El museo Charles Dickens de Londres ha inaugurado este miércoles la muestra Beautiful Books: Dickens and the Business of Christmas, en la que se exhibe la primera tarjeta de Navidad impresa del mundo.
Escribir cartas a los seres queridos en fechas tan señaladas ha sido algo habitual a lo largo de los siglos. Sin embargo, no siempre han existido las famosas postales navideñas con un mensaje genérico, que sirven tanto para familiares como para compañeros de trabajo, y que evitan el tener que enviar decenas de cartas personalizadas.
La primera tarjeta navideña se imprimió en 1843, el mismo año que Dickens publicaba ‘A Christmas Carol’.
La primera de esas tarjetas se imprimió en 1843, el mismo año en el que Dickens publicaba A Christmas Carol, con el mítico Ebenezer Scrooge como protagonista. Su creador fue Henry Cole, un funcionario inglés con muchos amigos en la élite victoriana. Lejos de lo que pudiera parecer, el hecho de tener amistades preocupaba a Cole, pues no veía el modo de que escribir tantas felicitaciones y que llegaran todas ellas antes de Navidad.
La primera tarjeta de Navidad impresa del mundo, creada por Henry Cole y J.C. Horsley.
Pasó bastante tiempo ideando una solución, hasta que finalmente dio con ella. Le pidió a su amigo J.C Horsley que dibujara una escena familiar típica de estas fiestas y que pusiera un mensaje genérico. El pintor aceptó la petición y escribió: “Feliz Navidad y feliz Año Nuevo”. También tuvo el detalle de incluir una línea en blanco con un “De:” y otra con un “Para:”. Esto sería lo único que Cole tendría que escribir a mano y no le llevaría más que unos minutos. Acababa de nacer la famosa tarjeta de Navidad.
Las postales fueron vendidas por un chelín cada una.
Pero la cosa no acabó aquí. Viendo lo práctico que resultaba el nuevo invento, decidieron hacer negocio. Hicieron nada menos que mil copias, que vendieron a un chelín cada una. Fue un éxito. A, día de hoy, de esas impresiones sólo han sobrevivido 21. Una de ellas ha sido prestada al museo londinense para esta exposición y se exhibirá junto a la tarjeta original de Cole.
La curadora del Dickens Museum, Louisa Price, ha asegurado a la prensa que 1843 “fue un año realmente importante para el desarrollo de la Navidad moderna. La tarjeta de Navidad es parte de nuestras vidas hoy. Y A Christmas Carol es una historia importantes que releemos todos los años en Navidad”.
Fuente: La Vanguardia, Clarín