autenticada con Blockchain, la tecnología en la que se basan las criptomonedas, para transformarlo en un NFT, Non Fungible Token. Es decir, una obra única y, por lo tanto, de inmenso valor. Y la copia del Tondo Doni fue vendida por los Uffizi en 240.000 euros. La mitad de esa suma quedó en manos del museo florentino.
“Los NFT están teniendo un éxito notable para el arte que nace digital”, escribió Riccardo Luna en La Repubblica, que recordó que en marzo pasado la casa de subastas Christie’s vendió por muchísimo más dinero, 69,3 millones de dólares, el NFT de Everydays: The First 5000 Days, obra realizada por un artista llamado Beeple que durante 5000 días, cada día realizó imágenes digitales, que luego compuso en un cuadro. La persona que ganó la subasta no compró ese cuadro, sino el file digital autenticado que dice que esa copia es única.
Habrá que ver qué pasa con la subasta que está realizando en estos días la plataforma Valuart, una start up italiana que venderá un NFT de Spike, obra de Banksy, nadie sabe a cuánto…
Lo cierto es que con el inmenso patrimonio artístico, paisajístico y cultural que tiene Italia, comenzar a vender en versión NFT monumentos como el Coliseo o la Torre de Pisa, paisajes encantadores como la costa amalfitana o la campiña Toscana, podría convertirse en un enorme negocio. Aunque no existen cálculos ni estimaciones confiables, porque en verdad se trata de un mercado recién nacido, también presente en muchísimos otros sectores. En los Estados Unidos, por ejemplo, la la NBA vende los NFT de las jugadas más espectaculares del básquet; y en Italia los nuevos sponsors de clubes como Inter y Roma también prometieron comerciar NFT de imágenes de sus futbolistas.
«Hagamos del gemelo digital del Coliseo el inicio de una nueva historia económica y cultural.»
De la carta del grupo de artistas, curadores y filósofos que proponen vender el Coliseo
Hace unos días el ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, luego de admitir que los NFT son muy nuevos y que “nadie hasta ahora conocía sus potencialidades”, adelantó que pronto su cartera dará a luz lineamientos como para que todo el mundo, incluso museos, que hasta ahora se movieron individualmente, sepa cómo actuar. “Estamos estudiando cómo dar indicaciones, incluso para futuras licitaciones, para garantizar la máxima transparencia y las máximas entradas para el Estado”, dijo Franceschini. “Hay que entender cómo se puede tutelar el interés público y no daremos exclusivas”, advirtió.
El grupo que propuso vender el Coliseo no oculta su entusiasmo. “Con los NFT podríamos valorizar el patrimonio artístico sin moverlo de un centímetro, sin cláusulas vejatorias y aumentando la experiencia de lo real con la emoción digital”, escribió. Y preguntó: “¿Nos imaginamos todo lo que un país como el nuestro podría hacer si interceptara y guiara esta revolución?”.
Habrá que ver.
Fuente: Elisabetta Piqué, La Nación