El argentino Miguel San Martín fue el ingeniero electrónico que desarrolló el sistema informático para que la nave Curiosity se posara en Marte en 2011. Actualmente es el ingeniero jefe de la Sección de Guía y Control en JPL (Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA). Habló sobre el nuevo proyecto en el que trabaja, en el que buscará comprobar si hubo vida en el “Planeta Rojo”, y sobre la posibilidad de que el ser humano pueda vivir allí de manera “sustentable”. Previo, aclaró, debería llevarse a cabo una especie de ensayo en la Luna.
“El año que viene vamos a lanzar una misión que va a seguir la investigación del Curiosity. Va a tomar muestras del suelo y de rocas y las va a traer de vuelta. El interés es saber si hubo vida en Marte. Las condiciones existieron para que haya habido vida en la misma época que surgió aquí en la Tierra. Queremos saber si el fenómeno de vida es solamente terráqueo o existe en otros lados”, aseguró San Martín, en el marco de una serie de charlas que organiza el departamento de Bioingeniería del ITBA.
Pero, más allá de su próxima misión, San Martín se refirió a la posibilidad de regresar a la Luna para “quedarse”. “La idea es volver, pero no para plantar la bandera solamente, si no para quedarnos y generar una infraestructura humana que sea sostenible. El Apolo no era sostenible y el motivo era ganarle a la Unión Soviética en la carrera espacial. Entonces, una vez que se puso la bandera la misión estaba cumplida. La misión es volver y que sea sostenible. Habrá que hacer una inversión para quedarnos, para aprender a vivir de los materiales de la Luna y no tener que llevar todo desde acá, porque es caro”, sostuvo el especialista.
Instalarse en el satélite terrestre sería, de todas formas, una especie de escala. “La idea es desarrollar la tecnología para ir a Marte. Hay que aprender a vivir de los materiales del lugar y después vamos a Marte. Un experimento concluyó que en Marte se podría hacer oxígeno del dióxido de carbono de la atmósfera. Estaría bueno practicar esas técnicas en la Luna…”, sostuvo el argentino, de 60 años, que nació en Río Negro, a los 18 se fue a vivir a Estados Unidos y a los 27 entró en la NASA.
El aporte de inversores privados puede ser la clave. “Vas a tener personas como Elon Musk o Jeff Bezzos que quizás aporten. Hay nuevos players que pueden, con suerte, bajar los costos. La NASA siempre trabajó con industrias privadas. Lo que se está haciendo ahora le da más libertad: la NASA no compra el vehículo, sino el servicio. Les podría decir: ‘Quiero que me pongan tras astronautas en la Luna’”.
A la hora de hablar de fechas, San Martín dio un posible plazo que parece cercano para los tiempos espaciales: “El objetivo es que la vuelta a la Luna sea en 2024. Pero todavía el presupuesto en el Congreso no ha sido aprobado. Se necesita un aumento temporario. La administración de Trump tiene que trabajar políticamente para que se pongan de acuerdo. La licitación ya fue para las compañías privadas y ya están siendo evaluadas y en un mes -o antes-, se anunciarían los ganadores. La parte técnica está hecha. Lo hemos realizado antes, utilizando nuevas tecnologías, nuevos combustibles que se podrían fabricar en la Luna. El metano y el hidrógeno, que son los combustibles que se utilizarían para viajar, se podrían fabricar en la Luna”, concluyó.
Fuente: Ámbito