Sabemos que tener una rutina nos proporciona una estructura diaria y nos brindan cierta seguridad. La manera en la que cada persona decide organizarla, cuánto tiempo le dedicará a cada ocupación, cuáles priorizará sobre otras, dependerá de las necesidades e inquietudes personales y culturales, inherentes a los roles que elegimos asumir.
“Las rutinas, a su vez, están compuestas por hábitos, entendidos como comportamientos específicos y automáticos, con poca variación que realizamos a lo largo del día. Estos pueden ser saludables como salir a caminar, o no saludables como fumar”, explican a Yohanna Ferrerira y Julieta Ainadyian Licenciadas en Terapia Ocupacional de INECO
Las expertas explica: “Algunos de los hábitos que se recomiendan para tener un cerebro saludable son: realizar actividad física regular, idealmente monitoreada por un profesional; participar de actividades sociales dentro de la comunidad. Recomendamos explorar los diferentes recursos que ofrece su ciudad; respetar los horarios de descanso y sueño, teniendo en cuenta que la cantidad de horas de sueño no deben predominar en su rutina diaria; alimentarse equilibradamente para cubrir las necesidades de energía, por lo que la alimentación debe ser completa y variada. Es indispensable contar con un especialista que pueda guiarlo”.
En caso de tomar medicación, cumplir con su plan farmacológico. Se pueden utilizar alarmas para recordar las tomas, pastilleros semanales para la organización y registrar en un calendario cuándo debe solicitar las recetas a su médico. Para incorporar estos hábitos a su rutina, Ineco sugiere una posible secuencia de ejercicios.
Fuente: Infobae