La Academia Sueca de Ciencias destacó que Katalin Karikó junto a Drew Weissman “fueron fundamentales” para el desarrollo de las vacunas con la nueva tecnología ARNm (REUTERS/Vincent West/File Photo)
Entre pipetas y tubos de ensayo en su laboratorio de la Universidad de Pennsylvania, Katalin Karikó supo que estaba frente a un momento Eureka! Así se llama en Ciencia, momento Eureka!, cuando se está frente a un hallazgo científico que lo va a cambiar todo. En aquellos años supo que iba a ser parte de la historia de la medicina para siempre y para todos, porque así concibe ella el ejercicio de la ciencia.
Y a ese hallazgo hoy le llegó el máximo reconocimiento mundial. El Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2023 fue otorgado a húngara Katalin Karikó y al estadounidense Drew Weismann por sus investigaciones pioneras asociadas con las vacunas ARN mensajero contra el COVID-19, informó la Real Academia Sueca de Ciencias.
En una entrevista la bioquímica húngara Katalin Karicó en junio de 2022 en París, en el marco de la entrega de los Premios L’Oreal-Unesco Por las mujeres en la Ciencia. dijo “Quiero centrarme en diseñar un ARN mensajero que codifique proteínas terapéuticas, que ayude a curar heridas, sanar huesos y cure a pacientes con cáncer”, dijo Karikó entusiasmada.
La bioquímica húngara, actual vicepresidenta del laboratorio alemán BioNTech, es una de las mentes brillantes del innovador desarrollo de la plataforma genética de ARN mensajero, la tecnología detrás de las vacunas conta el COVID-19 eficaces y seguras que fueron elaboradas en tiempo récord por Pfizer-BioNTech y Moderna.
Karikó simboliza la perfecta combinación de inteligencia y humildad, habiéndose destacado durante la pandemia al anticipar que la tecnología basada en ARN mensajero -diseñada para instruir a las células a combatir enfermedades- sería esencial para combatir el SARS-CoV-2.
Durante muchos años, la comunidad científica fue escéptica en relación a la genética en vacunas. A pesar del escepticismo inicial, Karicó perseveró y triunfó.
Pionera en las investigaciones de ARN mensajero
En 1985, a los 30 años dejó su Hungría natal y emigró a los Estados Unidos, su llegada a América tuvo un horizonte claro: demostrar que el ARNm podría usarse para instruir a las células para que fabriquen sus propios medicamentos, incluidas las vacunas. Allí buscó financiación para sus investigaciones, pero no la obtuvo, pocos confiaban en el potencial del ARNm.
Pero su persistencia la guío.
Karikó fue fiel a su investigación pionera con la plataforma genética de ARN mensajero como mecanismo que le enseñará a las células del organismo a pelar contra las enfermedades (EFE/EPA/Mourad Balti Touati)
En 2013 dejó la Universidad de Pennsylvania, porque la casa de estudios no la cobijó en sus investigaciones, donde se formó como bioquímica, investigadora y profesora, y se mudó a la pharma BioNtech en Alemania para volcar todo su potencial; y actualmente considerado el mejor hub biotecnológico del mundo, liderado por el matrimonio Ugur Sahin y Özlem Türeci, pareja y fundadores de BioNTech.
Desde el inicio de su carrera científica, se sumergió en la evidencia. Tras años de trabajo en el laboratorio identificó el potencial del ARNm para tratar cánceres y enfermedades raras y graves, marcando el comienzo de lo que se llamará la era de las terapias y vacunas personalizadas.
Karikó comenzó sus investigaciones en ARNm (ácido ribonucleico mensajero) con el objetivo de tratar enfermedades como el cáncer y afecciones cardíacas; pero el COVID cambió el destino y la investigación debió redireccionarse.
Qué es la plataforma ARN mensajero
Katalin fue despedida de su trabajo en la Universidad de Pensilvania y junto con su familia tuvo que dejar Estados Unidos. Se mudó con muy pocas cosas a Alemania pero no olvidó la patente de su hallazgo. Con esa joya de la ciencia bajo el brazo llegó a BioNTech.
Las vacunas ARN mensajero actúan dando a las células las instrucciones para fabricar una proteína que simula una infección y entrena al sistema inmunológico para reaccionar y atacar cuando se encuentre con el virus real.
A diferencia de las vacunas tradicionales, que a menudo introducen en el cuerpo un patógeno debilitado o inactivo para estimular una respuesta inmunológica, las vacunas de ARNm contienen material del virus que causa la enfermedad para la cual se desarrolla la vacuna. Este material proporciona instrucciones (en forma de ARNm) para que nuestras células produzcan una pieza del virus.
Una vez que las instrucciones (ARNm) están dentro de las células del cuerpo, las células usan esas instrucciones para producir una proteína que es específica del virus. Esta proteína es inocua en sí misma, pero es suficiente para que el sistema inmunológico reconozca que no debe estar en el cuerpo y construya una respuesta defensiva.
Sin duda y con una velocidad de producción inédita, durante la pandemia la plataforma de ARN mensajero se destacó frente al resto por su innovación, volumen de producción, seguridad y eficacia.
Con la pandemia global más controlada por los efectos de la vacunación contra el COVID, y con un grupo de vacunas de diferentes tecnologías que se prepararon en tiempo récord; la plataforma de ARNm se destacó frente al resto por su innovación, volumen de producción, seguridad y eficacia. Precisamente el hallazgo que hizo Karikó lo estaba estudiando para tratar otras enfermedades como el cáncer y afecciones cardíacas, pero el COVID cambió el destino de las mayorías.
Karikó en sus redes sociales: «Es un gran día, un gran sueño que se ha hecho realidad»
De una infancia difícil a la cima de la ciencia
Nacida en una Hungría de posguerra en 1955, Karikó ha recorrido un largo camino desde su infancia en un hogar humilde bajo el dominio soviético. Su historia es testimonio de resiliencia y determinación. Un contexto de dificultad económica que para otros hubiera forjado un camino de penurias, para Karikó se transformó en un impulso de superación: “Tuve una infancia feliz, teníamos comida sobre la mesa y una familia amorosa”.
Cuando en 1985 el laboratorio húngaro para el que trabajaba se quedó sin fondos, Karikó tuvo que vender su auto para poder costear su sueño de seguir su carrera científica en Estados Unidos. Sólo estaba permitido sacar 100 dólares del país bajo el control soviético, entonces ella y su esposo escondieron el resto del dinero que habían ahorrado en un osito de peluche de su hija de dos años.
Primero emigró a los Estados Unidos y luego a Alemania, donde se doctoró en bioquímica en la Universidad de Szeged, fue investigadora y profesora de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania y hoy es vicepresidente senior de BioNTech RNA Pharmaceuticals.
Volver al origen para curar el cáncer
Ahora Katalin quiere volver al punto de origen. Allí donde ella estaba parada cuando el nuevo virus SARS-CoV-2 le cambió su hoja de ruta.
—En sus investigaciones actuales usted quiere retomar lo que hacía antes de la pandemia, más vinculado a investigar tratamientos contra el cáncer con ARNm ¿Cuál es el próximo paso hacia la cura del cáncer, y un grupo de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer, por nombrar dos de gran prevalencia mundial. Si pensamos que el COVID-19 puso sobre la mesa para los científicos el trabajo colaborativo y la velocidad en los procesos, ¿es posible hablar de plataformas genéticas de RNA para llegar a la cura del cáncer y de enfermedades neurodegenerativas?
— Katalin Karikó: Dos años antes de que llegara el COVID-19 , yo estudiaba estas proteínas (ARNm) para enfrentar el cáncer y la insuficiencia cardíaca. Se hicieron fases de prueba en humanos para avanzar en los ensayos clínicos que continuaron hasta enero de este año. Y tuvieron buen efecto. Es una gran noticia para una proteína que genera vasos sanguíneos. Y esos son los mismos MRI que fueron usados para tratar pacientes diabéticos o en tratamientos clínicos, previos al COVID-19. Así que la mayoría de las personas no está al tanto de que MRI ya está en una fase de prueba clínica. Por supuesto que más dinero para los estudios … acelerarán los tiempos de los resultados.
— Doctora Karicó, ¿es posible hablar de plataformas genéticas de RNA para llegar a la cura del cáncer y de enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer?
— Dos años antes de que llegara el COVID-19, yo estudiaba estas proteínas (ARNm) para enfrentar el cáncer y la insuficiencia cardíaca. Se hicieron fases de prueba en humanos para avanzar en los ensayos clínicos que continuaron hasta enero de 2022. Y tuvieron buen efecto.
—Usted ha recorrido un largo camino en el ámbito científico como mujer, con buenos y malos tiempos. Qué piensa hoy, pleno siglo XXI, acerca del rol y el trabajo de las mujeres en la ciencia. ¿Cuáles son los desafíos que quedan pendientes?
— Katalin Karikó: Puedo decir que las mujeres podrían tener un rol mucho más activo e importante si tuviesen por ejemplo guarderías o espacios de cuidado de los niños, en los laboratorios donde ellas trabajan. De esta manera, las mujeres pueden mantenerse en el trabajo luego de formar una familia.Y no tendrían que decidir entre tener hijos o continuar con su carrera. Además por supuesto debemos hablar con ellas. En lo personal, y como ya dijimos, yo sufrí mucho, pero en realidad yo siempre estuve feliz porque siempre trabajé en el laboratorio; y para mí eso es una alegría siempre.
—¿Cuál es el futuro de la plataforma de ARN mensajero? Estamos frente a un gran cambio para la medicina y el tratamiento de algunas enfermedades. ¿Cuál es su opinión al respecto?
— Katalin Karikó: Perdimos mucho tiempo…hay que decirlo. En la década del ‘20, cuando aislamos las proteínas de la insulina. Y luego recién en la década del ‘80, comenzamos a crear proteínas que podíamos producir dentro de la célula. Y ahora que parece que el nuevo capítulo es que el paciente generará la proteína por sí mismo. Serán moléculas que instruyen a las células para más adelante fabricar las proteínas terapéuticas por sí mismas. Lo más importante es que será un tratamiento asequible porque será barato de hacer, y luego no tienes demasiados efectos secundarios.
El Nobel corona una larga lista de reconocimientos
En junio de 2022 Karikó fue premiada con el premio global L’Oreal-Unesco «Por las mujeres en la Ciencia», por su innovador desarrollo del ARNm, esencial para producir vacunas COVID-19 eficaces y seguras. (Photo by Jemal Countess/Getty Images for TIME)
En 2021, la revista Time la distinguió como una de los cuatro científicos considerados “héroes de año”. Karikó fue elegida junto a Kizzmekia Corbett, Barney Graham y Drew Weissman, quienes investigaron el funcionamiento interno de cómo los virus sobreviven y prosperan, que es lo que hizo posibles las vacunas COVID-19. Todos ellos colaboraron en el desarrollo de la plataforma de vacunas innovadora y altamente efectiva, basada en ARNm, que, como muestran los ensayos en curso, impactará en nuestra salud y bienestar mucho más allá de esta pandemia.
También recibió el Premio Princesa de Asturias, y en 2022 fue premiada con el Premio L’Oreal-Unesco “Por las mujeres en la Ciencia”, por su innovador desarrollo del ARNm, esencial para producir vacunas COVID-19 eficaces y seguras.Su investigación allanó el camino para futuras terapias en enfermedades complejas como el cáncer, la insuficiencia cardíaca, los accidentes cerebrovasculares, la anemia y las enfermedades autoinmunes.
Fuente: Infobae