Un sacerdote francés, que en 2015 ayudó a consolar a los heridos después del ataque terrorista en París, se convirtió en el héroe del incendio de Notre Dame.
Incendio en Notre Dame: las imágenes más impactantes de las llamas en la catedral
Jean-Marc Fournier, capellán de la brigada de bomberos de París, salvó el Santísimo Sacramento y la Corona de Espinas de la catedral en llamas ayer por la noche cuando entró valientemente con los bomberos.
Se temía que ambos artefactos religiosos se perdieran debido al fuego que afectó ayer a la icónica catedral de París.
La Santa Corona de Espinas se exhibió en una ceremonia en la Catedral de Notre Dame en 2014 Fuente: Reuters
La corona de espinas, que habría usado Jesús cuando fue crucificado y se guardaba en una caja, es una de las tres reliquias conservadas en Notre Dame, además de una parte de la cruz y un clavo.
Según historiadores, durante las Cruzadas en 1238, el emperador latino de Constantinopla se la dio al rey Luis IX para ganar su apoyo y tratar de preservar su imperio en ruinas.
Por qué el incendio de Notre Dame es una tragedia
Aunque la corona se salvó del fuego anoche, un pequeño fragmento de ella se mantuvo en la aguja y, por lo tanto, se cree que se quemó hasta convertirse en cenizas, según The Daily Mail.
Un héroe
«El padre Fournier es un héroe absoluto», dijo un miembro de los servicios de emergencia. «No mostró ningún temor cuando entro en la catedral para buscar las reliquias y se aseguró de que fueran salvadas». «Se ocupa de la vida y la muerte todos los días, y no muestra miedo».
Etienne Loraillere, editor de la cadena de televisión católica KTO de Francia , dijo que el Padre Fournier se metió con los bomberos a la catedral de Notre Dame para salvar la Corona de Espinas y el Santísimo Sacramento.
Así quedó Notre Dame por dentro después del incendio – Fuente: Reuters
No es la primera vez que el sacerdote se convierte en el héroe de Francia en medio de la desgracia. Fournier entró en la sala de conciertos Bataclan, luego de que un terrorista de Estado Islámico asesinara a 89 personas. El sacerdote oró por los muertos y consoló a los heridos y las familias de las víctimas.
El padre Fournier, de unos 50 años, comenzó su carrera como sacerdote católico en Alemania y luego se mudó al departamento de Sarthe en Francia.
Se unió a la diócesis de las fuerzas armadas en 2004, y pasó siete años trabajando con el ejército en todo el mundo. En Afganistán estuvo involucrado en una emboscada en la que murieron 10 soldados.
Fuente: La Nación