Un estudio internacional liderado por representantes de la Universidad de Valencia (UV) reveló información importante acerca de los neandertales siberianos. Tras estudiar restos óseos y cálculos dentales los científicos descubrieron que la dieta de estos seres incluía vegetales y animales.
Primos extintos de los seres humanos modernos, los neandertales ocuparon desde Eurasia occidental y llegaron hasta las montañas de Altai en Siberia. Sobre este último grupo más oriental es que un grupo de científico constató cómo era su ecología dietética.
Domingo Carlos Salazar, investigador de excelencia CIDEGENT de la UV, encabezó un equipo de investigadores de distintas nacionalidades. Fruto de ese trabajo, lo especialistas publicaron en la revistaJournal of Human Evolution el primer intento de documentar la dieta de un neandertal. Este estudio de la dieta de los neandertales orientales permite la comprensión de su comportamientos, adaptabilidad y movilidad.
Liderados por Salazar, el equipo de investigación tomó muestras óseas y cálculos dentales de neandertales del yacimiento de Chagyrskaya, en las montañas de Altai en el sur de Siberia. La antigüedad de los restos oscila entre 60.000 y 50.000 años.
Los análisis realizados en una mandíbula revelaron que este individuo tenía un nivel trófico relativamente más alto que la media local. Esto reveló que consumía una gran cantidad de proteína animal, fruto de la caza. A través de microscopía óptica, los expertos lograron identificar un conjunto diverso de partículas de plantas conservadas en el cálculo dental no solo del individuo estudiado, sino también de otros del yacimiento.
Como publica la UV en su sitio web, dichas partículas vegetales indican que los primitivo habitantes de Chagyrskaya también se alimentaban distintas plantas. Este nuevo dato aporta luz para la resolución de un enigma que mantuvo intrigada a la comunidad científica durante siglos.
Si bien la región era lo suficientemente rica para que fuera colonizada por los neandertales, las pruebas muestran que vivan en grupos pequeños. No obstante, pese a lo reducido de la comunidad no se privaban de tener un dieta balanceada.
“Incluso en entornos climáticos adversos, los neandertales eran capaces de tener una dieta variada. Fue realmente sorprendente que estos neandertales orientales tuvieran patrones de subsistencia muy similares a los de Eurasia occidental. Esto demuestra la alta adaptabilidad de nuestros primos y, por lo tanto, sugiere que su ecología dietética probablemente no fue una desventaja al competir con humanos anatómicamente modernos”, concluye Salazar en declaraciones a la agencia de noticias.