El triple doble en suelo es un elemento de la gimnasia artística sumamente difícil de ejecutar. Consiste en realizar un doble mortal hacia atrás con las piernas flexionadas, mientras se gira en un eje transversal hasta completar tres vueltas. Y sólo hay tres atletas en actividad que lo han realizado con éxito.
Dos son hombres: el japonés Kohei Uchimura, de 30 años, dueño de cuatro oros olímpicos y 10 títulos mundiales y considerado el mejor gimnasta de todos los tiempos; y su compatriota Kenzo Shirai, que con 22 años es el mejor de la actualidad en suelo y acumula una medalla dorada en Juegos Olímpicos y cinco en Mundiales.
La tercera de la lista es la sorprendente Simone Biles, la única mujer en la historia en haberlo conseguido.
La estadounidense de 22 años se unió a ese selecto grupo el fin de semana, cuando logró lo que parecía imposible para la gimnasia artística femenina y lo que sigue siendo imposible para la gran mayoría de sus rivales: completar con éxito esa acrobacia que consta de dos saltos mortales con tres rotaciones.
Lo hizo en su primera presentación en el Campeonato Nacional de su país, en Kansas, pero tuvo un pequeño error en el aterrizaje y no se fue conforme.
Claro que el domingo, en el cierre del torneo, lo ejecutó a la perfección, incluso mucho mejor de lo que habían hecho sus colegas japoneses en el pasado, según aseguran los expertos en este deporte.
Con ese novedoso elemento, que recién tendrá puntuación oficial cuando lo realice en el Mundial de Stuttgart, en octubre, más su innovador aterrizaje con doble-doble mortal en viga, arrasó en el certamen y se consagró campeona por sexta vez, un logro que sólo había conseguido en el pasado Clara Schroth en 1952.
¿Por qué es tan complicado de lograr ese ejercicio? Federico Molinari, finalista olímpico en Londres 2012 y reciente medallista de bronce en anillas en los Juegos Panamericanos de Lima, lo analizó en una charla con Clarín.
«El ejercicio en sí se puede hacer en la fosa de entrenamiento, en una cama elástica o en una pileta. Yo lo entrené durante muchísimo tiempo en la fosa, pero nunca lo pude hacer en piso firme porque no tengo la velocidad y explosividad que se necesitan» , comentó.
«Lo complicado es hacerlo en la peana, con tan poca carrera. La diferencia que tiene Simone es su potencia, su velocidad y su explosividad para poder elevar su cuerpo a esa altura y poder meter esos tres giros«, explicó el santafesino.
Agustina Mignone, entrenadora del seleccionado argentino femenino y de Martina Dominici, una de las mejores gimnastas de nuestro país, amplió la idea.
«Simone está al nivel de potencia física de los mejores gimnastas masculinos. Si las ves competir en salto o en suelo y hacés un análisis biomecánico, se nota que su fuerza tiene más que ver con la gimnasia masculina que con la femenina», comparó la entrenadora.
«Ella tiene tanta potencia en el tren inferior que al poner sus piernas en la peana, le imprime una fuerza tal al piso que se eleva mucho. Y al mismo tiempo, tiene un biotipo muy liviano. Esa combinación perfecta hace que ella flote en el aire -porque parece que levita- y tenga tiempo para hacer ejercicios de muchísima complejidad, como el triple-doble que hizo en suelo, que en mujeres nunca se vio y en varones se ve muy poco», argumentó Mignone.
«Igual hay que decir que los varones suelen enfocarse más en hacer combinaciones de giros que ejercicios múltiples y por eso tal vez no es tan común», aseguró.
Para la entrenadora, que formó parte del cuerpo técnico que acompañó a los gimnastas argentinos en Lima, el caso de Biles es atípico. «Es una gimnasta muy talentosa y súper potente, que no suele verse en ningún país, sea potencia o no. Tiene la característica de hacer parecer fáciles las cosas difíciles. Es una fuera de serie, sumamente talentosa. Martina Dominici tiene un biotipo similar al de Biles y es la argentina más potente, pero no hay hoy una gimnasta que pueda hacer las cosas que hace Simone», reflexionó.
Molinari coincidió en ese análisis. «Simone es una gimnasta que tiene una potencia muy parecida a la de los hombres, sobre todo en las piernas. Está incluso al nivel de los mejores varones del mundo. Hace ejercicios que hacen muy pocos hombres y los inventa en todos los aparatos, porque está en otro nivel, un escalón por arriba de las mejores mujeres del mundo. Es impresionante», comentó el santafesino.
Y su mirada fascinada apunta ya a compararla con los grandes del deporte mundial: «Es una en un millón. La mejor gimnasta de todos los tiempos. Hablar de ella es como hablar de Roger Federer, Tiger Woods o Michael Jordan». Así de simple.
Fuente: Clarin