La pieza había sido robada en febrero de 1997 de una galería en Piacenza, en el norte de Italia, y un incidente fortuito protagonizado por un jardinero parece haber hecho posible su hallazgo, informó el corresponsal de la BBC en Roma, Mark Lowen.
La obra, valorada en alrededor de US$66 millones entonces, se encontraba en una pequeña cavidad, protegida por una chapa y cubierta por la hiedra, en una de las paredes exteriores del mismo museo donde fue sustraída.
Cuando el trabajador que se dedicaba a la limpieza y reestructuración del muro exterior del centro retiró el panel de metal encontró dentro de una bolsa negra la pintura.
«Retrato de una dama» fue pintada entre 1916 y 1917, en los últimos años de vida del artista vienés.
El hallazgo
La policía todavía realiza exámenes de autenticidad a la obra recuperada, pero el director de la galería, Massimo Ferrari, confía en que se trata de la pieza original.
El cuadro posee las estampas y sellos de cera que la galería tenía registrados en la fecha del robo.
Los investigadores de la policía indagan sobre la posibilidad de que los ladrones hubiesen dejado la pintura oculta en esa bóveda con el objetivo de retirarla después.
El trabajador que encontró la pintura dijo inicialmente que pensaba que la bolsa negra era solo basura.
La obra fue sustraída de la galería de arte moderno Ricci-Oddi en medio de los preparativos para una exposición especial en Piacenza destinada especialmente a exhibir «Retrato de una dama».
Autenticidad
Roberto Riccardi, jefe de la unidad de Arma de Carabineros para proteger el patrimonio cultural, pidió precaución antes de que el trabajo sea autentificado.
Un grupo de expertos utilizará técnicas de análisis científico y artístico para determinar si la pintura es genuina y si realmente ha pasado los últimos 22 años en un agujero en la pared.
El crítico de arte Vittorio Sgarbi afirmó estar convencido. «Recuperar la pintura, un trabajo intenso y realista, es el mejor regalo de Navidad», celebró.
Gustav Klimt era parte de un grupo de artistas llamado Secesión vienesa y muchas de sus obras presentaban pinturas expresivas y sexualmente sugerentes de mujeres.
Diez meses antes de que el cuadro «Retrato de una dama» fuera robado, la estudiante de arte Claudia Maga descubrió que había sido pintado sobre otra pintura de Klimt, «Retrato de una joven dama» (que no se había visto desde 1912).
La investigadora consiguió demostrar su teoría persuadiendo al director de la galería de Piacenza de ese entonces para que radiografiara el cuadro.
La pintura original era de una joven de Viena que había muerto.
Klimt, señalan reseñas, había pintado sobre el retrato después de que la joven retratada muriera repentinamente para olvidar el dolor por ese fallecimiento.
Fuente: BBC