«Mamina», tal era su apodo, nació el 12 de enero de 1924 en el seno de una familia vinculada a la alta gastronomía. Don Ángel Baldi, su padre, fue un célebre pastelero italiano que dirigió la academia culinaria Le Cordon Blue Buenos Aires (allí incluso sería el profesor de Doña Petrona C. de Gandulfo), y sería también quien introduciría a María Adela en los secretos de la cocina. Estudió en la Escuela Profesional N°7, donde también era profesor su padre, y comenzó dando clases de cocina a mujeres de la alta sociedad.
Su rol como comunicadora de la gastronomía se lució en las revistas Vosotras, Nuestros hijos, Mucho gusto y Labores, y durante más de una década llevó adelante la columna de recetas del diario LA NACIÓN; escribió además los libros La cocina práctica y Aprender a cocinar- Manual práctico para la economía doméstica. y, en memoria de su padre, compiló sus recetas en el Libro de Cocina del Cordon Bleu.
Pero no hay dudas de que fue su presencia en Buenas tardes, mucho gusto, ciclo que con la conducción de Annamaría Muchnik dio inició a la era de los programas femeninos donde se enseñaba a cocinar, la que marcó su relación con las grandes audiencias. Allí, con su collar de perlas regalo de su padre, llegó una Baldi tímida para proponer como su primera receta ante las cámaras un flan de nuez. Sería el inicio de una larga carrera televisiva, que continuaría con programas como Bienvenidas, en Canal 13, en donde fue asesora gastronómica, y donde el chef Fernando Trocca dio sus primeros pasos en la televisión.
«Tengo un recuerdo muy lindo de María Adela, porque fue una persona que, además de su gran y reconocido aporte a la cocina y la gastronomía, fue una persona muy cálida», dijo Trocca al conocer la noticia de su fallecimiento. «Baldi perteneció a una generación de cocineras que le dieron a muchas mujeres herramientas de salida laboral a través de la cocina», comentó por su parte la chef Narda Lepes.
«María Adela fue toda una institución. A ella le debemos todo lo que comunicó y expresó, y el refinamiento que tenía sobre todo en la elección de las recetas y los comentarios. Una gran maestra, una gran cocinera y fundamentalmente una gran comunicadora», destacó Dolli Irigoyen
Además de televisión, María Adela Baldi compartió su conocimiento gastronómico a través de la radio e incluso a través de internet. Vecina del porteño barrio de Retiro, durante años dio clases de cocina gratuitamente en la Iglesia del Socorro, donde también organizó sus Té de la Amistad, a beneficio de la parroquia.
Su receta preferida, el Vol-au-vent Financière
6 a 8 vol-au-vents (pastelitos de hojaldre para rellenar)
Ingredientes:
- 1/2 kg de mollejas limpias, cocidas en caldo
- 1 pechuga de pollo cocida en caldo
- 2 sesos limpios, cocidos
- 1 latita de champiñones
- 2 crestas de gallo cocidas en vino blanco
- 50 g de manteca
- 1/2 cebolla picada
- 1 zanahoria picada
- 1/2 penca de apio blanco picado
- 50 g de jamón crudo picado
- 2 cucharadas al ras de harina
- 1/2 litro de caldo
- 1 cucharadita de extracto de tomate
- 1 bouquet garnie
- 1 cucharadita de extracto de jugo de carne
- 1 vaso de vino Marsala
- sal, pimienta
Elaboración:
1 – Cortar en escalopes finos las mollejas, los sesos y la carne de pollo. Dorar las verduras picadas muy fino con la manteca caliente, agregar el jamón y cuando todo esté dorado, añadir la harina.
2 – Cocinar unos segundos revolviendo con cuchara de madera. Bañar con el caldo, agregar el extracto de tomate, el bouquet garnie, el extracto de carne, el vino y, por último, las mollejas, sesos, el pollo, las crestas de gallo y los champiñones.
3 – Hervir todo junto unos segundos, sazonar con sal y pimienta y rellenar los vol-au-vents. Si se prefiere, se puede hacer un solo vol-au-vent grande.
Fuente: Sebastián A. Ríos, La Nación