Nadie sabe cómo será el mundo laboral después de la pandemia. Sin embargo, hay dos cuestiones claras. Primero, fue uno de los ámbitos que más cambió en los últimos meses. Segundo, las generaciones más jóvenes ya no asumen que viven para trabajar. Lo que sí se sabe sobre el futuro del mundo laboral es que el nuevo paradigma es en función de cumplir objetivos y la semana laboral de lunes a viernes de 9 a 17 horas se apoyaba sobre la raíz de medir la productividad por cantidad de horas. ¿Estás listo para reducir los días de trabajo?
La idea de quitarle un día a la jornada laboral dio la vuelta al mundo esta semana, luego de que Islandia informara que fue «un éxito rotundo» el ensayo que realizó con más del 1% de su población entre 2015 y 2019 en el que redujo la jornada a 35 horas. Con estos resultados el objetivo de la Asociación para la Sostenibilidad y la Democracia (Alda) es aplicar el esquema en el Reino Unido.
«Las personas tenemos múltiples planos. Antes era común escuchar ‘vivo para trabajar’. Ahora, van a cambiar tanto los paradigmas que ningún joven con talento va a trabajar en un lugar que se sienta preso, ni un castigo. La clave va a estar en empezar a poner sobre la mesa la palabra propósito, tener claro para qué está cada persona en la vida», señaló el especialista en el futuro del trabajo Alejandro Melamed, en conversación con El Cronista.
En redes sociales, este cambio de paradigma y la actitud de las nuevas generaciones sobre el trabajo se puede ver reflejado con memes, como por ejemplo el tan viralizado «perro chico, perro grande» que se utiliza para parodiar lo que se consideraba trabajo antiguamente con el ‘perro grande’.
España, es otro de los países avanzados en las investigaciones sobre la aplicación de la jornada laboral reducida. Íñigo Errejon, uno de los líderes políticos que levanta esta bandera sostuvo hace pocas semanas en el Parlamento: «Es hora de salir de un modelo desfasado que nos dice que cuantas más horas, más productividad. La jornada laboral de 4 días aumenta la productividad. Nos permite ganar calidad, y tiempo de vida, y cuida el medio ambiente».
Hasta el momento, las pruebas piloto que se están realizando en el mundo son con grupos reducidos. Sin embargo, hay coincidencias en los resultados. La evidencia disponible muestra que los tres días de descanso impulsan a que las personas se tomen más días de vacaciones, se dediquen más a tareas del hogar, a proyectos familiares; y se impulsan actividades económicas como el turismo.
«La tecnología existente puede reemplazar gran parte de las tareas rutinarias, repetitivas, de análisis de datos, y muchas de las que impliquen fuerza o movimiento. Si lo que antes se hacía en 5 días ahora se puede hacer en 4, significa que antes existía un problema de ineficiencia», detalló Diego Pasjalidis, director de innovación de Stefanini Argentina.
Sin embargo, agregó: «Nadie puede asegurar que esas mismas personas en 4 días vayan a hacer lo que antes se distribuían en 5 jornadas debido a que tendrán que exigirse un 25% más para asegurar tener el trabajo hecho, sino se obligaría a la empresa a contratar a alguien que cubra ese gap».
En el sitio web Willrobotstakemyjob.com (¿los robots se quedarán con mi trabajo?) cada persona puede poner su profesión o actividad y automáticamente te dice en qué porcentaje será reemplazado por un robot o inteligencia artificial. Además, cuántas horas se podrían ahorrar si la tarea estuviera 100% digitalizada.
«La discusión del futuro del trabajo claramente no pasa por la cantidad de horas que uno trabaja, sino por la productividad y los objetivos que uno cumple. De hecho, ya se está viendo ahora con el trabajo desde el hogar. Los objetivos se pueden cumplir independientemente del lugar donde uno esté, creo que con la cantidad de horas pasa lo mismo», explicó Matías Ghidini, especialista en mercado laboral argentino.
Fuente: Lara López Calvo, El Cronista.