«No tenemos ni idea de por qué se festeja Halloween (y menos en Buenos Aires), pero no nos importa, porque cualquier excusa es buena para salir a bailar», se lee como toda explicación en Argiesment, un sitio web de salidas nocturnas que propone más de veinte alternativas para celebrar esta fecha.
Una tradicional confitería de Villa Urquiza tiene la vidriera repleta de telarañas. En un local de venta de teléfonos del microcentro se habla de «descuentos que dan miedo» y en una juguetería sobre la Avenida Cabildo, en Belgrano, los juguetes se intercalan con calabazas. La fiesta de Halloween o Noche de Brujas, que poco tiene que ver con la cultura local, va ganando espacio en el área metropolitana.
Es una tradición que comenzó a festejarse hace décadas en los colegios bilingües por influencia norteamericana y anglosajona, aunque tiene raíces celtas (ver aparte). Luego se trasladó a los barrios cerrados -donde ya es habitual que los niños se disfracen y pidan golosinas casa por casa- y, en el último tiempo, se impuso en el festejo nocturno y en casi cualquier rubro comercial.
Más de veinte boliches ofrecen fiestas de Halloween con epicentro en Palermo, pero con opciones desde la zona norte hasta el centro. La concurrencia es de menores de 30 que salen disfrazados de jueves a sábado. «La movida es cada vez más fuerte, la oferta cada vez más variada (hay hasta fiestas en barcos) y la gente se prende muchísimo», dice Gastón Lanata, del sitio web de salidas nocturnas.
Para él, se trata de una buena excusa para divertirse y hacer algo fuera de lo habitual. En la mayoría de las fiestas el disfraz no es obligatorio, pero se premia la originalidad. La recompensa puede ser en tragos o hasta de dinero en efectivo.
«El mejor festejo de Halloween que vi en mi vida fue en Tequila», cuenta Marcelo Meca Videla, conocido relacionista público porteño. En el famoso boliche de la Costanera Norte se realizó por más de diez años y entonces se alquilaban los trajes al Teatro Colón. «En la última edición, el dueño llegó en un caballo blanco y disfrazado de San Martín. Los «patovas» lo esperaban como granaderos», detalla.
El boliche Jet promete la mejor producción de este año. Ahí el festejo de Halloween cumple 15 ediciones y siempre tiene un tema original más allá de los monstruos: «Este año armamos un festival de rock de tres días con tres bandas diferentes (Kiss, AC/DC y Queen), que van a estar entre jueves, viernes y sábado. Montamos un escenario gigante en la vía pública donde se va a poder pasar por debajo para entrar a la fiesta», explica Toto Lafiandra Socio y manager de Jet BsAs y productor general del evento. Esperan mil personas por día para disfrutar de las bandas en vivo con sistema de canilla libre.»Y lo que nos distingue todos los años: los mejores disfraces», que son obligatorios para todos los asistentes.
Halloween por los barrios
En clave más familiar, la confitería El Pindal, un clásico de Villa Urquiza, comenzó su semana de festejos de Halloween el lunes pasado. «Se festeja al mismo nivel que Navidad, el Día del Niño o San Valentín», explica Ernesto Leiva, cajero del local. Desde el lunes 28 y hasta el domingo 3, están realizando actividades temáticas. Según cuenta Leiva, el salón del restaurante se llena de niños y está reservado para toda la semana. Otra confitería, pero de Villa Santa Rita, está coordinando un recorrido de Halloween por el barrio. La convocatoria es en La Amanda (César Díaz 3031) y la invitación es a asustar y pedir dulces por los alrededores.
En Florida, partido de Vicente López, los comerciantes de la Avenida San Martín y Warnes festejan Halloween por primera vez este año. Hoy, a partir de las 17.30, en los locales identificados con calabazas se regalarán golosinas a los clientes que lleguen disfrazados. Y habrá una sorpresa especial.
Nicolás Arculis, de 33, ya está pensando su disfraz para el sábado. Tiene algunas opciones en mente con la temática zombie. Seguro no van a faltar en el atuendo sus patines: hace once años que organiza The Rolling Dead, un recorrido en rollers que parte de Puerto Madero y circula por la ciudad con temática de Halloween. Según cuenta, comenzó en 2008 con un pequeño grupo de amigos que querían salir a andar disfrazados en rollers; como se acercaba el 31 de octubre, organizaron salir ese mismo día con ropa alusiva. Ese año fueron unos quince. En la edición de 2018 se acercaron 900.
«Si bien el uso de rollers fue subiendo masivamente, a la gente le divierte mucho la idea de disfrazarse. Al menos es una propuesta distinta dentro de las salidas de patín», explica el joven, que trabaja en un restaurante. Pasado mañana, el recorrido partirá de Puerto Madero a las 21 y recorrerá unos 10 kilómetros. Y está abierto a quienes quieran sumarse en bicicleta o monopatín.
Los deportistas también pueden sumarse al Halloween Run, que circulará por Vicente Lopez también el sábado por la noche. En su quinta edición, propone una carrera temática con despliegue de actores y escenografías en la oscuridad.
Fuente: La Nación