La vacuna contra el coronavirus trajo al mundo la esperanza de una salida colectiva de la pandemia. Aunque su implementación es lenta, es la única medida efectiva para prevenir la propagación del virus a largo plazo y un alivio para los que más expuestos están a contraer la enfermedad –los trabajadores de salud- y los que más riesgos tienen de padecer complicaciones severas –los adultos mayores y las personas con factores de riesgo-.
Sin embargo, las demoras en la distribución en muchos países y las avivadas individuales, entre otras situaciones, hacen que la vacunación no se realice tan racionalmente como fue anunciada. Quienes tienen más recursos se saltean la fila y empiezan a conformar un nuevo estatus de privilegio: los inmunizados.
Es lo que The New York Times definió como una “nueva clase privilegiada”, que ya no solo integra a los esperables –los que más necesitan la vacuna-, sino también a los participantes de ensayos que tendrán prioridad para recibir las primeras dosis una vez autorizada la vacuna, a las celebridades, a los que hacen turismo de vacunas, personas que “de casualidad” están en el lugar y el momento justos o los que corren con ventaja dependiendo de su ubicación geográfica.
¿Los privilegios? Por supuesto, que el más obvio e importante es la inmunidad contra el coronavirus. Pero los beneficios van mucho más allá.
Tinder y el pasaporte inmunológico
Tras casi un año desde que el primer caso de coronavirus llegó a la Argentina, las aplicaciones de citas, como Tinder, Bumble y OkCupid, informaron un aumento significativo en la cantidad de veces que los usuarios mencionan las palabras “vacuna” y “vacunado” en las descripciones de sus perfiles.
A eso se suma la tendencia de publicar en esas mismas redes selfies recibiendo la vacuna o agregar un stickers de “yo ya me vacuné” a las fotos de perfil: todo para ser más elegible en Internet, en tiempos donde decidir entre dar match o rechazar un posible candidato demora menos de cinco segundos.
OkCupid subió la apuesta. A principios de la pandemia había agregado preguntas relativas al distanciamiento social cómo «¿cuál es tu cita virtual ideal?». Ahora, sumó otra: “¿Recibirá la vacuna de Covid-19?» qué usuarios pueden responder «sí» (72% de las personas), «no» (9%), «no estoy seguro» (16%) o «ya lo he hecho» (3%).
Control de pasaporte, coronavirus, turismo, viajes (Shutterstock)
Hay quienes sugieren que incluso en redes laborales, tener la vacuna contra el coronavirus puede implicar una ventaja a la hora de competir por un puesto. Por ejemplo, para cubrir un cargo docente o de otro tipo.
En otra línea, Israel firmará un acuerdo con Grecia para que viajen vacunados, una suerte de “pasaporte verde”, por el que los países harán un reconocimiento mutuo de los certificados de inmunización. Aunque el país presidido por Benjamín Netanyahu tiene la campaña de vacunación más avanzada del mundo, con más de un tercio de sus 9,3 millones de habitantes que ya recibieron la primera dosis de la vacuna, enfrenta una cuarentena nacional por la cantidad de casos de contagio que no cede.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ya se posicionó a favor de estos nuevos pasaportes de vacunación, así como los primeros ministros y presidentes de Dinamarca, Chipre, Polonia, Bélgica, Estonia y España. Es que en el último año, las economías dependientes del turismo han visto afectada su principal fuente de ingreso y las aerolíneas cada vez hacen menos vuelos.
Turismo de lujo con vacuna incluida
A principios de enero, el selecto club británico “Knightsbridge Circle” –cuya membresía ronda los 34.200 dólares mensuales- lanzó el programa de vacaciones más polémico de toda la pandemia: tres semanas en los Emiratos Árabes para recibir la vacuna contra el coronavirus.
La propuesta estaba dirigida a personas de más de 65 años, lo que representaba una ventaja respecto a la campaña de inmunización del Reino Unido, donde la edad mínima es de 70 años y la distribución es 100% pública. La vacuna contra el Covid-19 no se puede comprar en farmacias o en centros de salud de las islas, porque solamente está disponible de forma gratuita y a través del Servicio Público de Salud (NHS) para grupos elegibles.
Los Emiratos Árabes, un destino de vacunación.
El paquete del “Knightsbridge Circle” incluía, por la suma de 55 mil dólares, el test por PCR antes de viajar, los vuelos a Dubai en jet privado o aviones comerciales en primera clase, una dosis de la fórmula de Pfizer o Sinopharm en una clínica y la estadía en un hotel de lujo por 21 días para disfrutar del sol y las playas, además de otros atractivos turísticos no cubiertos, como paseos por el desierto.
Pronto, se instaló el debate moral en redes sociales. Algunos usuarios criticaron que los sectores privilegiados estaban haciendo trampa al sistema oficial de vacunación escalonada: un rico podía inmunizarse antes que un intensivista de un hospital, en la primera línea de riesgos al contagio. De la otra vereda, señalaron de forma positiva que iniciativas de ese tipo podrían descomprimir el sistema de salud público, ahorrar costos y acelerar los tiempos.
Fue tal la repercusión que, el 22 de enero, la organización anunció un segundo paquete por 10 mil dólares, que solo incluía la aplicación de la vacuna en Dubai y el traslado desde y hasta el aeropuerto, para personas sin membresía en el club que cumplieran el requisito de la edad mínima o tuvieran enfermedades preexistentes. El Gobierno de los Emiratos Árabes salió al cruce y, a fines de enero, aclaró que sólo ciudadanos y residentes pueden vacunarse en el país.
Yanina Latorre y el viaje para vacunar a su mamá
“Yo no hice nada ilegal”, se defendía Yanina Latorre desde Miami, tras difundir a mediados de enero que su mamá, Dora Caamaño (80), se había dado la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. La mediática contó que estaba de vacaciones en las playas de esa ciudad, cuando una amiga le contó que Estados Unidos daba la vacuna a cualquier persona mayor 65 años que pisara el suelo.
Sobre las personas que la cuestionaron, aseguró: «Debe ser un resentido como cuando alguien de Bolivia o Perú se va a operar y la gente se queja. Cualquier persona en Argentina se puede operar y estudiar en universidades públicas y se ve como un tema de resentimiento».
Yanina Latorre. Captura de Instagram
No es la única famosa que viajó para conseguir una aplicación de la vacuna. También viajó a Florida para recibir la vacuna la abogada Ana Rosenfeld, conocida por representar en todos sus divorcios a Marcelo Tinelli, y otras celebridades internacionales, además de miles de turistas. Según datos del Departamento de Salud de Florida, que comenzó a pedir prueba de residencia para otorgar permiso para la vacuna, para el 21 de enero de las más de 1,1 millones dosis de vacunas contra la covid-19 ya aplicadas en ese estado sureño, más de 39.000 las recibieron personas no residentes.
Las etapas en Argentina
En Argentina, la campaña de inmunización es similar a la británica en cuanto al desarrollo escalonado y el rol de la administración pública. “La vacuna será provista por el Estado Nacional para todos los que integren la población objetivo definida, independientemente de la cobertura sanitaria y la nacionalidad”, establece el Plan Estratégico de Vacunación contra el Covid-19.
El presidente Alberto Fernández recibió la vacuna contra el Covid-19 el 21 de febrero en el Hospital Posadas. Foto: Presidencia de la Nación
La vacunación es voluntaria, no depende del antecedente de haber padecido la enfermedad y contempla seis etapas:
- Etapa 1: Personal de salud (escalonamiento en función de la estratificación de riesgo de la actividad)
- Etapa 2: Adultos de 70 años y más / Personas mayores residentes en hogares de larga estancia
- Etapa 3: Adultos de 60 a 69 años
- Etapa 4: Fuerzas armadas, de seguridad y personal de servicios penitenciarios
- Etapa 5: Adultos 18 a 59 años de grupos en riesgo
- Etapa 6: Personal docente y no docente (inicial, primaria y secundaria)
- Por último, seguirán: otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y la disponibilidad de dosis
Para esto, se necesitarán 54.431.000 dosis, que –tras considerar un 15% de pérdida– alcanzarán para vacunar a entre 23.000.000 y 24.000.000 personas. Por ahora, Argentina recibió tres envíos de la vacuna rusa Sputnik V, que precisa dos aplicaciones. Fue por un total de 820 mil dosis.
Moria Casán y una distribución con diferencias geográficas
Claro que cada jurisdicción marca diferencias al adaptar el plan a las necesidades locales. Por ejemplo, mientras en la Ciudad de Buenos Aires los docentes todavía tendrán que esperar para recibir la vacuna, en la Provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof adelantó que una vez que se terminé la inmunización de quienes trabajan en salud, los docentes con enfermedades anteriores entrarán en la segunda etapa de vacunación junto a adultos mayores también con enfermedades anteriores.
Centro de vacunación contra él COVID en el estadio River. Foto: Rafael Mario Quinteros
A esto se suma la forma en que se distribuyen las vacunas hacia adentro de los grupos sociales. El 2 de febrero, la Ciudad de Buenos Aires puso en funcionamiento un vacunatorio en el club River para profesionales de la salud independientes, como médicos clínicos, psicólogos y profesionales de la salud que se desempeñan en áreas legales. La queja de los profesionales de la salud que atienden en guardias no tardó en llegar.
“Los hospitales públicos son la primera línea de atención frente al Covid-19″, argumentó la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad, que acusa la falta de dosis para sus asociados y tilda de “injusto” el reparto de dosis al no haber estratificado por riesgo de exposición al virus entre trabajadores médicos.
A esto se suma, por último, el grupo que recibirá la vacuna en primera fila sin estar dentro de ninguno de los grupos de las seis etapas. Son “los de casualidad”, como el caso de una periodista de New York Post de 26 años, que contó que estaba haciendo una nota en un hospital, cuando le ofrecieron aplicarse la vacuna porque alguien había cancelado su turno y la dosis se iba a echar a perder.
Rodríguez Larreta advirtió que hay que extremar los cuidados en las reuniones de fin de año.
O también las cien “personas reconocidas” que, según anunció Kicillof recibirán la vacuna como parte de una estrategia de márketing para promover que más personas se inscriban en el listado oficial. Moria Casán contó que la invitaron a vacunarse, pero todavía la Provincia dice que el plan “famosos” aún no arrancará.
También resta el debate sobre los políticos. El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, todavía no se vacunó, a pesar de los pedidos de colegas, entre ellos Kicillof. Desde el Ejecutivo porteño, sostienen que no lo hará en tanto no pertenece a los grupos previstos en las primeras etapas del programa de inmunización dispuesto por el Ministerio de Salud nacional. El senador oficialista Mariano Recalde lo acusó de hacer campaña antivacuna y de haber contagiado a otras personas.
Fuente: Clarín