Soltar. Ese verbo que ya excede la acción de “dejar ir”, porque en los últimos tiempos ya pasó a ser una postura filosófica, referida a avanzar, proseguir, crecer, ponerle alas al pasado y liberarlo. Y en esta última acepción se fijó Volkswagen en Norteamérica para soltar el auto más emblemático de la marca y uno de los más importantes de la historia automotriz: con una serie de homenajes en sus redes sociales, coronados con un video de alto contenido emotivo, VW soltó al mítico Escarabajo, que en 2019 dejó de producirse después de 81 años de permanencia en el mercado y con cerca de 24 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
La campaña tuvo por nombre “The Last Mile”, La Última Milla, y el corto animado realizado para la misma, de 90 segundos de duración, muestra al viejo Beetle desfilando en distintas situaciones cotidianas dada la enorme popularidad que alcanzó en varios países, sobre todo en México, que además fue el último refugio de producción de sus dos versiones en la planta que VW tiene en la ciudad de Puebla: allí, el original se dejó de fabricar en 2003, mientras que el actual, similar en las formas pero más moderno, se discontinuó en julio pasado.
El video que está musicalizado con una versión de Let it be, la balada de Los Beatles, tuvo presencia en el prime time de la cadena de televisión ABC, nada menos: se lo vio por primera vez durante la transmisión de las celebraciones de Año Nuevo. La marca alemana también aprovechó el homenaje para mostrar con fuerza la renovada imagen de su logo, definida en septiembre de 2019, revelada en la previa del Salón de Frankfurt pero todavía con necesidad de internalizarla en distintos mercados.
De hecho, ese nuevo logo fue una de las marcas visibles en los tradicionales festejos de Año Nuevo en Times Square, la esquina por excelencia de Manhattan, adonde también se vio el video del Beetle.
Al compás de la canción del cuarteto de Liverpool pero interpretada por un coro juvenil (el Pro Musica Youth Chorus), se ve al Beetle, en México conocido como Vocho o como Fusca en Brasil, siguiendo una secuencia temporal desde la niñez hasta la vejez de una persona, cuyos principales hitos están marcados por un VW. Y hay algunas celebridades vinculadas con este modelo que se colaron en el corto, entre ellas el personaje protagonizado por Kevin Bacon en la película Footloose (el Beetle tiene participación en el filme) y el artista plástico Andy Warhol, entre otros.
El final del corto tiene un elevado nivel de emotividad, porque el Beetle finalmente vuela, después de ser saludado por una multitud que lo acompañaba al costado del camino, y en su viaje hacia el horizonte termina convirtiéndose en una luciérnaga. Y se corona con el lema “Cuando una carretera termina, otra empieza”.
La campaña incluyó también una serie de publicaciones en el Instagram oficial de Volkswagen de Estados Unidos, entre ellas con fotos de dueños de Beetle que quisieron hacerle una dedicatoria especial en el adiós. “El final de una década marca el final de una era. Estamos despidiendo el Beetle con la ayuda de fanáticos de VW en todo el país”, reza el mensaje de la marca, que asume a 2020 como el comienzo de un nuevo decenio, pese a que se trata de una definición aún no zanjada porque la Real Academia Española, por caso, afirma que la nueva década comienza en 2021, es decir dentro de un año.
En el comunicado emitido por Volkswagen para acompañar el homenaje, su vicepresidente de Marketing, Saad Chehab, sostuvo que “el Beetle es fácilmente uno de los vehículos más reconocibles de la historia del automóvil” y que “honrarlo de forma apropiada necesitaba un medio con tanta versatilidad y atractivo universal como el vehículo en sí mismo”.
Pero no sólo el nuevo logo de VW fue publicitado con la excusa de rendirle tributo al Beetle, sino que el histórico auto fue también el señuelo utilizado por los cerebros del Marketing de la marca para revelar qué le depara a la subsidiaria estadounidense de la casa alemana en 2020. Y se presentó un render del SUV Atlas, de siete plazas, que sólo se comercializará en el mercado norteamericano.
Siguiendo la pauta de la casa matriz en Alemania, VW Estados Unidos encara una fuerte transformación de su cartera de productos para abandonar de forma paulatina la producción de vehículos con motores de combustión en favor de automóviles eléctricos. Así, en noviembre, comenzó la expansión de su planta de montaje de automóviles en la localidad estadounidense de Chattanooga (Tennessee), que desde 2022 producirá el eléctrico ID.4.
El auto que se convirtió en mito
Nacido en la Alemania nazi y a pedido del propio Adolf Hitler, el Beetle fue creado por Ferdinand Porsche en la búsqueda de construir un Volks Wagen, o auto del pueblo, en germano. El primer prototipo fue el VW Type 1; algunas unidades se construyeron en 1938 pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 obligó a la planta de la automotriz a dedicarse a la construcción de material militar. Nueve años más tarde, en 1948, se retomó la fabricación.
Aunque ahora le están rindiendo un merecido homenaje, en Estados Unidos fue mal recibido desde 1949, por ser totalmente opuesto a lo que los autos «americanos» eran en ese momento. Además, el resentimiento a todo lo que era alemán por ese entonces le complicó más la vida. Aunque en el sur, en México, encontró su lugar en el mundo.
En 1953 el modelo ya había ingresado con notable aceptación al mercado americano, entonces se decide montar una fábrica en San Pablo (Brasil) que sería la primera en montar íntegramente el modelo fuera de Alemania. En adelante fueron inauguradas sucesivamente diversas fábricas en puntos estratégicos del planeta y el Volkswagen Escarabajo fue copando los diferentes mercados.
En 1972 alcanzó la cifra de 15.007.034 unidades fabricadas, con lo cual superó el récord que ostentaba el Ford T y pasó entonces a ser el vehículo más fabricado de la historia. En julio de 1974 era producido el último Escarabajo en la planta de Wolfsburgo y el 19 de enero de 1978 salía de la planta de Emden el último Beetle alemán. Sin embargo el modelo continuó con vida en las plantas de Brasil y México fundamentalmente.
Hacia 1995, Volkswagen de Alemania determinó el concepto básico del nuevo auto, mientras que en la fábrica de Puebla, en México, se montaba la línea de producción. Finalmente, hacia 1998, nació el New Beetle que se conoció en el Salón de Detroit, otro paso importante en la historia de la marca. Ese modelo fue el último en ver la luz el 10 de julio de 2019 en la planta de Puebla.
En agosto se entregaron las últimas 65 unidades fabricadas. El primero de esa serie final le llegó a su dueño, en la ciudad de México, envuelto como un automóvil de juguete, en una gran caja que simulaba cartón y plástico transparente.
Esa edición especial del emblemático Beetle, producidas para ser comercializadas en el mercado mexicano, pudieron adquirirse por 21.000 dólares en internet a través de la compañía estadounidense Amazon. Toda una metáfora del auto que mayor tiempo de permanencia tuvo en la historia: de ser un símbolo nazi, con mala prensa, a ser sólo adquirido por plataformas digitales y, en el adiós, ser despedido con honores por todo el mundo.
Fuente: Infobae