Podría argumentarse que “son virtuales”, y es cierto: las obras -miles- que integran el acervo de Google Arts & Culture no están allí para ser admiradas “en vivo y en directo”, a través de los sentidos, como en los museos. Quizás el teórico marxista y filósofo alemán Walter Benjamín, que hizo notar que hasta a la más perfecta reproducción le falta algo, el aquí y el ahora de la obra de arte, cuestionaría cualquier comparación entre éstas y las obras materiales. Pero lo cierto es que, así y todo, Google se ha convertido en la mayor pinacoteca del mundo: cuenta con la mayor galería artística digitalizada, que da acceso a las obras de más de 1700 museos, galerías e instituciones de 80 países, y a través de un link -www.artsandculture.google.com- permite admirar, a la distancia, una cantidad de cuadros nunca antes reunidos en un mismo ‘espacio’, y navegar a partir de diferentes variables.
Tan cierto como que son reproducciones digitales es que a través de la pantalla de la computadora o del celular, las pinturas se vuelven accesibles para cualquiera y pueden ser apreciadas con una resolución no conocida hasta hace muy poco. Mientras que las instituciones, en paralelo, difunden su acervo y amplían y conectan a nuevas audiencias.
Lo que esta iniciativa de Google propone es la posibilidad, bien concreta, de surfear los contenidos, aprender y descubrir conexiones inesperadas entre los artistas, sus temas, paletas y personajes. También pasear por el exterior y el interior de los edificios que contienen esas series, desafiando las distancias reales a través de las herramientas que aporta Street View. Y hasta buscar a qué obra uno se parece, entre otras cosas.
Google & Arts permite visitar los museos mediante el sistema de Street View.Los paseos virtuales permiten pasear por los pasillos del Musée d’Orsay de París aunque también admirar los detalles mínimos de un cuadro del Louvre de París o el del pelo de un autorretrato de Van Gogh, a través de una modalidad que parece preanunciar la realidad virtual: ¿cuánto falta para que recorramos los museos sin tener que recurrir al mouse y teniendo que calzarnos solamente unos anteojos? Seguramente, muy poco.
Los inicios de Google Arts & Culture
El origen de la pinacoteca virtual de Google se remonta a la digitalización de quince obras del Museo del Prado de Madrid: Clara Rivera, trabajadora de Google en Madrid y apasionada del arte, tuvo la idea inicial y el resultado fue tan satisfactorio que sirvió para convencer al resto de la compañía de iniciar un proyecto a mayor escala: el Google Cultural Institute, cuyo sitio web es Google Arts & Culture y que tiene, como se dijo, su propia aplicación para teléfonos.
El proyecto arrancó con obras pertenecientes a diecisiete museos -entre ellos el Tate Britain de Londres, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, y la Galería Uffizi de Florencia- y fue relanzado en 2016. En los últimos años, Google ha ido nutriendo la vastísima serie de obras, biografías y escenarios que presenta online y se complementan con textos escritos y la posibilidad de hacer recorridos virtuales por los museos.
Cómo navegar
Entremos, entonces. En la portada del sitio, aparecen las opciones disponibles para iniciar el recorrido: primero, los «Temas» que se despliegan a la manera de artículos, con sus respectivas imágenes («Frida Kahlo y la relación con su cuerpo», «El arte feminista coreano» o «Cómo los viajes de Monet influyeron en su arte», por dar algunos ejemplos).
La siguiente opción, «Explorar«, permite rastrear o conocer obras de todos los tiempos a partir de categorías como «Colecciones»,»Artistas», «Técnicas» (lápiz, arcilla, tinta, óleo etc), o «Corrientes artísticas» (Impresionismo, Surrealismo, Arte Pop, etc). Incluso es posible repasar «Acontecimientos históricos»: la Segunda Guerra Mundial cuenta con más de 16 mil documentos asociados, entre fotos, videos, y artículos; el Holocausto, 1.400; la Revolución Rusa casi 300.
La opción «Cercano» permite rastrear qué museos hay cerca del usuario: allí quien esté en Buenos Aires encontrará las obras del Museo de Bellas Artes, la Colección Fortabat o el Histórico Nacional, de acuerdo al barrio en el que se encuentre. Un dato curioso: al buscar «Argentina», junto a los museos que encabeza una pintura de Cándido López a modo de portada, aparecen los grafitis callejeros como marca regional. E incluso hay una Bio de René Favaloro que repasa su historia con fotografías y videos.
Argentina. Los grafittis callejeros que admiran los navegantes del sitio.
Pero volvamos a los museos: el Gigapixel, que define la calidad de las imágenes que se reproducen en el sitio, permite apreciar los cuadros con una calidad mil veces mayor a la de una foto convencional. La definición es tal que cuando se digitalizó con esta técnica la cúpula de la Ópera de París, de Marc Chagall, se descubrió que el artista había ilustrado a su hijo en la pieza y el único que conocía este detalle era el restaurador, el único que había podido tener un contacto de máxima cercanía con la obra.
La opción «Lugares» hace otro corte del material, a partir de países, ciudades o museos específicos, que se acompaña de recorridos virtuales de 360 grados por las calles o el interior de los recintos.
Para registrarlos, los técnicos de Google utilizaron mochilas que incorporan una cámara con más de dieciséis lentes, que toman varias fotografías en cortos períodos de tiempo para formar espacios completos. También diseñaron un carrito que lleva cuatro cámaras que van captando instantáneas cada varios segundos.
Incluso, es posible ampliar esos recorridos virtuales para ver las principales maravillas del mundo, monumentos históricos y hasta espectáculos teatrales, que el navegante puede disfrutar tan relajado como si estuviera frente al escenario.
Para divertirse, sin solemnidad
¿A quíen me parezco? La aplicación de arte de Google juega con las caras de quienes la usan.
Capítulo aparte merecen las herramientas que ofrece el sitio: Art Selfie es irresistible: el usuario se toma una selfie y descubre a qué personaje de una obra de arte se parece.
Otra es Color Palette, con la que se puede tomar una foto o abrir una imagen de nuestra galería para ver qué obras de arte contienen una paleta de colores similares.
Pocket Gallery, habilita a explorar las obras de Vermeer en una exposición inmersiva: apuntamos con la cámara de nuestro celular en una la superficie plana de una mesa y aparecerá, mágicamente, un museo virtual en pantalla que podemos recorrer con la mirada.
Mientras que con Art Projector se puede disfrutar de las pinturas en su tamaño real en nuestra casa: se ‘arrastra’ una obra de arte como si la colocáramos en nuestra pared –vista a través del visor- y ésta puede observarse desde todos sus ángulos, como si estuviéramos en el museo.
En Argentina
Museo Pallarols. En San Telmo y en el mundo, a través de Google.
Nuestro país está representado en el proyecto de Google. Si se pone «Argentina» en el buscador aparece, por ejemplo, la Colección de Arte de Amelia Lacroze de Fortabat, una exposición sobre los judíos en Argentina que hizo AMIA, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y el Nacional de Bellas Artes, entre muchos otros.
Fuente: Clarín