El libro Alienación parental. Niños huérfanos de padres vivos fue presentado en el Salón Verde (Planta Principal), en la Facultad de Derecho de la UBA (avda. Figueroa Alcorta 2263), en un panel coordinado por María Cecilia Burgos Baranda, profesora de Derecho de Familia en esa casa de estudios y del que participarán Sandra Veloso, jueza de familia y profesora de posgrado en la UBA, Claudia Moggia, psicoanalista especialistas en niños, niñas y adolescentes, y Lina Pannia, perito trabajadora social y docente en capacitación de peritos.
El concepto de alienación parental, aunque es cuestionado por quienes analizan estos temas con un sesgo de género, ya ha ingresado a la jurisprudencia en varios fallos, incluyendo uno de la Corte Suprema de la Nación.
Niños que se niegan a ver a uno de sus progenitores aunque no exista justificación alguna; padres o madres víctimas de falsas denuncias de abandono, maltrato, violencia y hasta abuso, privados de ver a sus hijos por lapsos de tiempo inaceptables porque la justicia se toma años para dilucidar los casos y aun después de absoluciones; progenitores que se niegan a acatar las disposiciones judiciales sobre visitas, revinculaciones o terapias familiares para impedir que se reanude el vínculo del hijo con la ex pareja; esas son las situaciones de injusticia, dolor y daño psíquico -a veces irreparable- que causa la alienación parental.
El libro de Mizrahi, editado por Astrea, alude justamente a esta problemática de la alienación parental que, según la definición del propio autor y especialista en la materia, surge “cuando un hijo rechaza sin razones justificadas a uno de sus progenitores como consecuencia de acciones de descalificación, abiertas o encubiertas, promovidas por el otro, de mala o buena fe, destinadas precisamente a lograr ese rechazo”.
“Es una suerte de emprendimiento o cruzada, consciente o inconsciente, que lleva a cabo el progenitor alienante con la finalidad de eliminar la presencia afectiva, psicológica y física de ese otro padre en la vida del niño”, explicaba el autor en una entrevista con Infobae. Mizrahi recuerda que la manipulación del hijo por uno de sus padres y la inoculación de un discurso en el menor es una problemática reconocida por el Comité de Derechos del Niño, encargado de interpretar la convención, cuando señala “la necesidad de que el niño se exprese auténticamente, con libertad”. El Comité además agrega que “el niño no puede ser manipulado ni estar sujeto a una influencia o presión indebidas”.
Varios casos de la crónica reciente demuestran que este tipo de manipulaciones no son privativas de un género, contra lo que buscan instalar quienes hablan de “violencia vicaria” como una práctica desarrollada exclusivamente contra la mujer.
Mauricio Mizrahi es profesor titular consulto de Derecho de Familia en la facultad de derecho de la UBA, fue juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y doctor en Derecho y Ciencias Sociales (UBA). Recibió el 1er premio de la Academia de Derecho y Ciencias Sociales 2016 por su libro Responsabilidad parental.
Mauricio Mizrahi, profesor de Derecho de Familia (UBA)
Fuente: Infobae