Radicado en Francia, el artista mendocino Julio Le Parc, de 91 años, estuvo en el país en noviembre en el marco de la Noche de los Museos: hizo proyecciones que dieron «movimiento» al Obelisco.
El Obelisco parecía girar como un trompo colorido, al son de la música: obras de Beethoven, Bach, Gershwin, para terminar con la interpretación de Vuelvo al sur, compuesta por Astor Piazzolla, como corolario de una noche inolvidable. El pasado 2 de noviembre, durante la Noche de los Museos, el máximo ícono porteño fue intervenido por Julio Le Parc, acaso el mayor artista argentino vivo, con sus vitales 91. Una postal findeañera que bien puede servir como broche de oro de un año en que el arte compartió protagonismo con la política y la literatura, representada en el talento de las escritoras, que fueron reconocidas en el exterior con una batería de premios.
Él fue, además, una figura omnipresente de este 2019 que empieza a convertirse en recuerdo. En materia de artes plásticas, no hay duda de que fue el gran protagonista y el más honrado: el mapa celebratorio se desplegó en tres de las instituciones porteñas más reputadas, el CCK, el Museo Nacional de Bellas Artes y el Teatro Colón. Primero, el artista creó un enorme poliedro de efecto fluorescente en el sótano del Colón y después se inauguraron las dos muestras históricas: Julio Le Parc. Un visionario, en CCK, se extendió entre julio y octubre y reunió más de 160 obras: con ese arsenal batió un récord histórico, la visitaron más de 450 mil personas. La del Bellas Artes, Transición Buenos Aires– París, se concentró en la producción del período 1955-1959. Le Parc también fue condecorado en 2019 como “Caballero de Francia”.
El Obelisco intervenido. Parte de las exploraciones visuales del gran Julio Le Parc, durante La Noche de los Museos. / Fernando De la Orden
Hablando de récords, otra muestra que alcanzó cifras inéditas fue Liminal, del argentino Leandro Erlich en Malba, que se convirtió con 240 mil visitantes en la más concurrida de la historia de museo. La visitó un promedio de 2.500 personas por día. Así, destronó a la japonesa Yayoi Kusama, que ostentaba ese privilegio desde 2013.
El argentino Leandro Erlich posa junto a su instalación «La pileta», en Malba, donde batió el récord de público del museo. / AFP
El boom de las escritoras
Y éste fue también, claro, el año en que, tras obtener prestigiosos galardones internacionales, varias escritoras argentinas se proyectaron al mercado global, en el marco de lo que algunos medios del mundo calificaron como un nuevo “boom” literario.
La racha se sucedió en octubre: en menos de dos semanas, cuatro de ellas recibieron premios destacados en el exterior, luego vinieron otras, y todo concluyó con ocho autoras homenajeadas en la Cámara de Diputados de la Nación. Mariana Enriquez ganó el emblemático Herralde por Nuestra parte de noche y Selva Almada el First Book Award de Edimburgo, por la traducción al inglés de su debut El viento que arrasa. Leila Guerriero recibió el Premio de Periodismo Manuel Vázquez Montalbán y María Gainza el Sor Juana Inés de la Cruz, en México, por La luz negra. Mientras tanto Luisa Valenzuela se convertía en la primera mujer en ganar el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria, que otorga el Estado mexicano, y María Moreno se llevaría el Manuel Rojas, en Chile. Apenas comenzado noviembre, el diario El País de España dedicó al fenómeno un espacio en portada.
La escritora argentina, Luisa Valenzuela recibe la Medalla Carlos Fuentes, de manos de la viuda del escritor Carlos Fuentes, Silvia Lemus, durante el evento de apertura del Salón Literario Carlos Fuentes, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La entrada al Bellas Artes
¿Pero por qué otras cosas recordaremos estos últimos doce meses? Algunos hechos que dejaron su marca.
El año arrancó con una medida que generó polémica: el cobro de entrada para las muestras temporales del Museo Nacional de Bellas Artes: se discutió si la decisión restringía el acceso al arte.
La caja registradora del Bellas Artes se había activado en realidad a fines del 2018, con la muestra de William Turner pero en marzo de este año la medida se instaló como política, por decisión de Pablo Avelluto, ex secretario de Cultura de la Nación, cartera que con el cambio de gobierno se volvió a ser ministerio. Aún no se sabe si la medida será o no modificada durante la actual gestión.
Las tensiones de la lengua
En marzo, la atención viró hacia el Congreso de la Lengua y el eje del debate hacia los desafíos del español y el lenguaje inclusivo. Fue, en rigor, la segunda vez que el evento tuvo su sede en el país (el primero había sido en 2004). El CILE –de cuyo acto de apertura participaron los reyes de España, Felipe y Letizia- puso sobre la mesa las posibilidades y tensiones del idioma, los alcances del lenguaje inclusivo (al que la Real Academia se opuso) y la propagación de las fake news. En total, reunió a 250 especialistas a los que se sumaron autores como el Nobel peruano Mario Vargas Llosa, la autora española Carmen Riera y los argentinos Martín Caparrós o Santiago Kovadloff.
VIII Congreso de la Lengua en Ciudad Córdoba. El rey España Felipe VI, se retira del evento. / Lucía Merle
Y con abril llegó, como siempre, la Feria del Libro, con una apertura a cargo de la antropóloga Rita Segato, que enarboló las banderas del feminismo y la desobediencia y que se convertiría en un referente. Segato tendría su revés a fin de año, cuando cuestionó la figura de Evo Morales y Beatriz Sarlo, en desacuerdo, salió a cruzarla.
Sinceramente, de Cristina Kirchner, se dispararía allí como best seller en el año de elección presidencial. La presentación oficial del libro, que contó con la presencia de la actual vice presidenta y el director de la Editorial, Juan Boido, fue uno de los actos más comentados, estuvo restringida a mil invitados y fue transmitido vía streaming. En ese mismo acto, cabe recordar, la mandataria reveló que la idea de hacer Sinceramente había sido de Alberto Fernández, a quien días después anunciaría como su precandidato a presidente.
Cristina Kirchner presentó «Sinceramente» en la Feria del Libro. En esa ocasión, dijo que lo escribió por impulso de Alberto Fernández. Días después lo anunció como su precandidato a presidente.
La factura del volumen se había mantenido hasta entonces en absoluta reserva y el golpe de efecto fue eficaz: a poco de haber salido, el 25 de abril, agotó sus primeras ediciones y llegó a vender 320 mil ejemplares, en una edición en que se vendieron menos libros que el año anterior (las ventas cayeron entre un 15 y un 20 por ciento respecto del 2018 y, desde 2015, la caída acumulada es del 35%, según cifras de la Cámara Argentina del Libro, CAL). En ese marco, los youtubers, que atrajeron públicos masivos- y los libros políticos “salvaron” la feria.
La filósofa Judith Butler, llegó ese mismo mes a Buenos Aires y ofreció una charla en la Universidad de Tres de Febrero, con el lugar de los hombres en la cruzada feminista y la despenalización del aborto como ejes de su celebrada ponencia en el marco de la Noche de la Filosofía.
Junio fue el mes en que abrió la Biblioteca de la Estación, en Perón 3326, con la propuesta de sumar a la lectura actividades culturales y un espacio al aire libre.
Después de que, en julio, se abriera, con unos mil títulos, el primer archivo público por la memoria del Holocausto en el país, con sede en la Biblioteca Nacional –causa impulsada por el Centro Simón Wiesenthal a la que aportaron la Amia y el Museo del Holocausto-, en agosto llegaron los merecidos homenajes a Jorge Luis Borges y Albert Camus.
El escritor argelino duró cinco días,y también tuvo como epicentro a la Biblioteca Nacional, durante las llamadas jornadas “Albert Camus: se analizó su legado literario y hubo proyecciones y lecturas. También Borges, de cuyo nacimiento se cumplieron 120 años este año, fue reconocido, con justicia: es uno de los autores clave de la narrativa de Occidente y el escritor argentino más universal. (Dato: también en China es furor, y el escritor más traducido del español; una vuelta del destino que le hubiese encantado).
La primavera nos trajo a Lorrie Moore, que enamoró a Buenos Aires, invitada por el Filba. Autora de culto, la estadounidense fue la estrella de la edición del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires en su 11ª edición. Tras su arribo, compartió un desayuno con periodistas argentinos y esa misma noche se prestó a una entrevista pública a cargo de Santiago Llach en el teatro Cervantes (el mismo donde este mes se juega la continuidad de su director, Alejandro Tantanian, con voces de la cultura a favor y otras no tanto).
Mientras que a comienzos de noviembre, el Premio Clarín Novela consagró a Marcelo Caruso como ganador con Negro el dolor del mundo, de reciente publicación.
Marcelo Caruso se quedó con el Premio Clarín Novela 2019 por «Negro el dolor del mundo», de reciente publicación. / Emmanuel Fernández
Ese también fue el mes en que la Noche de las Librerías, que organiza el Ministerio de Cultura porteño y que, según los organizadores congregó a unas cien mil personas sobre la avenida Corrientes: no es chiste. Participaron 33 librerías y espacios que este año fueron en su totalidad bautizados con nombre de escritoras mujeres.
El 2019 termina con la definición de nuevos equipos en el ministerio de Nación, a cargo de Tristán Bauer, y la provincia de Buenos Aires, el anuncio de la construcción de un museo dedicado a Borges que deja demasiados interrogantes en el aire y la esperanza de que la industria editorial, finalmente, encuentre alivio a una crisis que no le ha dado tregua en estos años. Más allá de los avatares de la coyuntura, la cultura sigue siendo lo que siempre ha sido; refugio, consuelo y celebración.
Apostillas de la cultura global
• Roma: Se cumplieron 500 años de la muerte de Leonardo Da Vinci.
• Londres: Margaret Atwood publicó Los testamentos, secuela de El cuento de la criada (1985), la novela que dio pie a la famosa serie, y ganó el premio Booker, junto a Bernardine Evaristo.
Margaret Atwood y Bernardine Evaristo, ganadores del Premio Booker. / EFE
• Oviedo: Siri Hustvedt resultó ganadora del premio Princesa de Asturias de las Letras.
• Madrid: los 200 aniversario del Museo del Prado. Y el poeta catalán Joan Margarit ganó el Premio Cervantes.
• Estocolmo: El austríaco Peter Handke y la polaca Olga Tokarczuk se llevaron un Nobel literario compartido, después de que en 2018 se hubiera suspendido la entrega por un escándalo sexual que involucraba al marido de una jurado de la Academia Sueca. El premio a Handke generó polémica por las postura pro Serbia del escritor durante la Guerra de los Balcanes.
Olga Tokarczuk y Peter Handke obtuvieron el Nobel de Literatura 2018 y 2019 respectivamente. / AP
• New Haven, EEUU: muere el crítico literario Harold Bloom, autor de El canon occidental.
• Miami: ¿Una banana es arte? En Art Basel Miami, vendieron dos pegadas con cinta a la pared por 120 mil dólares cada una.
Fuente: Clarín