Para los argentinos que eligen estudiar en el exterior no siempre los países «más receptores» son los más accesibles: la barrera del idioma y los costos que el estudiante debe afrontar son un obstáculo aunque hay una decena de naciones que ofrecen educación pública y gratuita a extranjeros.
Por esa razón, muchos argentinos acuden al sistema de convenios firmados por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MCCyT) con institutos y universidades del exterior, informó a Télam la Cancillería argentina.
Un estudio realizado en 2015 por el Consejo de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), en base a datos de la Unesco, reveló que Reino Unido era el país con mayor proporción de estudiantes extranjeros sobre el total de matriculados, con un 17%, seguido por Suiza (16%) y Austria (15%).
España, en cambio, presentaba el menor porcentaje de alumnos extranjeros, con algo menos del 3% de la demanda total de estudios de educación superior, a pesar del esfuerzo por incrementar esas cifras por parte del Estado.
«Unos 70.000 estudiantes extranjeros estudiaron en España en el período 2014- 2015», según el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE).
Según el estudio de Unesco, los países que más desarrollo alcanzaron en materia de educación son más receptores de extranjeros que emisores de estudiantes propios a otros países.
Reino Unido es el país que mayor diferencia presenta entre estudiantes de educación superior entrantes y salientes (15 entrantes por cada estudiante saliente), mientras España está por debajo de la media, con casi dos estudiantes extranjeros entrantes por cada español saliente, seguida de Italia con 1,5 y Grecia 1,1.
Dinamarca, Suecia, Finlandia y Alemania apuntan a sistemas educativos con admisión de estudiantes extranjeros en sus campus e instituciones académicas, pero la barrera del idioma y los altos costos (viaje, seguros de salud y alquileres) hacen casi inviable esta elección, de acuerdo a información brindada por esos países.
Gastón, un argentino de 22 años que viajó hace tres años a Finlandia, admitió a Télam que «aprender el idioma no hubiera sido posible» si su familia no lo hubiera ayudado «económicamente para viajar y vivir ocho meses en ese país».
Según las aseguradoras que asisten a los argentinos que viajan a estudiar «por su cuenta al exterior», los países más elegidos son «los clásicos» de Europa y se suman Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Brasil, en ese orden.
«Un 8% de los seguros que vendemos son las llamadas ‘largas estadías’. Se trata de viajes mayores a 60 días de jóvenes de entre 19 y 24 años que se movilizan a otros países para capacitarse», dijo a Télam Diego Barón, director de Marketing para la región de Universal Assistance.
Los costos de contratación de esas coberturas rondan los 450 dólares por un viaje de tres meses, mientras que por un viaje de un año se eleva a 1.000 dólares, precisó.
Mucho más accesible es conseguir una beca a través de los convenios entre el MCCyT y las universidades del exterior, por el cual los becarios reciben un billete de ida y vuelta en clase turista a Madrid desde Buenos Aires, 600 euros mensuales y un seguro médico no farmacéutico por el período de estancia en España.
Entre 2016 y 2018, Italia otorgó 234 mensualidades a los argentinos que continuaron su formación en ese país como contrapartida de los 200 italianos que cursan maestrías o investigaciones en universidades argentinas, según el MCCyT.
El intercambio tiene hoy a 16 argentinos admitidos en China, de acuerdo al Memorándum de Entendimiento entre ambos países, para estudios de grado y posgrado.
La región tiene dos países con más inclusión de extranjeros en sus aulas que el resto: Brasil y Argentina, aunque el primero atrae a menos estudiantes porque las clases se imparten en portugués, según los sitios Universia y Campus Global.